La abstención del 65% en las urnas sirve de excusa para bajar el perfil al resultado pero es un porcentaje normal en otros países con voto voluntario como el Chile que tenemos ahora.
También se intenta explicar el resultado como castigo a escándalos de corrupción. Cuando la ONEMI acusó “fugas de dinero” en fondos destinados al aluvión de Antofagasta y volcán Hudson (1991), se pensó que la corrupción repercutiría en las elecciones, pero no fue así y desde entonces la corrupción fue escalando, DIGIDER hasta tuvo que cambiar de nombre debido al desprestigio por corrupción, casos COPEVA, MOP-GATE, SOBRESUELDOS, etc… etc… hay una lista interminable de escándalos que nunca afectaron ninguna elección. No, SOQUIMICH Y CAVAL tampoco fueron la causa del cambio
Hay que ver la realidad: Salvo algunos hitos aislados de mayorías con preferencias en candidatos alternativos que tuvieron que ocultar hábilmente su izquierdismo extremo durante la campaña, como Sharp en Valparaíso, el resultado general en las municipales son consecuentes con todos los estudios poblacionales previos: el encantamiento mayoritario con lo que para la izquierda eran “las reformas que Chile necesita” se acabó, esa es la realidad.
¿Cuál es la explicación? Recordamos con que arrogancia lograron convencer a la mayoría que vivíamos en una crisis institucional y de representatividad política que ya no se podía resistir. Proliferaron promesas que igualarían a Chile en beneficios sociales con países ricos, que había que pasar retroexcavadora al modelo económico, se logró convencer a la gente que el lucro era lo mismo que la usura, etc… había que hacerlo porque prácticamente estábamos sobre una bomba de tiempo social a punto de estallar y una mayoría abrumadora compró eso. Y para llevar a cabo los cambios sin contrapeso eligió al gobierno, al senado, a la cámara de diputados, incluso las alcaldías mas emblemáticas se conquistaron para ese propósito, no habría espacio para excusas: Chile les dio todo para realizar lo que proponen con tanta vehemencia.
Pero las desastrosas reformas demostraron que esa gran convicción de los ideólogos de la izquierda se convierte en absoluta ineptitud cuando por fin les pasan la guitarra. La inoperancia e improvisación es lo único que han demostrado los que venían con “las reformas que Chile necesita”. La gente ya sabe que tiene mucho que perder y poco que ganar con las reformas.
Recordaremos que la Concertación estaba en un momento bajísimo cuando cambió de nombre para girar a la izquierda porque se haría electoralmente imbatible. Ya quisiera la Nueva Mayoría ahora tener el apoyo que tenia la Concertación en su peor momento. Ahora su principal partido, la DC, pretende incluso lavarse las manos (a nadie le extraña), desentendiéndose de su propia coalición. Algunos dicen que se constata que un barco definitivamente se hunde cuando se ven los primeros en huir: los ratones.
El domingo de elecciones el pueblo dio una lección a las autoridades demostrando que en democracia el poder sólo se presta, no se regala, y que en democracia un voto o una abstención de votar pesa mas que mil piedrazos en la calle.
Todo esto hace ver claramente que cambió el viento. Ya ni siquiera se insiste en que el problema es que “las reformas no han sido explicadas”, se percataron que es bastante difícil convencer de lo contrario a un resultado que está a la vista.
La arrogante retroexcavadora ya ni se escucha. Ya no se escuchan muchas burlas hacia Piñera. Y hasta el gran presidenciable de la izquierda empieza a reconciliarse en forma muy cautelosa pero publica y abiertamente con el lucro en la educación
El domingo de elecciones el pueblo dio una lección a las autoridades demostrando que en democracia el poder sólo se presta, no se regala, y que en democracia un voto o una abstención de votar pesa mas que mil piedrazos en la calle.
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jose-luis-silva
Agradezco comentario. Creo que la izquierda que pierde no es la misma que vuelve a ganar Sergio. Pienso que la gran mayoría del país en general se identifica con la izquierda por la educación, un adoctrinamiento desde la básica, ademas la derecha “de elite” también contribuye a que sea así por cosas como lo que usted señala, etc…. los de la derecha no caemos bien a nadie, ni siquiera a los de la derecha. Entonces el péndulo mas relevante no es el de izquierda a derecha sino de izquierda “dura” a izquierda moderada, porque hay una izquierda que también ha sido capaz de sostener el modelo de desarrollo, esa izquierda ha sido desplazada sólo momentáneamente porque el inevitable resultado de “radicalizar” la gestión para favorecer el sector duro hará que vuelva a tomar las riendas, ¿Cuándo?, cuando pase lo que empieza a ocurrir ahora con las municipales, la derecha vuelve tomar cuerpo por la obvia desilusión que crea la practica de “izquierdismo intransigente”. A la gente no le gusta la derecha pero si les falta pega….
Por eso le derecha no puede bajar los brazos, si la derecha duerme ganará la izquierda dura y ocurrirá todo lo que dice, la asamblea y mucho mas.
Quizá la derecha esta destinada a tener un turno cada 5 o algo asi, no importa porque lo importante es que el país se conduzca con las ideas correctas, no el color de la camiseta del conductor.
Saludos
Servallas
José Luis, la izquierda es camaleónica, muta, tiene muchas caras, hay muchos, muchos intelectuales detrás de ella, pierde a veces solo para volver a ganar, quizá llegue al poder de la mano de Gillier, de quien hasta ayer no sabíamos que era tan » ultra», pero así es, es decir seguirán las » reformas «, de paso le echaran el guante a nuestros ahorros en las AFP, y seguirá este proceso refundacional, y si algo se pone complejo se revive a Pinochet y listo, al final, sufrirá nuestro país porque eso trae la izquierda, aquí y en todas partes, sufrimiento humano, por su parte la derecha es más bien una camarilla de amigos, se vio en el gobierno de Piñera, un gobierno tan personalista que no dejó ni una huella en la juventud ni en sus apoyos, se olvidó de muchos partido chicos, de muchos colectivos que lo ayudaron, se olvidó de todo, se encandiló con el poder. Siempre pienso que se requiere un nuevo humanismo, una nueva forma de tratarnos, de comprendernos, de evitar el robarnos unos a otros, de evitar el azote de las ideologías, de arrinconar y dejar fuera de combate la envidia y el odio por quien tiene algo más que nosotros, pero ya me parece que eso es imposible, es quizás una utopia, hasta el nombre » humanismo» lo capturó la izquierda, y con sus miles de devotos, especialmente en las universidades, es decir con tanta materia gris a su servicio, esto es desolador.