«El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social»OMS
En 1948 la OMS (Organización Mundial de la Salud) sostuvo su primera reunión y hoy, un 20 de octubre del año 2019, se puede decir, que nuestro Chile, está enfermo.
No puede ser que existan tantos problemas sin solucionar en un país, algunos cada día tienen más poder adquisitivo y por lo mismo, siguen enriqueciendose y otros, la gran mayoria, cada día y con más esfuerzo, se desgastan más, trabajan más, se enferman más y que se tiene: sistema de pensiones miserables, creditos estatales y privados que destrozan familias, jornadas extenuantes, poca comunicación en el hogar, presupuestos nacionales para cultura y educación cayendo en picada, tratar de sacar las artes y la historia de los curriculums escolares, individualismo al máximo, licencias psquiátricas en aumento, suicidios adolescentes, no solo en la gran capital, sino en todo el país.
Descontento generalizado, desconfianza en los gobiernos, desconfianza en las autoridades. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo no se pudo poner freno antes?
Las políticas sociales, no son sociales, no se piensa en los Derechos fundamentales de las personas. Todo se ha pasado a llevar.Necesitamos un nuevo Chile, un Chile más pensante, más crítico, partiendo por quienes se eligen como representantes.
Hoy, además de las protestas pacíficas y la libertad de expresarse, tenemos delincuencia en las calles, enfrentamientos y muerte.
¿Podemos estar en paz?
No, no podemos.
Toda la falta de voluntad política de un Chile entero que brilla por la ausencia de mejores oportunidades, cada cual tratando de salvar lo que puede, o lo que le queda.
Educación, esa es la palabra, con educación se logran mejores sociedades, mejores personas, mejores países.
En las urnas está la revolución, en el diálogo abierto y constante, en la conversación diaria en las mesas, en elegir a las personas pensantes y preparadas para los cargos políticos y no al que tenga más dinero para comprar votos en las campañas electorales.
La violencia que vemos en las calles es producto de nuestro Chile enfermo, que pide ayuda a gritos.
Hoy hay un estado de decepción hoy hay un sin número de problemas que solucionar.
La bomba de tiempo, ya estalló.
La violencia llama a más violencia, la educación a más educación.
Tristeza y desolación se ha producido en nuestro país, en nuestros compatriotas que viven en el extranjero y ven desde sus televisores y redes sociales lo que está pasando en nuestras veredas.
Urgentemente nuestro Chile necesita soluciones, las armas no lo son, la represión no lo es, la quema de lugares públicos y privados tampoco.
¿Cuál es el Chile que queremos?
La Constitución de nuestro país, en el Artículo 19 asegura el “ El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona”
Eso no está sucediendo.
No se está respetando nada.
El planeta cada día más atormentado por la contaminación, los recursos naturales de la Tierra vendidos, el agua, los bosques, la destrucción del medio ambiente y así un suma y sigue de todo lo que nos enferma.
El egoísmo, la envidia, la falta de oportunidades, tanto y tanto que lleva a que las personas ya no den más.
Las formas de manifestarse, las formas de protestar.
El saqueo es una ofensa al mismo país, el romper todo lo que está al paso, es nefasto, como podemos salir con nuestros hijos a la calle si hay peligro?
Por qué se actúa a última hora, por qué los que tienen la autoridad y el “poder” para solucionar las cosas no lo han hecho?
¿Por qué esperar que la población se levante y “luche”? ¿Por qué no hacer los trámites constitucionales cuando es debido?
¿Por qué el ciudadano común, ve una y otra vez sus derechos vulnerados, por qué ver que todos quieren hacer trampa en el juego?
¿Por qué?
Necesitamos un nuevo Chile, un Chile más pensante, más crítico, partiendo por quienes se eligen como representantes.
Las personas, todas, niños y niñas de este país no pueden verse expuestos a tanta violencia, y menos a la violencia extrema.
¿Qué les estamos dejando a las nuevas generaciones?
Pasa por nosotros, los adultos, los ciudadanos, necesitamos salud, salud para vivir, salud para permanecer, salud para trabajar física y psíquica.
Ya no tiene que ver con partidos ni colores políticos, tiene que ver con mirar Chile de otra manera, de ver a nuestro Chile enfermo, agonizante, y todos y todas trabajar por su mejoría.
Comentarios
21 de octubre
EXCELENTE, ES MI PENSAMIENTO Y CREO NO EQUIVOCARME EL DE A MAYORÍA DE LOS CHILENOS.
+2
21 de octubre
Muchas gracias . Seguiremos escribiendo y opinando..
21 de octubre
Agradezco a esta bibliotecologa,hacer este a análisis,de cómo estamos los chilenos enfermos ,con un dejo de amargura,es .i caso trabajar tantos años,y no poder disfrutar de tu pensión,haciendo filas en el consultorio,para un paracetamol.Muy cierto como plantea el Chile,en el que vivimos hoy,con tantas riquezas,que se van a los bolsillos de los grandes Gracias por tener el coraje de levantar su voz,que es la de un pueblo oprimido.Gracias.
+1
08 de mayo
Parto porque el ser humano por naturaleza, creo yo, es egoísta, egocéntrico y entre más tiene más quiere tener: poder y dinero, no importándole el resto. Además le falta inteligencia, porque si la gente no tiene ingresos o muy pocos no les van a poder comprar a sus empresas. Somos de corta vista, porque el humano empresario lo quiere todo hoy, sin importar las consecuencias: qué no le vuelvan a comprar y lo más grave, destrucción de la naturaleza y el planeta.
Solución pragmática: que haya una mejor distribución de la riqueza, entre otros, a través via impuestos, tipo países nórdicos, sueldos justos de acuerdo a su aporte a la productividad y ganancia de la empresa, gratificación a los trabajadores equitativa al capital, mayor capacitación. Empresas de servicios estén en manos del Estado y no de los privados que privilencias el lucro al servicio: agua, luz, salud, educación y previsión social. Más control sobre el libre mercado y un Estado de bienestar con más poder, con los mismos derechos económicos que los privados. Ahora con la pandemia se ha visto lo amarrado de manos que está para hacer más. Entre otros, cuando sea necesario control de precios y apropiación de empresas particulares y creación otras del estado, cuando haya especulación, acuerdos ilegales, baja producción mal intencionada, no cubran las necesidades de la mayoría de la ciudadanía, etc.
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11 de mayo
Muy de acuerdo con lo planteado en la columna.
Esperamos y trabajamos día a día para que la situación cambie y podamos gozar de un Chile Justo.