hay que dejar de invertir en votos y abrir los ojos a las personas
¿Capté su atención? Bueno, el titulo original era ¿Qué leyes quiero para Chile? Lean y comenten si lo desean.
Mientras se debate sobre las grandes reformas, nadie se da cuenta que nuestro país requiere acciones concretas, simples, polémicas e impopulares.
Ley de evaluación al desempeño para médicos generales de zona:
Estoy cansado de ver a médicos con MBA como ministros de salud. Su esfuerzo por dar más becas a futuros doctores de clínica es tan estúpido como desangrarse por inaugurar primeras piedras de hospitales de papel. Chilenos queridos, el 90% de los médicos recién nacidos que trabaja en el sector público atiende pésimo y adoran prescribir agüitas de hierbas y reposo. Basta de su nula empatía e incumplimiento del horario o las funciones para las que fueron contratados. Quiero una ley que establezca que el puntaje obtenido se verá afectado, positiva y negativamente, según el promedio de notas de evaluaciones de satisfacción completadas por todo sus pacientes, si la universidad no les quiere enseñar a ser humanos, forzar una calidez cínica igual sirve.
Pena de arresto domiciliario en vivienda social vulnerable y sin lujos:
Comprendo y acepto que el sistema penitenciario nacional no reúne las condiciones para proteger la integridad de un adolescente de 19 años encarcelado por chocar el Audi del papá o al empresario boletero que prefiere financiar a sus marionetas con fondos del fisco. No sé por qué ningún gobierno ha sido capaz de construir 20 cárceles de baja complejidad que den rehabilitación efectiva, en fin, por esta razón es que me gustaría una ley que condenara a todos esos “lunares sociales” a cumplir condena en una casa de 36 m2, sin internet, son TV satelital full HD, sin colchón Tempur King, sin jacuzzi, sin calefacción central, sin aislamiento acústico y sin piscina temperada. Estoy casi seguro que no existe mejor rehabilitación que vivir como vive una parte del país.
Indolencia Metropolitana:
Si fuera candidato a Presidente, tres cosas prometería: vivir y trabajar en Cerro Castillo, despedir al encargado de protocolo y no estar ni ahí con la capital (y nombrar a Tom Araya ministro de cultura). Hace falta un -o una- regionalista díscolo al mando de Chile, hay que dejar de invertir en votos y abrir los ojos a las personas. Si no pagan por el Transantiago, usar bicicleta o patibus; si el taco dura más de dos horas, escucha la radio o viaja acompañado; si demoras más de cinco horas en arrancarte el fin de semana largo, no salgas, Viña del Mar prefiere a los turistas argentinos.
Quiero una ley de descentralización valiente, es urgente que de una vez se devuelvan los fondos obtenidos en regiones a las regiones; hay centenares de escuelas con infraestructura indigna, hay niños que caminan kilómetros, atravesando puentes colgantes y rutas sin iluminación, por donde corren camiones madereros, todo para aprender. Me van a disculpar, pero aunque respete las marchas, mientras no caminen por Vitacura, Providencia y Las Condes, es puro show mediático. Además estaría bueno que los capitalinos entendieran que la vida que tienen es gracias a anestésicos gubernamentales.
Ley electoral carnaza:
Demás está decir que no le creo a los políticos como clase política, mi confianza es sólo en lo particular, es decir le creo a algunos, en determinados aspectos, pero a todos en todo, equivaldría a autodefinirme como imbécil, por lo mismo, quiero que se derogue el fuero, se haga obligatoria la votación a todo lo que deba votarse, se cree una fórmula para regular el sueldo en torno a la realidad, por ejemplo, máximo 15 veces el sueldo mínimo y que se establezca que si dejan el cargo (por la razón que sea) obligue a una nueva elección entre los candidatos que no consiguieron el escaño en la elección recién pasada (asumiendo, por tanto, un riesgo electoral en tal decisión). Chile no les cree nada y la reelección no es tema tan importante como la probidad.
Hay tanto por hacer, sin duda la reforma laboral es importante, pero ver que vagos legislan sobre las condiciones laborales de los negreados es injusto; la reforma educacional es innegablemente importante, pero ver al personaje de Nintendo siendo incapaz de decir que los malos profesores son responsabilidad de quienes autorizaron la apertura de universidades fungi, que lucran atiborrando el sistema con docentes sin buena ortografía, es una vergüenza; más cuando uno sabe que existe un paro que obliga a muchos padres a no enviar a sus niños a desayunar y almorzar, todo porque Mario no tiene consciencia social, ni inteligencia para protestar de otra forma.
Espero conocer sus proyectos de ley, porque soñar y debatir aquí es más sabio que hacer falsas expectativas.
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