El triunfo electoral de Piñera no solo implicó más votantes que la primera vuelta, también más votantes que la segunda vuelta de la presidencial anterior. De hecho Piñera recibió mucho más votos que Bachelet en aquella oportunidad que nos parecía impresionante, irremontable. El mito de que mientras más gente vote, más gana la izquierda se derrumbó. En fin, entre tantas descalificaciones, burlas y Piñericosas, don seba de pronto saca un knock out en el cuadrilátero donde sí vale y punto.
Mientras unos tiran la casa por la ventana celebrando, los otros todavía no le toman la patente al camión. Hay que sentarse con calma y diferenciar lo que es un triunfo electoral y uno en las ideas, triunfo en que más gente adopte otros valores.
Triunfo hubiese sido que la gente vuelva a valorar más o que logra por si mismo en lugar de buscar desigualdades respecto a lo que logran otros, que se vuelva a valorar el modelo que permite que todos tengamos acceso a casi los mismos bienes y servicios en lugar de descalificarlo simplemente por la gran diferencia en cantidad de billetes en las billeteras. Hay una cuestión valórica donde no se avanza, es seguro que en cuanto la gente vuelva a sentir cierta estabilidad (que se logra cuando se aplica rigurosamente el modelo), pedirán de nuevo el cambio y como no se han cimentado estos valores para desarrollar el país, seguro que se volverá para derrumbar de nuevo lo avanzado, para buscar otra vez las goteras en el techo que sirvan de pretexto para demoler el edificio.Mientras unos tiran la casa por la ventana celebrando, los otros todavía no le toman la patente al camión
Estre triunfo electoral de Piñera no tiene raices, no durará mucho si no hay un plan que trabaje la mentalidad de las personas. Es mi visión particular obviamente.
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