Tras la abultada victoria electoral recién pasada, la reflexión del líder es clave, la oportunidad de hacer un cambio de dirección, mediante el análisis de nuevas estrategias es trascendental, más dentro de un ambiente nacional crispado, donde unos pocos buscan potenciales combustibles para hacer explotar y arder todo, es por ello que, en representación de muchos, en base a declaraciones puntuales, puedo concluir, que Johan no es káiser.
Johan no es káiser, no es como Guillermo II, quien, siendo parte de un linaje de 500 años, intentó ser líder visionario y moderno, en tiempos de crisis de representatividad; un emperador que, en base a discursos disruptivos y controversiales, buscó imperiosamente posicionar a su país dentro de la esfera internacional, haciendo frente a la hegemonía de naciones colindantes. Es cierto, la historia le reconoce aciertos y errores, otorgando responsabilidad al Káiser en los actos que llevaron a la Primera Guerra Mundial (o, mejor dicho, la Gran Guerra) pero si hay algo también claro, es que Guillermo tenía clara la importancia del diálogo, por lo mismo abdicó y se exilió en países bajos, cuando su querida Alemania avanzaba hacia una dictadura militar.
Johan no es káiser, no es como Beckenbauer, deportista reconocido por ser un gran capitán dentro y fuera de la cancha, un estratega, un líder indiscutido, que despertaba el respeto de sus adversarios, alguien que sabía defender ante ataques fulminantes y ser pieza clave en la columna vertebral de quienes confiaban en su jineta, Franz sabía buscar oportunidades y alzarse con la victoria, reflexionando cada jugada, evaluando cada pase, evitando a toda costa dejar flancos y mostrando un esquema de juego funcional, de esos que hacen historia.
Johan no es káiser, no es como Verbal Kint, un artista del mimetismo que, en base a una fluida inteligencia, fue capaz de crear un relato que le permitió cubrir sus intenciones y ejecutar un plan magistral, capaz de dejar a todo el mundo boquiabierto. Söze, era un káiser, más allá de lo cinematográfico, alguien capaz de articular una venganza, sabiendo esconderse en otros, simplificando la tarea de analizar el panorama y salir indemne, pero Johan no es así, ni siquiera alcanza para Fenster.
Johan no es Káiser, tampoco Kaizen, una filosofía de vida, una moralidad samurái que siempre busca la mejora continua, que entiende la oportunidad en un error y la perfección en un acierto, una lógica de crecimiento interno que contribuye al entorno, siempre buscando una mayor calidad.
En tiempos donde Chile ha confiado a un sector político, la capacidad y poder para marcar el rumbo futuro, varios ciudadanos informados, desde los tiempos del hombre de tantauco, nos hemos sentidos despojados de la posibilidad de participar del debate y hemos visto con tristeza y amargura, que los intereses personales de pocos, se superponen a los intereses colectivos de todos; nosotros somos todos quienes aplaudimos a quienes libran batallas para defendernos, y luego observamos con desazón la influencia de las moscas, que paradas en la cola del caballo, sugieren ideas estúpidas al jinete, mientras pregona que aspira concitar acuerdos que eviten climas de violencia.
En tiempos donde Chile necesita una dirección sensata (...) quienes son incapaces de ver que esta oportunidad constitucional no se puede volverse a desaprovechar, deben mantenerse al margen
Chile, en especial los que no coincidimos con posturas socialistas, estamos cansados de todos esos parásitos que piden raspados de olla, que usan fondos municipales para comprar peluches, que conservan sobres con dineros irregulares en sus domicilios, que insisten en que el K-Pop detecta terroristas, que prefieren los candados a los zapatos chinos, que presumen superioridad intelectual olvidando condenas por emitir licencias falsas, mismas que excusaron a sujetos sin ideas que fueron capaces de ejercer acciones violentas en el hemiciclo, mismos todos que una y otra vez, sonríen frente a las cámaras, regalando vociferaciones que avergüenzan a sus electores, etc, etc, etc…. Ojalá que quien hoy lleva la batuta, filtre, ya que concentrando, no pasará el 37%.
