La antigua y nueva constitución no consagran el derecho al capital

«La contradicción de Chile: La clase política tradicional rechaza la Constitución de Pinochet, pero, ésta (y la futura) le ha sido perfecta para delinquir y acomodarse; a todos y todas los mueve lo mismo: la plata».

Ya no son los ideales de Allende, ni encauzar las » luchas del pueblo»(sic), ni ser una inspiración para sí mismos, ni para sus hijos ni sus familias; ni siquiera por temor a Dios. Esa es la crisis que desdibuja a la izquierda consecuente. Como una jauría suelta, todos van tras la plata, el hedonismo, la vida fácil, los acomodos y la superficialidad jactándose de sus espurias granjerias y privilegios, mostrándose (falsos) triunfadores ante los más pobres y adulandose ridiculamente unos a otros diciendo: «nosotros somos los mejores, los verdaderos militantes».

Si hasta los políticos jóvenes que eran una esperanza cayeron en la corruptela (tan circunspectos ellos: Crispi, Ahumada, Jackson, Oliva, Pérez, Sharp, etc, todos prepotentes,cva y ladronazos/zas). Han saqueado Chile y por eso ya nadie les cree encaminándose ,por eso Chilito, del fuego a las brasas: al autoritarismo de KAST como salvación mesiánica (esperemos que no).

Está a la vista como se mueve la «cosa nostra» entre estos picantes desalmados; Ignorantones e ignorantonas sin mérito se han hecho millonarios «en la pasada» poniendo por delante sus propios intereses engañando a la pobre gente que de buena Fe aún los apoya. Por eso, cualquiera de las dos constituciones les sirve pues las dos consagran el capital y el robo y en eso el jet set aspiracional de izquierda está tranquilo empatandose con la derecha tras la plata, después de todo es vox populi: ‘la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas’. Buen día.