La perseverancia de Lagos es curiosa. A algunos les parece algo triste, demasiado porfiada en momentos en los que la porfía está bien vista sólo en esos indignados que gritan, patalean, pero no dicen nada concreto. Cuando se lo ve en entrevistas en programas a los que nunca antes fue, conversando con personas con las que nunca antes conversó, al ex Presidente se lo ve remando en contra de una corriente que está a punto de arrasarlo, aunque él se convenza de lo contrario. Aunque crea que de esta peligrosa huida del Olimpo de los ex presidentes saldrá algo positivo.
La corriente se llama Alejandro Guillier y sus generalidades ambiguas. Todos quieren estar de su lado aunque no sepan muy bien lo que piensa, ya que prefieren perder con alguien popular que quedarse tras un añejo tótem que representa todo lo que alguna vez aplaudieron y hoy, sin siquiera sonrojarse, niegan en todo momento y lugar.
Guillier pareciera ser la oportunidad para redimirse. Por eso es que muchos buscan tocarlo y estar lo más cerca a su figura para, finalmente, poder acceder al cielo «progre» del que más se alejan mientras más cerca están de Ricardo Lagos. Él fue el “presidente de los empresarios”, se repiten en su interior, para así convencerse de que nunca estuvieron de su lado.
Pero lo cierto es que la historia dice otra cosa. Todos los que hoy dicen aborrecer aspectos de su gobierno, en el pasado se llenaron la boca con la socialdemocracia mientras el ex líder del NO estuvo en La Moneda. “Es un estadista”, repetían, alentando así al ex mandatario a presentarse luego de la primera administración de Bachelet para seguir “completando su obra”.
Hoy nadie quiere saber de esa obra. Al contrario, mientras en menos fotos aparezcan con Lagos, más posibilidades tienen de seguir repitiendo sin ningún remordimiento que Guillier es el “Pedro Aguirre Cerda del siglo XXI”, sin saber todavía cuál es su plan, ni menos cuál es precisamente la orientación con la que quieren continuar las necesarias reformas implementadas por el actual gobierno.
No quieren discutir perspectivas ni enfrascarse en una discusión realmente profunda, porque la levedad de Guillier es más segura y peligrosa para sus estabilidades personales.
Pareciera que las ideas son más bien un estorbo cuando se trata de arrimarse tras el que tiene más preferencias en las encuestas. A nadie le parece relevante cuestionar algunas afirmaciones del candidato mientras este esté a pocos puntos de un Piñera cada vez más fácil de alcanzar. ¿Proyecto? ¿Revitalización de la izquierda? No, gracias, para eso tienen al rostro que puede ganar.
A algunos les gusta esta manera de hacer política, pero lo cierto es que a muchos nos parece bastante triste. Nos llena de incertidumbre hacia el futuro tener a un presidenciable que todavía cree que es opinólogo de televisión, cuando tiene grandes posibilidades de llegar al cargo más importante de una república de las características como la nacional.
Nos parece complejo que no haya un debate ideológico profundo en ese sector que se hace llamar “progresista”. Es como si se haya renunciado a los postulados y a los cambios de paradigma con tal de seguir aferrados al poder, como también a un reformismo tímido y complaciente. ¿Por qué no discutirle a Lagos las ideas en vez de dejarlo hablando solo? ¿No sería más lógico superar el pasado que representa haciéndole ver que su insistencia no corresponde al tiempo actual, en vez de ignorarlo? Personalmente me parece que sí. Que la única manera de levantar un real proyecto que supere el pasado es con una matanza al padre fundamentada, y no basada en encuestas hechas por la derecha.
Pero eso, salvo Fernando Atria y otros pocos, nadie en los partidos quiere entenderlo. No quieren discutir perspectivas ni enfrascarse en una discusión realmente profunda, porque la levedad de Guillier es más segura y peligrosa para sus estabilidades personales.
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Hay algo curioso en cada figura presidenciable. Ellos representan una eventual solución a un problema. Luego, ya tienen esa solución. Cabe preguntarse, ¿por qué no la plantean?, porque, si hablamos de que tenemos un problema, y problemas tenemos varios, ellos vendrían a solucionarlos con su fantástica y distinta posición política. Y es un problema por resolver lo que a ellos los atrae a la Presidencia. Un problema que tiene la gente, porque a ellos los mueve el ayudar a la gente. Sin embargo, sus soluciones no se plantean en ningún lado público y no se conoce una discusión de esas soluciones con el Gobierno, ni hay incentivo para que esto pase y para que ello sea de dominio público o materia nacional de primera importancia o el top nº uno en todas las discusiones públicas.
