En los últimos años, se ha establecido como un recurso mágico en las escuelas de hoy, el bautizar los distintos comportamientos que superan “la normalidad” de los niños y niñas como déficit atencional. Antes, dos décadas atrás, más menos, se le denominaba a aquel comportamiento como falta de madurez, cuando todo lo tomaba para la risa o cuando casi nada lo tomaba en serio. “Algo” de razón se tenía porque la edad así lo indicaba.
A propósito del nombre ¿Existirá el superávit atencional ? ¿Existirán los niños y niñas super concentrados? ¿ Que le sobrará o abundará en los niños y niñas con superávit atencional?
En nombre del Déficit Atencional han quedado tantos niños y niñas y jóvenes al margen del camino, que me he atrevido a orillar el tema en cuestión. Para esto me parece fundamental indagar y responder a la siguiente pregunta:
¿Cómo son los niños y niñas de hoy ? Son hiperactivos; triple pantallas; hipertextos; aprenden haciendo; autónomos; lúdicos; nativos digitales; tienen un desarrollo neuronal distinto; silenciosamente ruidosos , conciben el error como un detalle dentro del aprendizaje y son amigos de los amigos y de lo virtual.
Porque el Gaspar , el Javier y la Trini están en tres mundos simultáneos, a lo menos, deben tener el registro de las rutinas y de las lógicas de cómo se mueven las cosas. Porque saben que las cosas cambian cuando ellos o ellas intervienen. Porque saben que deben repetir lo que le dicen los profesores para sacarse buenas notas (aunque el Mamut que le mostró en clases el profesor y el que le indicó su mamá era distinto, él debe creerle al profesor). Lo demás es pérdida de tiempo. Y no es porque el profesor lo dice y lo sabe. Es de realismo puntual y accidental. Pero, no es por mayor legitimidad.
Porque son la conciencia histórica de lo que somos. Ellos y ellas están espontáneamente dispuestos y dispuestas a “pasarnos las facturas de nuestras inconsecuencias” Porque los protocolos establecidos en sus mentes no se basan en la formalidad de la fuerza y del autoritarismo. Porque son transversales y horizontales, los juicios que emiten son pantallazos de nuestras contradicciones. Porque es natural, en su imaginación digital, que el error se resuelve aplicando otra “tecla”. Y nos sorprenden, en cada instante.
Porque las promesas deben ser cumplidas, queda poco espacio para las explicaciones. Porque debe existir una correlación entre lo que se piensa, se dice y se hace, no hay tiempo para no cumplir las expectativas. Porque las imágenes y los sonidos son más expresivos que un montón de letras. Porque las innovaciones son permanentes, el presente para los niños y niñas de Hoy no conciben un presente estático. Porque los niños y niñas de hoy no tienen en sus prioridades comprarse un reloj.Y por último, porque en los niños y niñas de hoy, no está en su lista el pedirles a los padres ayuda para hacer las tareas,
Por todo lo anterior, nos debería caber la siguiente pregunta: ¿cómo responden la escuela y los profesores y las profesoras?
¿Cómo son los niños y niñas de hoy ? Son hiperactivos; triple pantallas; hipertextos; aprenden haciendo; autónomos; lúdicos; nativos digitales; tienen un desarrollo neuronal distinto; silenciosamente ruidosos , conciben el error como un detalle dentro del aprendizaje y son amigos de los amigos y de lo virtual.
Como dice el profesor Claudio Donaire Retamal,“ cuando lo pobre y la pobreza se transforma en el estándar, la obviedad es lo disponible para justificar los resultados” ¿Como llegar a concebir el promedio de lo que se debe aprender un niño o niña, en los tiempos que vivimos, si la manera de aprender está “pegado” en el pasado?
¿Cómo el Mati se puede concentrar en los estudios, si el amor de los padres está ausente? ¿Qué culpa tiene el Mati que el neurólogo y el sicólogo le diagnosticaron que su comportamiento silencioso era por carencia de afectos y no necesita de medicación y los profesionales recomendaron que era imprescindible. “ El afecto; el cariño y darle responsabilidades en la sala”. Mas, la profesora fue contundente. Ella dijo que eran rasgos de autismo lo que tenía. ¿Cuándo se iba a imaginar el abuelo que al repetir los diagnósticos del neurólogo y del sicólogo frente a la Profesora Jefa, su nieto iba a ser nominado para ser expulsado del colegio? Y la Profesora Jefa entonces, al ser contradicha, empezaron las anotaciones a “poblar” el libro de clases con juicios categóricos y “llenos de una riqueza inconmensurable”: “No trajo la flauta” .“Comió en la sala de clases una manzana a las 11 de mañana”. “ Recogió una regla haciendo ruido con la silla” “ Se levantó del asiento sin pedir permiso”. “El cuaderno no tiene la materia de lo dictado”.“Las comunicaciones no han sido firmadas por la apoderada”. “ A veces canta el himno del Colo – Colo” y otras observaciones, propias de un prontuario. Como lo dijo el abuelo Carlos: “Es cierto que el Mati no estaba quieto en su asiento; se paraba habitualmente; no tomaba apuntes; cantaba; a veces se arrastraba por la sala de clases; las notas a veces eran brillantes. Pero nadie me advirtió que de acuerdo al Manual de Convivencia Escolar: “ que pararse de su asiento , sin autorización era una falta grave. En resumen: a fin de año del 2012 le cancelaron la matrícula al Mati.
El abuelo Carlos creyente de la nueva institucionalidad recurrió a la instancias correspondientes y al final del Informe de la Superintendencia de Educación, dice lo siguiente: “En virtud de la información obtenida mediante el análisis del informe escrito se puede concluir que el colegio actuó de acuerdo a la normativa interna sobre la convivencia que lo rige, aplicando el procedimiento que corresponden a lo ocurrido. Concluyendo que no se ha detectado en el proceder de la institución una vulneración a la normativa educacional, damos por cerrada la presente denuncia”.
¿Sera posible concebir que los niños y niñas de un cuarto básico u octavo año, van a responder de la misma manera que en otro año? ¿Es posible que los niños y niñas puedan concentrarse durante 2 horas pedagógicas? ¿Cómo se construye el perfil de un niño o niña, si los contextos en los cuales se desarrollan son diferentes en las 345 comunas; en las 54 provincias y las 15 regiones?¿Cuando se elabora un horario escolar se toma en cuenta los estilos de aprendizaje de los niños y niñas?¿Si las escuelas están enajenadas por el SIMCE, cuando vamos a liberar a los niños y niñas de nuestros país?¿Si cada niño y niña tiene un ritmo de aprendizaje diferente cómo avanzamos respetando los ritmo de cada uno?¿Qué hacemos para que los niños y niñas estén quietos en la sala de clases, mientras el profesor explica los contenidos de una asignatura?
Por todo lo anterior, la escuela de hoy, debe repensar su rol; mirando y sintiendo, con los ojos de los niños y niñas de hoy; incidiendo de mejor manera en la construcción y la innovación curricular y redefiniendo el papel que juegan los profesores y profesoras, incorporando a otros profesionales: neurólogos; sicólogos; sociólogos; antropólogos, y otros, en función del desarrollo integral de los niños y niñas.
En definitiva, se debe enfrentar los mitos, y leyendas y superando los recursos mágicos y mejorando las prácticas pedagógicas abordando de mejor manera el desarrollo neuronal y emocional de los protagonistas del colegio.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad