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La palabra humana salvación de la humanidad

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Viendo la película “Mejor otro día” de Pascal Chaumeil con Pierce Brosnan (2014) es increíble la fuerza de una palabra para cambiar todo el relato de la historia por contar. Hace poco entrando a beber solo a un bar me faltaron las palabras, como nunca las eche de menos al darme cuenta de que todos los asistentes conversaban apasionadamente, entonces me pregunte: ¿qué sentido tiene la vida si no tienes con quien conversar?, la palabra humana nos da un propósito y como dice Maturana existimos en el lenguaje y este surge desde la aceptación del otro, es decir, en el amor.

La palabra humana es tan importante y de uso común y frecuente que por lo mismo no la valoramos, siempre hay cosas más importantes en la vida nuestra, el trabajo, la casa, el auto, la comida, el vestuario, la mascota, pero todo eso desaparece en el acto que no decimos nuestra palabra, la interlocución la haces con el otro, con tu amor, con tus iguales, en ese dialogo se construye absolutamente todo e incluso en discusiones, diferencias de opinión con tu pareja, con hijos, se produce una construcción de vida que solo tomas conciencia una vez que ya no estas con ellos y ya es tarde para explicaciones, perdones, entendimientos, solo ahí tomamos conciencia de la importancia de las palabras.

Como dice Pablo Neruda “Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío…” Si son platinados peces, pensaba en el bar, y si por un momento todos los comensales quedaran sin palabras, sin decir nada, los garzones también, qué sentido tendría el bar, ninguno, se iniciaría una desaparición en cámara lenta, como en el cine fantástico, mesa 4 plop, desaparecen los humanos, mesa 8 también, no quedaría nadie, solo mesas, sillas, muebles, botellas, sin palabras pierde todo su sentido el bar, la vida también, todo se cierra, fin.

Por eso debemos cuidar lo más preciado que tiene el ser humano, sus palabras, cualquiera esta sea, en el amor, en política, en economía, en educación, todo gira en torno a ellas, algo único y propio, solo de los humanos, somos el único ser vivo que tenemos palabras para la alegría y el dolor, para reír y llorar, para felicitar y para criticar. Una palabra a veces es mas dolorosa que un accidente, que una enfermedad, una vez lanzada queda en el aire, no hay marcha atrás, puedes disculparte, arrepentirte, una vez dicha la palabra queda flotando en el espacio humano, para bien o para mal, por eso hay que cuidar nuestro lenguaje, tarea no fácil en los momentos actuales que vivimos de comunicación virtual y redes sociales. Nunca el ser humano tuvo en sus manos tantas maquinas o versiones online para decir tantas palabras y tantas mentiras y ahí están creando un daño muy fuerte en nuestra convivencia. Fake news se inventó este concepto para decir que son noticias falsas en vez de decir que son mentiras, palabras dichas por nosotros mismos por distintas motivaciones y ciertas licencias que las RRSS nos permiten.

En política vivimos momentos muy complejos, lamentable el escenario existente con una oposición muy dura, e incluso no respetan la palabra empeñada y firmada (caso elección mesa del senado), la coalición de gobierno, también cometen errores de discursos o sea palabras, algo pasa en el ambiente que los egos de los lideres de partidos políticos no pueden callar sus…palabras, pero aparentemente estamos en un callejón sin salida , porque en democracia es fundamental la palabra , el dialogo, los acuerdos, debemos volver a las raíces griegas-atenienses, mucha discusión, distintas opiniones, al final se ordena todo, votando y respetando ese acuerdo, y ahí está la esencia de la democracia, todos participan y luego el acatamiento. Entonces se produce un silencio inquietante (el acuerdo), muy breve, pero luego como buenos humanos volvemos al debate, en la familia, en la pareja, en los partidos políticos, en la sociedad, todo funciona con palabras, todo se mueve y acciona partir de las palabras.

Debemos cuidar lo más preciado que tiene el ser humano, sus palabras, cualquiera esta sea, en el amor, en política, en economía, en educación, todo gira en torno a ellas, algo único y propio, solo de los humanos, somos el único ser vivo que tenemos palabras

La poesía gran reflejo de nuestras palabras y emociones, ya que todo esta mediatizado por ellas, nadie escribe poemas sin emoción, cientos de páginas, es imposible: “Vivo juntando palabras /Otros acumulan cosas /Yo persigo tus palabras/Las atesoro como oro/Tengo una caja donde /Las guardo una por una/ Casi nunca lo abro / Por miedo a que escapen…” La poesía es un puente de cultura, emociones, creatividad, esperanza, flores en palabras, en definitiva, de amor, algunos sostienen que es la máxima expresión de ese sentimiento que al igual que las palabras no podríamos vivir y existir sin amor.

Debemos recuperar esa esencia nuestra, bajar un poco la frecuencia, escucharnos más, menos ruidos de motos sin escape, menos música vociferante, menos declaraciones anti, y usemos frecuentemente la palabra positiva, el sí, construir a partir de palabras hermosas que existente en nuestro vocabulario como dice Neruda. Fantástico, maravilloso, estupendo, felicitaciones, gracias, por supuesto, interesante, conversemos, bueno, avancemos, excelente, hermoso, optimo, que bien te ves, razonable. El listado podría ser muy extenso, pero, nuestra humanidad no perfecta también gira hacia la sospecha de ciertas palabras, estamos tan contaminados y con mucho sesgo individualista, que cuesta entender cuando nos encontramos con el otro amable, gentil, positivo, animador de mirar la vida como una oportunidad y no estar siempre atado al lastre del pasado y la ansiedad del futuro. Solo el lenguaje y las palabras positivas cambian el mundo.

“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo». Este aforismo del filósofo Ludwig Wittgenstein guarda una gran verdad. Con nuestras formas de expresión no solo decimos cosas, sino que nos relacionamos con el mundo y con los demás, por eso es importante conversar, aceptar otra característica tan inherente al ser humano la diversidad , que cada vez nos cuesta mucho, pero es posible, debatir, dialogar y sostener nuestras ideas con respeto y en positivo, escuchando activamente al otro, pasaron los tiempos en que decíamos de sexo, política y religión no hablo,  muchos países más desarrollados que nosotros así lo han entendido (Nórdicos) y pueden convivir pacíficamente en esas diferencias, abramos nuestra imaginación y soltemos nuestras palabras, abracemos al mundo, a las personas que queremos, solo en la palabra vivimos y en ella nos construimos como seres verdaderamente humanos.

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2 Comentarios

Víctor

Las palabras a veces nos besan, a veces nos muerden, nada tan terrible como que nos ignoren.

    CarlosAraneda

    CarlosAraneda

    es verdad que ignoren nuestra existencia es muy fuerte …es mejor que te muerdan , saludos