También el ambiente de los presidenciables se realiza a codazos y a televisión que te hace popular. Esto limita el número de postulantes a la Presidencia. Si no eres socialmente popular, no tendrás la posibilidad de ser Presidente jamás. La Constitución dice que cualquier ciudadano mayor de x años puede serlo, pero, eso es infalible; no es real. No hay garantía legal para que cualquier ciudadano sea Presidente. Y debiera serlo por preferencia de la gente, pero, basada en los planteamientos del candidato, donde muestra qué hacer y cómo lo hará.
Tal son las cosas que yo digo que tengo mejores ideas que ese par de candidatos y lo podría demostrar, si existiera el medio institucional para hacerlo…
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Lagos, Guillier y Piñera. Representan corrientes de la política: pasada, presenta y futura. Los tres son buenos candidatos. Pero, representan destinos distintos. A pesar de lo que dices, Lagos llevó a grandes avances en relación con desarrollos de obras con incidencia en desarrollos económicos. Por lo mismo, tiene la experiencia de lo bueno y de lo no tan bien de lo que hizo. Ya en el período Lagos, el periodista Guillier sobresalía en honradez de sus publicaciones periodísticas. Con enfoques precisos de realidades fqe otros colegas suyos, escondían. Por lo que fue de gran valor, por ejemplo, cuando aclaró que el Caso MOP GATE. Publicitado por la derecha con acusación constitucional. Hasta que Longuera hizo suyo el caso, y lo aclaró. Lo que permitió a Lagos, seguir gobernando. Y Piñera, es un especulador financiero, dedicado solo a incrementar su fortuna. A como de lugar, aprovechándose de información privilegiada, como parte orgánica de la dictadura, cuando repartía entre familiares y amigos la riqueza del estado social. Y después, prosiguió como gobernante
Para mi, el Quinto Poder es solo una fantasía. No aclara el sentido de lo que es el PODER. Porque es la ciudadanía mandante, la dueña del primer poder. Sus mandatarios en uso del poder son: el presidente del Ejecutivo administrador de la riqueza social, y el Legislativo. Porque en verdad, el poder es un sistema. Y todo sistema obedece a tres partes. Que dan forma a: el núcleo mandatario y a la ciudadanía mandaria.
la ciudadanía mandataria simplemente no existe
Existe un sistema que pare Presidentes y eso echa a andar la máquina política, económica y de prensa. El sistema de todas formas parirá un Presidente, quiera o no votar la ciudadanía
y este accidente, sin un Programa de Gobierno que sea sensato y con una forma de uso del Presupuesto más racional, simplemente nos sumerge en una vorágine de creencias y especulaciones con resultados socio-nacionales que nos hacen creer que las cosas se pueden hacer mejor y que nuestro sistema político no lo está logrando.
Y cómo el sistema pare Presidentes, ahora, y como siempre, está manifestando a sus candidatos televisivamente aceptados para que llenen la parte del sistema que contiene el ilucionismo del Presidente que esta vez sí lo va a hacer bien, o al menos nos hace creer que será el mal menor, o que no se le arrugará la capa cuando vista su uniforme de capitán Presidente
Pero, los resultados del sistema no satisfacen al ciudadano y aquí estamos en las vueltas de esto. Que se manifiesta un problema, y que no se resuelve y que el otro gobierno lo va a resolver y finalmente ninguno lo hace.
Y con la esperanza de algo, llegamos a creer en fantasías. «La ciudadanía mandataria» es una de ellas, porque la realidad nos dice que si la ciudadanía es «algo», eso es la esclava del sistema. La que tributa impuestos, multas e intereses. La que come pan y circo tv. La que hará las filas para rayar votos por las mega estrellas candidatos a la Presidencia.
Y luego a la siguiente fantasía.
Claudio Trujillo
Francisco, estoy de acuerdo con tu apreciación sobre Lagos, pero creo muy superficial categorizar de «Leve» a Guillier cuando aún no ha comenzado oficialmente la carrera política. Con diferencia a Lagos, que él si Necesita ser presidente por convicción propia, él si necesita dar a conocer sus ideas para tratar de convencer de lo imposible.
En cambio con Guillier y como bien dices, es preferible caer con algo nuevo que volver a las mismas mentiras y con la gravísima posibilidad de que siga vendiendo a Chile.
Creo que hay que esperar a que Guillier hable en serio y con una propuesta de gobierno concreta, que por lo pronto, aún no llega ese momento ya que no es «Ese Momento».
Saludos.