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¿Podemos volver a hacer obligatorios Arte, Educación Física e Historia?

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Nuevo currículum de 3° y 4° medio. ¿Podemos volver a hacer obligatorios  Arte, EFI e historia?

Ya he escrito bastante sobre el problema. Una, quejándome del bajo nivel del debate en las primeras semanas de  discusión y otra analizando la organización de los nuevos ramos. Aquí deseo profundizar en los problemas que implican la reincorporación de los ramos dejados como electivos, y ensayar distintas soluciones con sus pro y contras.

La formación escolar chilena tiene 36 horas semanales de clases, que se ven aumentadas a 42 horas semanales cuando los colegios tienen JEC, cosa que es así en alrededor del 70% de los colegios en Chile. A nivel internacional, somos de los países con más horas de clase obligatorias,  por lo que es totalmente inviable pedir un aumento de horas lectivas anuales.  Antes de la reforma, los liceos Humanistico científicos ( HC), tenían 27 horas de plan común ( 3 Lenguaje, 3 Matemáticas, 3 Filosofía, 4 Historia, 4 Ciencias, 2  aArtes o Música, 3  Inglés, 2  Educación Física ( EFI), 2 de Religión,  1 de Consejo de Curso),  9 horas de plan electivo y con JEC, 6 horas de libre disposición, mientras que los liceos técnico-profesionales (TP), tenían 14 horas de plan común ( 4 Historia, 3 Lenguaje, 3  Matemáticas, 2 Religión, 2  Inglés)  y 22 horas de formación técnica especializada, más 6 horas de libre disposición por la JEC.

Con la reforma, la formación de plan común se uniforma a 14 horas base (3 Lenguaje, 3  Matemáticas, 2  Filosofía, 2 Educación Ciudadana, 2  Inglés, 2  Ciencias para la Ciudadanía), 2 horas de electivo plan común (a repartir entre Religión, Historia, EFI o Artes) y el resto, en ramos de profundización para formación  HC (18 horas, mas 2 de libre disposición, la JEC agrega 6 horas más libres), y en ramos técnicos para la Formacion TP.  Acá MINEDUC debe aclararse, porque en sus infografías algunas indican que las 2 horas de electivo plan común son para todos, pero en otras indican que la formación técnica mantiene las 22 horas, cosa que implicaría que no hay espacio para el electivo plan común en la formación TC.

¿Como mover las horas para reincorporar los ramos ahora optativos? Como se verá, en todos los casos posibles hay que hacer sacrificios y es discutible cual de todos es el menos malo.

Opción 1:

Reincorporar los ramos y punto. Significaría agregar 6 horas a la formación general, para un total de 20 horas de plan común + religión, y 14 horas de formación de especialización en liceos HC. Desde el punto de vista de los liceos HC, es totalmente asumible, ya que los estudiantes continuan teniendo más horas a elección. El problema son los liceos TP, ya que implica perder demasiadas horas de formación técnica. Y por desgracia, la voz de los liceos TP no se ha oído en este debate. ¿Que haremos si los liceos TP arman una escandalera como la que nosotros estamos armando o la que armaron los filósofos en 2016?

Opción 2:

Alguno dirá, bueno, pues que el plan común con 20 horas sea para los liceos  HC nomás. El problema con eso, es que genera una desigualdad educativa entre ambas formaciones, y la formación TC es aquella más vulnerable socialmente, lo que significa seguir reproduciendo las desigualdades sociales en nuestro país, que ya son demasiado elevadas. También significa una contradicción para el movimiento docente, porque fue uno de los consensos que alcanzamos en 2016, cuando estalló la polémica por la eliminación de Filosofía. Creo firmemente que  todos los estudiantes deben tener la misma formación común.

¿Como mover las horas para reincorporar los ramos ahora optativos? Como se verá, en todos los casos posibles hay que hacer sacrificios y es discutible cual de todos es el menos malo.

