Paso uno: Fija una meta específica. Juana se propuso comprar un departamento en un buen barrio para que su hijo se inserte en una red de contactos influyente.
Paso dos: Divide la meta en tareas más pequeñas. Juana llega a la conclusión de que debe buscar un segundo trabajo para poder ahorrar. Consigue trabajo de coach en una empresa dedicada al coaching de los siete pasos para el éxito basado en objetivos SMART. Recorre distintas ciudades trasmitiendo la fórmula del éxito. Para ella viajar en avión no es un lujo, es una herramienta que le permite trasladarse de norte a sur del país en cosa de horas.
Paso tres: Usa el tiempo eficientemente. Juana con dos trabajos no tiene tiempo, pero le agradece a las redes sociales virtuales, que son una herramienta que le permite interactuar con sus seres queridos. Se compró una tablet, no es un lujo, es una herramienta necesaria para poder trabajar en todo momento. También se compró un manos libres de última generación, así habla mientras se desplaza, cambió el celular para compatibilizarlo con su smartwatch, herramienta que le permite estar atenta ante cualquier emergencia mientras está en sus charlas.
Paso 4: No te rindas. Juana se ha estresado, además su hijo ha bajado sus notas, tiene problemas de conducta y nunca está en casa, pero decidió no fracasar. Buscó ayuda de otro coach que le enseñó los siete pasos para lidiar con el estrés. Aprendió a reordenarse, a deshacerse del lastre y enfrentar sus problemas con soluciones concretas; contrató a una persona para las labores domésticas, así logra el recetado descanso. A su hijo le compró una consola de juegos, contrató internet con fibra óptica para que juegue en línea y no salga de casa. Además le consiguió un profesor por horas para reforzarlo. Para ella nada de eso es lujo, son herramientas.Juana se da cuenta que ahora las personas consumistas son mal vistas, que tener vehículos gigantes e ineficientes es terrorismo, que el minimalismo y el respeto al medio ambiente son religión
Paso 5: Siempre verifica donde partiste y cuanto te falta. Juana ha aumentado sus gastos en herramientas necesarias, no obstante la capacidad de ahorro mensual no es la óptima para el plazo autoimpuesto. Entonces recurre a una psicoanalista experta es reconfigurar la mente de las personas para que logren sus objetivos. Su diagnóstico: externaliza la culpa. Su receta: El accountability. No debe culpar al sistema, pues las reglas ya estaban cuando planificó, debe hacerse cargo y convertir los obstáculos en impulsos. Entonces como solo le piden las seis últimas liquidaciones de sueldo, no las anteriores, ni las futuras; gestiona en su trabajo para que los bonos mensuales de todo el año se los junten en los primeros seis meses del siguiente año. Con esas liquidaciones abultadas logra el crédito para el pie y el crédito hipotecario.
Paso 6: Saber; no es lo mismo que hacer. Juana sabía que en su nuevo barrio sus gastos aumentarían. Para insertarse debía buscar un buen colegio y necesitaría un vehículo grande que los protegiera en caso de accidente, pero tenía muchos compromisos financieros que no le dejaban liquidez. Por tanto refinancia todas sus deudas en un solo crédito. Su deuda aumenta en monto y años, pero le permite tener una cuota baja y así logra financiar sus nuevos compromisos.
Paso 7: Reconoce tus resultados y continúa siendo exitoso. Juana logró todo lo que quería, pero debía consolidar su éxito. Decidió escribir un libro donde combina distintas recetas en una sola gran fórmula para el éxito.
Pero mientras investiga se da cuenta que la definición de éxito ya cambió. Ahora ser exitoso es ser feliz, y no es una meta futura, es presente, ataraxia constante. Se da cuenta que ahora las personas consumistas son mal vistas, que tener vehículos gigantes e ineficientes es terrorismo, que el minimalismo y el respeto al medio ambiente son religión. Los que están siempre metidos en el celular, son vistos como esclavos que le rinden cuenta a cualquiera en todo momento. Ahora las nuevas mascotas de los niños son plantas, con la jardinería cultivan valores ya extintos. Se entera que la gente feliz prefiere experiencias, no cosas. Ellos se alejan de lo estandarizado, buscan lo auténtico y lo diverso. A sus hijos los educan libres de pantallas. Ya no van a la iglesia, cambiaron la oración por la reflexión y la meditación diaria, mientras a ella la ansiedad y la angustia no la dejan ni siquiera estar unos minutos a solas con su mente. Descubre que las herramientas se usan para tener más tiempo, no para correr al ritmo de ellas y llenarse de más trabajo. Nota que sus nuevos vecinos están tan perdidos como ella, que en menos de un minuto de conversación la desechan. Se siente infeliz ahora. Quisiera retroceder y replantearse, pero sería ilegal, vendió casi todo su tiempo futuro. Su libro aún no lo escribe; pero el título lo tiene claro: “Los siete pasos para no caer en la trampa del sistema”
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