Johan no es káiser, no es visionario, no es moderno, no se adapta, mantiene un discurso rígido desde una inexperiencia colosal, tampoco es líder, su gusto aglutinar cuñas le es más relevante que construir proyectos, su deseo por salir en fotos que lo perpetúen en un cargo y le permitan sentirse honorable, no mide el daño realizado a quien persigue metas más nacionales, Johan tampoco es un sospechoso de siempre, su retórica lo hace un culpable explícito, es más, en menos de 20 minutos, es capaz de incriminarse con múltiples evidencias que nítidamente, son propias de alguien predecible. Johan carece de filosofía, es repetición y reacción pura, un representante de barras bravas, un agente de entropía que no progresa, alguien lejano a un cambio bueno.
En tiempos donde Chile necesita una dirección sensata, un actuar político libre de politiquería y gestos de acuerdo tan demócratas como republicanos, quienes son incapaces de ver que esta oportunidad constitucional no se puede volverse a desaprovechar, deben mantenerse al margen, o, mejor dicho, deben ser excluidos de la reflexión, por quienes realmente desean sanar a un país que ha sido demasiado influenciado por tipos como Johan, quien nunca será un káiser.
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Patrick H. Fisk
Gracias por tu opinión Gonzalo, me hubiese servido incluir la escalopa para darle un toque de humor jajaja
Lo que dices coincide con la opinión de varios con quienes he conversado con altura de miras, de ambos lados de la política y si, esperar lo esperable es sensato.
Ahora bien, metiendo idealismo y ajedrez a la ecuación, ¿Y si aprovecharan la oportunidad y presentaran una Constitución potente?, me imagino algo moderno, con contrapesos, con reguladores y con una dirección lo más alejada de los populismos latinoamericanos, pero sin perder el carácter humano que tanta falta nos hace… una constitución como la de Narnia jajaja
Pero en serio, si las estrellas se alinean, sería casi dantesco ver a toda la esfera política unida por un proyecto político impulsado por los que no querían hacer cambios, dejando cómo alternativa, mantener lo mismo; en cambio, simplificando, si la jugada simple es validar la Constitución vigente, el riesgo de perder la elección siguiente no es menor.
En fin… a veces es bueno soñar, sin atender las opiniones de un quiltro potenciado por redes sociales, en eso estamos de acuerdo.
ffrias9
Hay un Twitter que dice lo siguiente: «Cuando quiera dimensionar porqué Chile es visto como uno de los países más ignorantes del planeta, piense que había un Youtuber llamado Johannes Kaiser, con escalofríos al trabajo, misógino, flojo, que estudió 7 carreras sin terminar ninguna y fue elegido Diputado».
Suelo ver los canales que trasmiten las discusiones en las distintas cámaras y en más de una vez he escuchado las opiniones de Johannes Kaiser Barents-Von Hohenhagen y francamente, cuesta entender cómo llego a ser diputado y francamente, sus hermanos no lo hacen mejor.
Saludos y buen artículo
Patrick H. Fisk
Mi estimado Fernando, qué grato es leerte!
Te presento una teoría
Desde que somos niños, en la mayoría de los establecimientos educacionales, se permite al extrovertido y desordenado ser Presidente de Curso, en otros caso, la nena dominante con mayor atractivo físico; los asesores son sus cercanos y a los introvertidos y aplicados, rara se les da un espacio seguro para opinar.
En los debates en plenario, los más adinerados y los mas escandalosos controlan el discurso, dejando al sensato, con ganas de acatar a la mayoría.
No me referiré a los medios, pero el punto es simple.
La política está secuestrada por todo menos Buenos políticos.
El susodicho en cuestión, posee padres que lo prefieren molestando a otros
esaavedrad
Weeeenaaaa, maestro!! Te felicito!! Hasta el título me hizo reír: «Johan no es káiser» 😀 No le da ni pa’ Gohan jajajajajajj
Patrick H. Fisk
If it’s make you happy…. It can be that baaaaaad
jajaja
Ni para escalopa jajaja
Gonzalo Chávez
Estimado, suscribo completamente su opinión.
Gonzalo vicuña
Un antiguo adagio que reza «no vale la pena gastar pólvora en gallinazos». Más relevante para Chile es la escalopa Kaiser. Y a propósito de lo de fondo, lo importante, el partido republicano que no quería una nueva constitución, no se va a contradecir. No van a proponer otra cosa que no sea un copy paste de la constitución que ya tenemos, con algún retoque para que parezca Moderne.