Opción 3:

Hacer que los colegios usen sus horas de libre disposición para suplir. Si bien implica meterse en la autonomía de los colegios y eso puede ser complicado de gestionar políticamente (probablemente el MINEDUC podría solamente establecerlo como recomendación), hay suficientes razones pedagógicas para hacerlo, y es la estrategia que han aplicado varios municipios para mantener los ramos en cuestión como obligatorios.  El problema es que quedan el 30% de los colegios sin JEC fuera. Además, en los liceos HC sin JEC, hay 2 horas de libre disposición a usar, por lo que se podria elegir dejar uno de los ramos optativos como obligatorio, pero es una discusión de mal gusto y complicada de gestionar para las comunidades educativas. Por demás, los liceos TP sin JEC no tienen esa opción.

Opción 4:

Hacer un ajuste intermedio. Podría ser de 18 horas de formación común y 18 horas de formación de profundización/ especialización técnica según sea el caso. Eso significa reducir el sacrificio de horas técnicas para los liceos TP a un rango más manejable (en especial, si con la reforma, ya veían reducidas sus horas técnicas de 22 a 20, cosa que no está clara) y aumenta mucho la probabilidad de que los ramos declarados como optativos sean impartidos, ya que los estudiantes deberían elegir 2 de los 4 electivos de plan común. Esto se podría complementar cambiando el estatus de Religión de ramo obligatorio para los colegios, pero optativo para los estudiantes, a un ramo optativo para los colegios a implementar en las horas de libre disposición JEC, por lo que los estudiantes deberían elegir 2 de los 3 ramos optativos. El problema con esta opción es que pide sacrificios a todos y no deja contento a nadie. Para quienes vieron sus ramos reducidos a optativos, sus ramos lo seguirán siendo, aunque en la práctica es muy probable que sigan impartiéndose en todos los colegios. Para los liceos TP, significa sacrificar algunas horas de formación técnica, cosa que no se si están dispuestos a hacer, y para los lobbys confesionales, significa aceptar que religión sea optativo siempre. Difícil tarea política.

¿Que haría yo? Pues yo considero peor para el sistema en su conjunto mantener la desigualdad  del plan común entre las formación TP y la HC que hacer que Historia, Arte y Educación Física sean optativas. También considero que como docentes HC hemos sido increíblemente faltos de respeto con los estudiantes y docentes TP, al ocultar completamente las consecuencias que tendrían para ellos el que nuestros ramos vuelvan a ser obligatorios. Por lo mismo,  mis opciones serían la 3 o 4. La opción 3 probablemente sea la que se aplique si es que el cambio curricular termina implementándose, pero a mi no me satisface del todo, ya que deja demasiado a la discreción de los sostenedores y es inaplicable en un porcentaje no menor de colegios. La opción 4 es la que yo elegiría, pero estoy consciente que es la más complicada políticamente y por lo mismo difícilmente verá la luz, ya que ninguno de los actores parece dispuesto a transar.

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7 Comentarios

clado

Hace ya bastante tiempo que se están haciendo ensayos con lo que sucede a los alumnos en las escuelas chilenas, y no encuentro sentido el que se siga intentándolo: ni los alumnos ni sus familias lo merecen.
Tampoco parece muy serio, académicamente hablando, el quejarse “del bajo nivel del debate” sin ir algo más allá de donde la acción ministerial mantiene la analítica de los asuntos relacionados con el currículo escolar, más aún sin darse cuenta de que existe un “modelo educacional” que se pone en operación en los 90 cuando se inicia el “reformatorio permanente” del sistema escolar chileno. Llamo la atención sobre el “modelo educacional” ya que impone un nivel de razonamiento que sobrepasa con creces las consecuencias sin causas en las que nos tiene atrapados y entretenidos al mismo tiempo, sin que puedan someterse a escrutinio profesional público las verdaderas causas que hábilmente oculta. El contar horas más y horas menos, sin recurrir a argumentos profesionales especializados, razones modélicas las llamaría, hacen estériles las intenciones inocentes que creen que esto es de ocurrencia reciente. Entonces no se trata de mover horas, aumentar aquí y disminuir allá; esto es hacer el juego al modelo, a no ser que haya intencionalidades políticas o ideológicas de por medio.
Creo que adentrarse solitario en un mundo de alta ingeniería sociopolítica que tiene unos treinta años experimentando lo que tenemos-con todos los recursos disponibles-, merece una buena revisión.
Saludos.

