En Chile hay 4.369.035 de niños(as) y adolescentes, de los cuales 1.017.985 se encuentran en situación de pobreza multidimensional. Alrededor de 150 mil son atendidos en alguno de los programas de protección de SENAME; de ellos, cerca de 12.000 se encuentran en cuidados alternativos (Residencias o FAE), medida extrema de protección, tras haber sido gravemente vulnerados en sus derechos.
Es cierto que la institucionalización sólo afecta a familias en situación de pobreza multidimensional. Pero, también es cierto que la mayoría de las familias que viven en situación de pobreza cuidan y crían desde el amor y respeto a sus niños (98%).
De los niños/as que se encuentran en cuidados alternativos, 428 fueron adoptados durante el 2017 (3.5%). Anualmente “egresan” del Sistema cerca de 200 adolescentes a la vida independiente, la mayoría de las veces sin haber tenido la oportunidad de restituir su derecho a vivir en familia.No es un diagnóstico errado decir que hoy la adopción falla, no solo porque no se visualiza como alternativa, sino porque además es un proceso demoroso.
Existe consenso en la necesidad de apoyar a todas las familias en el cuidado de sus hijos, muy especialmente a aquellas que lo han perdido, desplegando todos los recursos necesarios para revertir dicha situación. Esta debe ser la prioridad y siempre la primera opción. Ahora bien, es igualmente importante reconocer que habrá casos excepcionales en los que esto no será posible y es en esas situaciones donde la adopción, como medida subsidiaria, debe ser considerada a tiempo para restituir el derecho de esos niños y niñas a vivir en familia.
No es un diagnóstico errado decir que hoy la adopción falla, no solo porque no se visualiza como alternativa, sino porque además es un proceso demoroso. De acuerdo a lo señalado en el mensaje del proyecto de ley en discusión: los niños permanecieron, en promedio, 2 años 15 días en las instituciones de cuidado alternativo antes de que se diera inicio al procedimiento de susceptibilidad. Junto a ello, el promedio de tramitación de las causas de adopción, fue de 8 meses con 26 días.
Este ha sido y es uno de los nudos críticos del proceso de adopción, especialmente si consideramos que la evidencia señala que es en la primera infancia donde se desarrollan aspectos del ser humano esenciales para su sano desarrollo y desenvolvimiento posterior.
Por lo tanto, debemos avanzar, no sólo para mejorar las fallas, errores y vicios existentes en el actual sistema de adopción, con el fin de ofrecer un proceso de calidad que sea digno y justo, tanto para las familias de origen como para las familias adoptivas; sino principalmente para asegurar que sea el interés superior del niño lo que prime al tomar las decisiones. Finalmente el derecho es de ellos a ser hijos e hijas.
Ana María Leal y Catalina Berrios, Fundación Pléyades
Amanda Lacalle y Ma. Eliana Reyes, Fundación Apoyo Adopción
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