#Sociedad

Fresco de carambola

0 Visitas: 23
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

imagen

En los primeros años, Filomena anotaba en español en una libreta y con un traductor inglés-español traducía la lista para comprar en el supermercado, todo para comida kosher. En su natal Sibaná, El Asintal, Retalhuleu, Guatemala, jamás escuchó de la religión judía y mucho menos de la comida kosher, fue en Chicago en su primer trabajo donde descubrió ese mundo de alimentos y rituales tan extraños.


Como utopía no pierde la esperanza de que un día lleguen sus hijos y nietos a visitarla, se los imagina a todos comiendo en familia, les presentaría al libanés que sigue trabajando en la panadería kosher y a su esposa salvadoreña, su única familia en Estados Unidos.

Al principio le parecían mañas de gringos, como la de los evangélicos con sus bocinas a todo volumen en su aldea los domingos de culto y el montón de cucuruchos que bien santos cargando procesiones para Semana Santa, pero malmataban a sus esposas en sus casas. Comida kosher, decía Filomena, pero bien tacaños para pagarle a los trabajadores un salario justo. 

A Filomena en ese trabajo le tocaba bailar en un pie: limpiar la casa, lavar la ropa, arreglar a los niños para ir a la escuela y cocinar comida kosher, niños a los que quiso y cuidó como si ella los hubiera parido pero que se avergonzaban de ella, de la sirvienta guatemalteca que apenas hablaba inglés. Filomena conoció ese dolor tan crudo siendo emigrante, que era el mismo dolor de la mayoría de empleadas domésticas y niñeras que cuidaban y trataban a los niños donde trabajaban como propios.

Al principio todo fue extraño, Estados Unidos era otro mundo, enormes autopistas, trenes, edificios altísimos, parques por todos lados, piscinas públicas a más no poder. Después de treinta años viviendo en el país Filomena sigue sorprendiéndome con la cantidad de rostros tan diferentes que ve a diario cuando viaja en el tren hacia su trabajo, le maravilla ver personas de todas partes del mundo y que hablan idiomas tan distintos.

No ha aprendido a manejar porque en treinta años el dinero de su trabajo lo envía semanalmente para su familia, al principio para sus papás y los cinco hijos que dejó, en el presente es para los hijos y los nietos, a todos los hijos les compró casa y se las amuebló. Tres veces al año les envía encomiendas en las que se desvive llenando las cajas de ropa, zapatos, juguetes, electrodomésticos y todo lo que se les ocurra a sus hijos y nietos que le envían listas con las peticiones.

La última vez que recibió una llamada para el Día de la Madre fue hace diez años, de uno sólo de sus hijos, a Filomena le duele, pero se culpa porque ella los dejó para irse a trabajar a Estados Unidos y piensa que no tiene derecho a exigirles ni siquiera una llamada telefónica. De su cumpleaños dejaron de recordarse hace muchos años, para Navidad es ella la que llama. 

De recién llegada tuvo la oportunidad de casarse con un inmigrante libanés que trabajaba en una panadería kosher, él de cuarenta y cinco y ella de veintiséis, pero dijo que no porque no quería ponerles un padrastro a sus hijos, con cincuenta y seis años y treinta viviendo de indocumentada, Filomena se arrepiente de no haberse casado con el libanés, tal vez hubiera tenido una casa con un jardín y no viviría en un apartamento en Chicago con siete migrantes centroamericanas más.

Lo hubiera llevado a Guatemala a conocer el mango de pashte y los chico zapotes. Tal vez hubiera conocido El Líbano y la comida de por allá de por porálles, pero malaya, se dice a sí misma cuando los pensamientos la entretienen mientras está atareada doblando ropa en su trabajo. Cuando los dolores en las venas inflamadas la hacen llorar piensa en que hubiera podido tener un seguro médico al que no tienen acceso los indocumentados. Se desmostola la cabeza en pensamientos del hubiera, hubiera tenido a ese hombre por compañero de vida porque sí le gustaba, no los otros borrachos que la invitaban a salir. 