    Gdecontir

    Hace tiempo que vengo leyendo sus comentarios con mucho interés, y debo decir que por fin me ha quedado claro a donde apuntaba. En mis análisis he soslayado deliberadamente la discusión sobre «el modelo», por dos razones distintas. Una ha sido espacio, ya que el formato de aquí limita los caracteres a lo que he escrito. El segundo, es porque en cuestiones curriculares creo que «el modelo» tiene influencia, pero su influencia es indirecta y contradictoria. Chile tiene una educación mercantilizada, no hay duda. Lucro, copago, selección escolar, libre iniciativa privada en educación, financiamiento público igualitario para todas las escuelas, clasificación de escuelas de acuerdo a ránking PSU y SIMCE, libre elección de escuela por los padres, subvención por asistencia, municipalización, son todos instrumentos que actuan en conjunto. Pero hoy esos instrumentos se han debilitado: ya no hay lucro, ni selección, el copago se ha reducido muchisimo, se esta acabando la municipalización. El mayor movilzador del sistema, el lucro, ya no existe. Hemos mantenido los elementos liberales que son políticamente imposibles de quitar ( como la libre elección, o que todos los estudiantes tengan a igual vulnerabilidad igual subvencion independiente del colegio) y faltan quitar los incentivos mercantilizadores del SIMCE y la PSU, la subvencion por asistencia, etc. Pero si se da cuenta, no hemos hablado de currículum, porque el apirte mercantilizador es menor.

    Gdecontir

    El aporte mercantilizador del curriculum es menor a mi juicio, al lado de todos los otros factores. Radica en que determina los elementos a evaluar por las mediciones estandarizadas ( y el problema radica en la estructura de incentivos asociados a ellas) y sobre todo, porque es demasiado, extenso, detallado y prescriptivo, lo que hace muy dificil contextualizar como corresponde para así ofrecer una educación más atingente, liberadora e intelectualmente desafiante. Pero ojo, hace eso, dando de igual manera las indicaciones y estrategias para ir más allá de una educación estandarizada, al menos en la última versión de 2013.
    Y si miramos el currículum de tercero y cuerto medio, obviando el problema de las horas a distribuir, es el primer currículum nacional que es poco detallado y apunta a contenidos generales y seleccionables por el docente. Si leemos las orientaciones, nos damos cuenta de que paradógicamente, probablemente sea el currículum con menor presión por cobertura que hayamos tenido. Si se quiere, desde esta perspectiva, es probablemente menos funcional al «modelo» que el anterior. Respecto a la selección de los ramos, que es lo que ha generado polémica, siempre será discutible eliminar historia por filosofía y formación ciudadana, pero croe que es poco útil decir que eso responde «al modelo» porque esa selección de cursos, a mi gusto, no es ni mas ni menos mercantilizante. Son humanidades por humanidades, pensamiento crítico por pensamiento crítico.

    Gdecontir

    Es obvio que con Historia, Artes y Educación física siempre presentes el currículum sería más equilibrado, y por eso he tratado de cuadrar el círculo de las horas. Pero por favor, hay mucha gente que dice por ahi que es funcional al modelo el cambio curricular porque responde a las necesidades del empresariado o algo asi. ¿En serio los empresarios prefieren estudiantes que sepan más filosofía y ciudadanía y menos historia?
    En suma, he rehuido hablar «del modelo» a propósito, porque en la discusión curricular la influencia «del modelo» es menos clara y determinante, sobre todo en este ultimo cambio curricular, probablemente el más ambiguo de los que ha habido. Y porque si nos ponemos a hablar del modelo, al final dejamos de hablar de currículum y nos concentramos en otros elementos, igualmente importantes, pero menos atingentes. Obvio que si queremos mejor educación, y lograr que un currículum acorde a la pedagogía contempránea sea existoso, debemos mejorar las condiciones de los profesores, eliminar los incentivos mercantilizadores de SIMCE y PSU, dar más recursos a los colegios más precarizados, pero eso no atañe directamente al curríuculum, es parte de otra discusión.

