Pertenezco al grupo de personas que votó por este gobierno por su promesa de abordar la desigualdad social, y en ese aspecto no tengo reparos, ya que percibo los esfuerzos realizados en esa área. Sin embargo, lo que desconocía era que este gobierno también se enfrentaría al crimen organizado, y lo que es aún más sorprendente, que Boric no estaba preparado para hacer frente a este problema. ¿Por qué carece de esa preparación? La respuesta es simple: el gobierno no comprende la magnitud del problema y difícilmente podrá usar las herramientas adecuadas.
El crimen organizado ha llegado al país, ha obtenido su visa temporal y está a punto de lograr la residencia permanente
Boric es de la opinión de que Chile es un oasis y que no puede ser comparado con el contexto continental. Las respuestas ofrecidas por el gobierno ante la creciente inquietud de la ciudadanía son incluso peores que las que proporcionaba el gobierno de Piñera frente a los reclamos por el aumento del costo de vida antes del 18 de octubre de 2019.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, mostró su falta de comprensión del problema al afirmar: «En Chile, la cantidad de delitos no ha aumentado, incluso ha disminuido; el problema es que, al interior de los delitos violentos, los más violentos han aumentado». No es lo mismo un crimen pasional derivado de una discusión que un asesinato a sangre fría por sicarios. La gente teme más porque los crímenes se cometen a plena luz del día, al estilo de la mafia siciliana, con asesinos profesionales, y ya no son simplemente disputas descontroladas por el abuso del alcohol. Si el gobierno no logra ver esta diferencia, será difícil que se ponga en el lugar de la gente. Es más probable que continúe proporcionando respuestas tan insensatas como celebrar que la cantidad de lanzas y mecheros ha disminuido.
«Es difícil proponer como objetivo combatir sensaciones», expresó la vocera de gobierno, Camila Vallejo, revelando que el gobierno parece considerar que la creciente sensación de inseguridad es una exageración sin fundamentos válidos. Si el trabajo del gobierno no es brindar tranquilidad a los chilenos, entonces ¿cuál es? Como ciudadano se siente mucha impotencia cuando el gobierno toma las peticiones de hacer algo más que lo tradicional, como un ataque personal al presidente.
El crimen organizado ha llegado al país, ha obtenido su visa temporal y está a punto de lograr la residencia permanente. «Los perseguiremos por cielo, mar y tierra», declaró Boric en enero de 2014 tras el asesinato a domicilio de una niña de 10 años, la misma frase que usó en enero de 2013 cuando acribillaron a tiros a un policía y en junio del 2013 en el norte.
Sin embargo, el presidente no parece comprender que a estos asesinos les importa poco ir a la cárcel, ya que forma parte del servicio que prestan a los jefes de la mafia. Si no se aborda este problema como un combate contra una organización criminal, seguirán existiendo asesinos dispuestos a ofrecer sus servicios. En el crimen organizado, cuando un asesino profesional es capturado, cae en prisión, no delata a sus superiores y asume la pena por ellos; esto es una prueba de lealtad que se recompensa con ascensos en la organización. Desconocemos la magnitud de estas organizaciones en Chile, ya que no ha caído ningún líder, solo simples soldados de rango inferior. Se sabe que cuando cae un líder, la mafia se enfrenta al Estado y comienza a asesinar a policías, fiscales e incluso altos funcionarios del Ministerio de Justicia. En ocasiones, la situación llega a tal extremo que el gobierno se ve obligado a negociar para detener la escalada de violencia y conceder privilegios a los líderes de las organizaciones criminales.
La pregunta crucial es: ¿Qué tan grande se ha vuelto el crimen organizado en Chile y estamos a tiempo de erradicarlo?.
La gente está exigiendo más seguridad. Es alarmante cómo se ha vuelto normal que en barrios controlados por el narcotráfico se lancen fuegos artificiales o se enfrenten a tiros. La gente llama a la policía, pero esta no responde. El Estado ha decidido ausentarse. ¿Continuará el gobierno siendo indiferente con los barrios más vulnerables? ¿Está dispuesto a permitir que las fuerzas armadas refuercen las labores policiales? Se entiende perfectamente, que la lucha contra el crimen organizado no es solo fuerza, pero es la respuesta más rápida, mientras las medidas a largo plazo se implementan.
Comentarios
20 de enero
Uno de los grandes problemas que tiene Chile es que no tiene un servicio secreto serio y respetable, tenemos un servicio llamado ANI que anda por alli con la agencia de Maxwell Smart, el superagente 86, un chiste. Chile debe tener un servicio secreto como la MOSSAD israeli, rechauchas, olvide que el presidente Boric odia a los israelíes; bueno, si gana Kast en la próxima elección presidencial, podria llamar a varios expertos de la Mossad que de seguro perderán su pega una vez que exterminen a Hamas, y contratarlos para mejorar a la PDI, a la ANI y a FF.EE de carabineros. Con eso ya tendriamos una Shinbet chilensis dedicado a espiar, notariar, registrar a todos los enemigos del pueblo (narcotrafico, mafias, grupos pseudoindigenas, jesuitas, ONU, etc), y una especie de MOSSAD chilensis dedidados a hacer lo mismo pero con los paises enemigos y vecinos para pillar a los extranjeros indeseables, refugiados indocumentados, delincuentes internacionales, etc. Y finalmente tendremos unas fuerzas especiales estilo israeli dedicados a exterminar a la delincuencia armada……
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21 de enero
La caridad comienza por casa. En ese sentido sería bueno que se detenga con toda la fuerza de la sociedad, no solo la del gobierno, las mafias como la del Tren de la UDI. No es posible que Cathy Barriga esté feliz en su casa, imputada por el mayor fraude al fisco en una municipalidad de Chile. Es cierto que nos llenamos de delincuentes del Tren de Aragua cuando Piñera fue con guaido a invitarlos a Chile. Aunque Piñera lo niegue está registrado en video. El mossad chilensis que sugiere el juanM , no podría estar confirmado por militares que roban armas, pistolas y lanza cohetes que venden por Facebook, documentado, y tampoco podría estar formado por ex carabineros del pacogate, desde generales de carabineros como Fuentealba hacía abajo del escalafón de oficiales y cabos, robando dineros todo chile y vendiendo armas a narcos. Todo documentado. Así las cosas, con las élites que llegan a robar camuflado de alcaldes, como Lavin, Torrealba, el alcalde UDI de algarrobo, karen rojo, cathy barriga . No esperemos que ni este gobierno ni el que venga puedan terminar con las mafias de extranjeros, si no se pueden limpiar las mafias de la policia, el ejercito y la UDI y otros partidos con ladrones más rascas.
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