Algunos agentes políticos de este gobierno y algunos oficiales uniformados, están conformes con lo que consideran una operación de inteligencia exitosa, al anular proyección de la palabra “Hambre” sobre un muro del edificio de Telefónica, (Movistar), en Santiago. Aparte de esta opción trivial, no se conocen otros objetivos de esta acción llevada a cabo por parte de los mentados funcionarios. Volveré sobre esto más adelante.
Los efectos y resultados inmediatos fueron:
- Se neutralizó la imagen de la palabra ”Hambre”, proyectada por la empresa Delight Lab sobre el edificio.
- Se produjo contaminación lumínica, provocando más malestar a los vecinos que la palabra que se quería neutralizar. Estos vieron de pronto fuertemente iluminados sus departamentos por los reflejos provenientes del edificio corporativo, de luces que debieron ser muy potentes para ocultar la imagen de Delight Lab, interfiriendo así con la tranquilidad habitual de los residentes.
- También se produjo contaminación atmosférica por las emisiones del combustible para los generadores eléctricos que alimentaron a los reflectores, y problemas de tránsito, por la utilización de los camiones que trasladaron los focos.
- Se gastó y utilizó elementos de control y comunicaciones, para coordinar la operación, informarla, dar las órdenes, adquirir y movilizar recursos, y otros inherentes a la actividad, (personal para operar camiones y reflectores; todos recursos adquiridos o arrendados, sus desgastes, la energía o el combustible empleados para ello, y todo aquello que aun no está cuantificado ni rendido como tal, pero que es atribuible a gasto operacional).
- Hubo impacto. Se obtuvo como resultado una amplia difusión del acontecimiento, por distintos medios, no tanto por las proyecciones de la empresa, sino que del intento de anularlas por la autoridad, como un acto antidemocrático para evitar manifestaciones o actos políticos fuera del programa oficial.
Si alguna entidad dedicada a la interpretación de las señales del pueblo, (como la conocida y cuestionada española Alto Data Analytics, que entregó en octubre pasado su cuestionado informe a la Agencia Nacional de Información sobre el comportamiento de redes sociales chilenas y vinculadas a Chile sobre el estallido social), decidiera hacer un estudio enfocado ahora en este acontecimiento, probablemente los datos nacidos del hecho nos depararían sorpresas sobre el interés y la cobertura por sectores del orbe, y también sobre las cantidades de aprobaciones y de condenas. Una aplicación más precisa se lograría aplicando inteligencia de negocios, mediante inteligencia artificial aplicada sobre Big Data. Sus resultados sobre el análisis de la opinión pública, contenida en los comentarios surgidos tanto en las mismas publicaciones como en las redes sociales, podrían sorprendernos.El objetivo fue silenciar una señal que se interpreta como política, (en otras circunstancias, podría aparecer como una especie de intervención, o de una instalación, de alguna puesta en escena artística). Y para ello se hizo uso de las fuerzas policiales.
Volviendo sobre los objetivos o motivaciones, aparte del trivial ya mencionado, no se conocen otros. Tampoco se conoce el origen de la medida, como para indagar sobre esto. Mientras no existan antecedentes confiables, como memos, circulares, órdenes escritas, u otros documentos oficiales, sólo queda conjeturar sobre los objetivos en base a los hechos, los resultados, y los antecedentes contextuales.
Entonces, conjeturemos:
- El objetivo no fue mantener el orden público en el sector, puesto que lo habrían perturbado con la medida. Sería un contrasentido. Y si ese fue el objetivo, quedaría un trabajo que hacer sobre el diseño del procedimiento y sus fundamentos teóricos.
- El objetivo fue silenciar una señal que se interpreta como política, (en otras circunstancias, podría aparecer como una especie de intervención, o de una instalación, de alguna puesta en escena artística). Y para ello se hizo uso de las fuerzas policiales.
- La fuerzas policiales pudieron actuar independientemente, sin consultar, ya sea por atribuciones legales existentes o improvisando procedimientos de forma arbitraria y partidaria, es decir, para lograr una ventaja o beneficio político de manera ilegal o antirreglamentaria. Estaríamos ante una fuerza policial politizada y sesgada, que habría actuado motu proprio.
- Es una medida para silenciar a un contrincante político, y utilizando ilegalmente la fuerza pública y los demás recursos asociados, que pone en práctica silenciar ya no la palabra, sino que todo mensaje político o de semejanza política contraria o de apariencia contraria al régimen. Se trata de una demostración de fuerza, de astucia (de inteligencia), de poder, de capacidad de táctica político-militar.
Como conclusiones, se pueden mencionar:
- La medida fue ineficaz, puesto que la proyección de este y de otros mensajes permanecen, dando por ganadora a Delight Lab, y lo que es peor, a sus seguidores. Es decir, el Estado se metió en una pelea chica, destinado a perder.
- Fue contraproducente, pues en lugar de aplacar un problema, lo exacerba, lo sobre-expone, y crea uno nuevo.
- Existen probabilidades de encontrar juicios sobre esta reacción de la autoridad que la califican como un hecho reprobable, deplorable, o a lo menos cuestionable.
- No hubo arte en esta medida.
Entonces: ¿Por qué ocurrió todo esto? – ¿Pudo ser de otra manera? – ¿Debió aplicarse de otra forma la inteligencia militar?
Sí, sin duda. En lo personal, creo que en este caso no debió hacerse inteligencia militar. Eso queda para regímenes de dudosa o falsa calidad democrática. O dictaduras.
Al final, esto habla mal del diseño de los procesos de inteligencia. En efecto, al inicio del proceso de inteligencia, y antes de pasar a su ejecución, debería haber una compuerta que marque las opciones alternativas: ¿Seguir con una operación de inteligencia? y ¿No seguir con una operación de inteligencia?
Lo cierto es que a estas alturas del desarrollo humano y de sus ciencias y técnicas, todos los procesos deben ser sometidos a normas y condiciones de calidad.
El Estado debe decidir las normas a seguir de entre las existentes a nivel internacional, para calidad y certificaciones. Y este no es un trabajo policial ni militar. Es un trabajo técnico-científico, de ingeniería.
Comentarios