Entender el liderazgo, exige enfocar la atención en la relación existente entre el líder y los liderados, quienes adhieren a una visión, directamente relacionada con la gestión y el cumplimiento del pacto establecido con quienes, unidos, confieren y validan la condición de líder.
Dada mi deformación profesional, me es fácil describir los distintos tipos de liderazgo y esgrimir hipótesis sobre el más idóneo en los tiempos actuales, pero siendo franco, eso sería contraproducente, por lo mismo, quiero detenerme a reflexionar sobre los elementos distintivos de aquellos líderes que marcan la historia de la humanidad.Me preocupa el futuro de Chile, no veo líderes, por lo pronto el individualismo y el instrumentalismo electoral resumen todo
Un gran líder es honesto, habla con la verdad, asumiendo las consecuencias que ello genera, ahora bien, si consigue ser asertivo, podrá planificar mejor la estrategia para expresarse, pero siempre con la claridad, de que alguien se verá ofendido.
Un gran líder valora la vida, siempre la pone por delante, su generosidad y vocación de protección social es máxima, por lo que nunca antepone los intereses económicos, por sobre los humanos.
Un gran líder es propisitivo, proactivo y visionario, siempre trata de adelantarse a los acontecimientos, ve la crisis sin juicios y persigue oportunidades para superarla, sin evadir, siempre de frente.
Un gran líder se rodea de personas que suman, que critican, que proponen, que no aplauden de manera refleja y que entienden las órdenes como lineamientos, un gran líder entiende que la inteligencia humana es diversa, no sintiéndose amenazado si una reflexión es superior a la propia.
Un gran líder entiende la resiliencia en virtud del equipo, del todo, como en el colegio «por mi y por todos mis compañeros», estando dispuesto al sacrificio personal si es necesario, honorable e inevitable.
Me preocupa el futuro de Chile, no veo líderes, por lo pronto el individualismo y el instrumentalismo electoral resumen todo, aparentar se ha vuelto la única forma de mostrarse congruente y eso, además de ser hipócrita, termina costando vidas e ilusiones.
Un gran líder, nunca trabajaría con Larroulet, Briones y Figueroa, tampoco con Vidal, Rosende y Molina… En fin, ser jefe de Gobierno, no es lo mismo que ser Líder del País
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