Filomena siempre ha soñado con un jardín, por eso cuando les compró las casas a sus hijos en un sector exclusivo de Retalhuleu se cercioró de que tuvieran terreno de sobra para un jardín de plantas tropicales. Vive en el tercer piso de un edificio que en tiempo de invierno las escaleras se ponen resbalosas cuando bajan las temperaturas y la nieve se convierte en hielo negro, durante esa estación Filomena es cuando más extraña la vegetación tropical y el clima de su natal Sibaná.

En las noches tiene un segundo trabajo remendando ropa para una lavandería, duerme apenas cuatro horas al día, con lo que gana ahí paga la renta y los gastos de su alimentación, pero no pierde la esperanza de que un día pueda salir de ese apartamento y comprarse una casa con un jardín. En el verano sembraría tomates, culantro, hierbabuena, chile dulce, algunas matas de milpa y se sentaría a la sombra de un arce a tomarse un fresco de carambola, como lo tomaba en su infancia acostada en la hamaca debajo del palo de mango de pashte. Como utopía no pierde la esperanza de que un día lleguen sus hijos y nietos a visitarla, se los imagina a todos comiendo en familia, les presentaría al libanés que sigue trabajando en la panadería kosher y a su esposa salvadoreña, su única familia en Estados Unidos.

TAGS: #Guatemala #Migrantes

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Quedan 1500 carácteres.

#NuevaConstitución

VER TODO
Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repeti ...
+VER MÁS
#Política

De vuelta a la rotonda política

Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repetir el ciclo interminable de esfuerzo y fracaso

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado
+VER MÁS
#Política

El mito del cierre definitivo del proceso constituyente/constitucional

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo
+VER MÁS
#Política

¿Nos jodimos todos?

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no ...
+VER MÁS
#Política

Las lecciones del plebiscito

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado

Nuevos

En lugar de luchar contra un problema que puede no tener relevancia real para nuestros clientes, debemos invertir nuestro tiempo y recursos en entender a las personas que nos eligen
+VER MÁS
#Economía

Enamorarse del cliente, no del problema

La encuesta debe servir sólo como indicador de lo que piensa la gente, no como sustituto de la creatividad programática de la política, de la capacidad de proponer metas y horizontes ideales, de convence ...
+VER MÁS
#Política

¿Material de encuestas o ciudadanos?

Los dichos de Mañalich dan mucho en lo que reflexionar, no estamos hablando de alguien lo grabo en una reunión privada, estamos hablando de una entrevista en un medio y que ante la interpelación del entr ...
+VER MÁS
##UnPaísQueOpina

Mañalich: el arquetipo del hombre agresivo

Aplaudimos el rol que está ejerciendo, con tanto profesionalismo y acendrado rigor, la Contraloría General de la República, motivo más que suficiente para que, a la brevedad, se confirme en el cargo a l ...
+VER MÁS
#Ciudad

Los gremios empresariales saben cómo controlar al sector público

Popular

Como toda arma de doble filo lo que hace que sea buena o mala es su uso, por ejemplo, se puede construir una casa con un martillo, clavos y madera, pero, con los mismos elementos se puede asesinar y constru ...
+VER MÁS
#Tecnología

Inteligencia Artificial, un arma de doble filo

Rawls contribuye consistentemente a la reflexión y aporta una visión en la que puedan convivir y complementarse los ideales de justicia social con democracia y pluralismo político.
+VER MÁS
#Política

A propósito de John Rawls

El laberinto se caracteriza por perder sentido las direcciones y parecer que toda acción deja en el mismo lugar (...) volver al mismo punto donde las personas añoran la moderación, la conciliación de lo ...
+VER MÁS
#Política

El laberinto político en Chile

Pero ,la verdad, para desolación de las derechas, ultraderechas, y parte de la izquierda gerontocrática ideológicamente, es que ni Cuba ni Venezuela ni Nicaragua, son la izquierda
+VER MÁS
#Política

La izquierda según la derecha y cierta izquierda