Las repúblicas democráticas tienen espacios claros establecidos por normas claras de participación, representación y ejercicio del poder. O al menos así debería ser. Un Presidente, una vez en el poder, al ser representante de esta República, deja de usar todos los otros espacios que podía usar como ciudadano común, ya sea marchando o reclamando en contra del Estado. Principalmente porque él es el Estado. O lo representa. Más aún en un sistema tan presidencialista como el chileno.
Una de las grandes razones por las que un candidato llega al poder, es precisamente para cambiar cosas que cree injustas o administrar el aparato estatal. De lo contrario, no lo haría. Es cierto, no siempre se puede. Sin embargo, esto no puede hacer que el mandatario se rebele en contra de lo que representa. Al contrario, debe, de todas maneras, continuar intentando aquello que busca realizar o al menos tratar de darle continuidad democrática al gobierno. No hay espacio para gustos personales. La misión es demasiado grande. Y siempre puede dar señales mediante actos simbólicos y materiales que al menos pretendan dar mensajes implícitos o explícitos.
Entonces, ¿qué hacía Boric marchando con los familiares de detenidos desaparecidos hacia el Cementerio General? Me podrán decir que estaba mostrando el compromiso de su gobierno, que es claro, lo tiene, con la causa a 50 años del golpe de Estado (lo que ha demostrado con el plan de búsqueda encabezado por el ministro de Justicia, Luis Cordero). Y, desde luego, eso puede ser. Sin embargo, también pareciera ser una manera de recordar quién es. De expresar que sigue siendo el mismo, que el poder no lo ha cambiado, que es tal vez la forma más estúpida de usar La Moneda como herramienta social de cambio y compromiso con las familias de los perseguidos en dictadura. Es infantil. Es tratar de reconciliarse con los años estudiantiles, con esa brisa epocal que de esos años que lo hicieron ser una figura importante a nivel nacional.
Los románticos dirán que es un gesto bonito. Que se ha codeado con la gente. Que ha roto esa distancia que da la Presidencia con el lugar de donde viene. Pero eso es menospreciar su rol como autoridad. Si hubiese pensado así, Salvador Allende no hubiera postulado a la casa de gobierno para intentar cambiar paradigmas. Tampoco lo hubiera hecho Frei Montalva ni siquiera Arturo Alessandri Palma en los años 20, cuando ya comenzaba a aparecer una ciudadanía más politizada en el mapa político.
Conducir el Estado es una misión enorme y trae consigo el compromiso del gobernante de hacer todo lo posible para cambiar rumbos desde ese lugar, precisamente porque es, en democracia, el único desde el que se pueden ejecutar acciones importantes referidas a la vida de los chilenos. Esmerarse por demostrar que, aparte de ser jefe de Estado, es también lo que alguna vez fue, es una escenificación innecesaria cuando se está a la cabeza de un país. Y es también una forma nada bonita de decirse derrotado por la propia maquinaria que comanda. Dar por perdidas las batallas que debe o debió dar desde adentro desde el día en que quiso ser Presidente.
Según su lógica, ahora debería marchar en contra de las AFP, de las Isapre y luego volver a la oficina como si nada. Me parece al menos torpe. Los presidentes no marchan, gobiernan y actúan. Para eso es el poder.
Comentarios
12 de septiembre
No era una marcha. Era una peregrinación: iban al cementerio a homenajear a los asesinados por la dictadura. Acompañó la peregrinación (que no marcha) una cuadra, como un acto simbólico de hermandad de la persona que ocupa la institucion de la Presidencia, es decir, del poder ejecutivo del Estado. Representa al Estado que con este acto institucional, le otorga la solidaridad a las víctimas y consolida la responsabilidad del Estado de hacer justicia y reparación.
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13 de septiembre
1
«Las repúblicas democráticas tienen (o debieran tener) espacios establecidos por normas claras de participación, representación y ejercicio del poder»
2
«…porque es, en democracia, el único desde el que se pueden ejecutar acciones importantes referidas a la vida de los chilenos»
En 1 y 2, sucede que los ciudadanos solo hacen rayas (ya sabes, visto como «hunga hunga, Yo Rayar Gran Voto Democrático, tú rayar too», y eso…)
En cambio, al Presidente se le conceden toda clase de poderes propositivos
(esto puede ser un desastre, recordando a un marxista que proponía estupideces y las ejecutaba, lo que puede incluir a nuestro flamante Presidente, que quiere crear tumbas económicas, destruyendo la economía y trayendo pobreza a los que tienen menos, lo cual es bastante estúpido también)
Entonces, «Ese Método Presidencial Democrático Que Nos Rige yo creo que ya debemos darlo por fracasado, DEMASIADO PELIGROSO, nos puede llevar a que un Presidente Marche junto a quienes terminarán quemando como si fueran una banda de destrucción con esteroides de poder»
Entonces, arreglando el problema, debemos democratizar el Poder Civil, creando un Ente que Represente a Los Ciudadanos de Chile desde el que emane un Programa De Operaciones que impongan los chilenos al Poder Ejecutivo
Esto es el nacimiento a la racionalidad, la Creación de Un Cuarto Poder del Estado, El Poder Civil
que administre el 1% del Presupuesto Nacional a partir de Enero 2024
con el método de podercivil .cl
SiNoHayOtro
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