clado

Reconozco el empeño puesto en afirmar su postura, pero evita derechamente oponer o enfrentar argumentos y hacerlos “litigar”, en sentido lyotardiano (uso la idea utiliza por J-F Lyotard en “La diferencia”), para estimar el nivel de racionalidad académica de los argumentos. Entiendo la materia curricular como propia del ámbito académico (espero no equivocarme); también requiere el deseo de cambiar las condiciones de cómo podemos operar los profesores en la sala de clases.
Sí puedo decir, es que estamos abogando por “modelos” muy distintos, yo diría opuestos, y no tengo otra opción de entender que Ud. intenta mantener -con firmeza-, el “modelo educacional que se pone en acción en los 90” tal como he afirmado más arriba (el 06 de agosto) Su insistencia en llamarlo “el modelo”, evitando su necesario apellido, expone claramente desde dónde hace sus análisis)
Paulo Freire nos pedía utilizar la abstracción para mirar lo que hacemos con nuestra acción en las escuelas. Quería decir, creo, que es imperativo elevar el nivel de nuestro análisis haciendo síntesis coherentes en una lógica que observe la responsabilidad ética de nuestra tarea profesional, y que practicáramos con el máximo rigor que merecen nuestros alumnos y sus familias; pero para eso -las mesas y las sillas -las horas más o las horas menos-, los objetos concretos de la realidad impiden que el pensamiento vuele lo suficiente para llegar a hacer ciencia eficiente en nuestra acción pedagógica en la escuela, y otras cosas.

    Gdecontir

    Me parece que se equivoca en su juicio al etiquetarme como defensor del modelo. Siempre he estado de acuerdo en que hay que desmercantilizar la educación y tengo claro que luego del fin del lucro, la selección y el copago y la creación de una nueva educación pública, la siguiente etapa es la disminución de la presión curricular ( en lo que el nuevo curriculum no esta mal realmente), la eliminacion de los incentivos perversos del sistema de medicion de calidad y las pruebas estandarizadas, seguir invirtiendo en mejorar las condiciones de trabajo de los docentes, entre otros, que permitan general las condiciones estructurales para que de verdad los profes podamos ofrecer una enseñanza profunda y contextualizada.
    En vista y considerando que mi postura le parece la de alguien defensor del modelo, me gustaría que desarrollase ( tal vez en una columna o varias columnas, o en un post breve, como desse ud.) como piensa que debería ser el currículum nacional.

clado

Cuando se emite un juicio profesional se debe presumir que hay algo de racionalidad en eso; creo que las palabras que he usado tienen razones de estar y no hay desmerecimiento alguno en ello. Como construyo “otro modelo”, uno que distingue nítidamente qué hacemos nosotros en este baile “donde muchos siguen perdiendo”, creo valioso que eso cambie; esa es la tesis “traducida”.
Agradezco sus comentarios y lo que llama “etiquetar” no es más que decirle desde dónde estoy mirando lo que dice, porque hay razones profesionales para eso y creo que valioso revisar el fondo –lo fundacional, digo-, para enfrentar nuestra debilidad que debemos asumir definitivamente. Insisto porque es importante: espero le interese.
El hablar de profesión tiene que ver con “tomar una posición” profesionalizante, donde la tesis del pedagogo escolar puede sonar paradigmáticamente propia (en la versión kuhniana) Esto tiene una larga y riquísima evidencia.
Cuando muchas profesiones hacen lo mismo en un mismo espacio, ¡pero en distinto tiempo! “desaparecen” las especificaciones fundacionales que las distinguen: eso es imperativo de compartir para saber dónde estamos nosotros, qué lugar-función ocupamos nosotros en las aulas escolares (es aquí donde “”la profesión” ha perdido casi todo y también nuestros alumnos y sus familias)
Hoy no tenemos un espacio de responsabilidad profesional reconocidamente propio y es la razón de que “muchos sigan perdiendo”; ¿“pérdida de matrícula”?: es muy posible y también más.