Somos una agrupación marxista y clasista de mujeres, LGTTBI y varones, que lucha contra la explotación y opresión patriarcal.
¿Por qué clasista? Porque entendemos que si bien como mujeres y LGTTBI somos socialmente diferenciadas, discriminadas y oprimidxs, las diferencias de clase hacen que vivamos de manera diferente esa opresión.
¿Por qué contra el capitalismo y el patriarcado? Porque un sistema sostiene al otro: para el capitalismo es útil la diferencia de género, que significa menos salario para las mujeres por igual trabajo, la carga del trabajo doméstico o el cuidado del hogar y porque nos imponen valores que vienen de las iglesias y la moral conservadora, para mantenernos atadxs a concepciones sobre la familia, la sexualidad y otros temas. Si bien la opresión a las mujeres es anterior al capitalismo, con este adquiere rasgos particulares que lo permiten convertirse en un aliado para el mantenimiento de este statu quo.
¿Por qué Pan y Rosas – Teresa Flores?
Pan y Rosas es la consigna que utilizaron las mujeres de Lawrence (Massachusetts, EE.UU.), que protagonizaron una huelga de obreras textiles a inicios del siglo XX ante las injusticias que existían en su lugar de trabajo, la cual tras una ardua lucha y firme decisión hace ceder a los patrones que aceptan la jornada laboral reducida y el aumento de los salarios, temerosos de que se propagara el grito de “queremos el pan, pero también las rosas”.
Y porque reivindicamos la lucha de Teresa Flores, dirigenta obrera chilena, que junto a Luis Emilio Recabarren fundó los centros femeninos Belén de Sárraga por 1913 en el norte salitrero, organizando la sección femenina del Partido Obrero Socialista, siendo la primera dirigenta mujer de la Federación Obrera de Chile.
Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.
Nuestra lucha es para terminar con toda forma de opresión y explotación. Queremos derribar el patriarcado y el capitalismo, considerando que sin revolución sexual no hay revolución social y a la inversa. Decimos basta a la discriminación y opresión hacia las mujeres y LGTTBI, denunciamos el machismo, la desigualdad salarial, el sexismo en la educación, la violencia de género.
Pero entendemos que para terminar con la opresión es necesario terminar con el capitalismo, que se sostiene en la explotación de una clase sobre otra, condenando a millonxs de trabajadorxs a la miseria, la inhumanidad, los bajos sueldos, la precarización laboral. Inclusive las conquistas democráticas que hemos logrado se ven amenazadas cotidianamente por la explotación patronal o terminan siendo derechos o reconocimiento generales. Somos “ciudadanxs” pero las más pobres de las pobres son mujeres, las más precarizadas y violentadas. Ingresamos al mundo laboral con trabajos feminizados y bajos sueldos. No tenemos derecho al aborto, ni a una sexualidad libre, menos a una maternidad protegida y segura.
Nuestra lucha es para terminar con toda forma de opresión y explotación. Queremos derribar el patriarcado y el capitalismo, considerando que sin revolución sexual no hay revolución social y a la inversa.
Nuestra lucha
Te invitamos a participar de esta agrupación de mujeres anticapitalista, clasista y revolucionaria, independiente de los partidos patronales que defienden la democracia para ricos y las iglesias, por eso creemos que así como los burgueses se organizan con sus partidos, los y las trabajadores y trabajadoras necesitan organizarse en su propio partido, uniendo tras de sus fuerzas a todos y todas los explotados y oprimidos.
Pan y Rosas – Teresa Flores se plantea una lucha por nuestros derechos y nuestra liberación, por la revolución socialista junto a la clase trabajadora, para lograr nuestra verdadera liberación como seres humanos, de la opresión social y oprimidas para terminar con toda opresión y explotación y sentar las bases de nuestra emancipación efectiva. No depositamos nuestra confianza en los políticos patronales, defendemos la separación del Estado de la iglesia, por una educación gratuita, laica, no sexista ni heteronormada, el derecho al matrimonio igualitario y el fin de la homo-lesbo-trasnfobia.
Te invitamos a discutir con nosotrxs, formar parte de nuestra agrupación “Pan y Rosas – Teresa Flores”, y participar en nuestras actividades.
«El género nos une, la clase nos divide».
Comentarios
18 de septiembre
Para considerar: En el capitalismo los hombres y mujeres nos encontramos sometidos a su aparato productivo para intentar satisfacer nuestras urgencias. Por eso, no vivimos nuestras vidas sino que realizamos funciones preestablecidas por los objetivos de la acumulación privada del capital que así nos considera apenas como una mercancía que crea valor en su beneficio. Es decir, cuando cumplimos el rol de «asalariados» nos convertimos en seres enajenados; de hecho, como empleados somos un engranaje más de una máquina mayor cuya lógica se establece a partir de una serie de instituciones políticas y sociales que nos controlan. Lo interesante es que a través de la revolución en el modo de producción, el hombre puede liberar cierto tiempo para su desarrollo personal. En realidad, dada la alta productividad social nos es posible trabajar menos horas para dedicarnos a otros menesteres.
En otras palabras, esa alta productividad minimiza considerablemente el «tiempo socialmente necesario para la producción» ahorrando y liberando horas que pueden aprovecharse para satisfacer demandas que van más allá del consumo para sobrevivir. Pero, el neoliberalismo milita contra esta tendencia porque dado su alto grado de explotación acabamos por vender no solo nuestra fuerza de trabajo sino también el tiempo libre en la forma de horas extras por ejemplo. Así ya no trabajamos para vivir sino más bien vivimos para trabajar. Nos urge entonces luchar por otro modo de producción- ajeno y alternativo al capitalista- para recuperar nuestra integridad como personas y sociedad.
+1
25 de noviembre
Es lamentable lo de esta mujer con pensamiento encontra de toda moral, por lo que se ve su alimento es el odio y el orden de cualquier sociedad moralmente a favor de la familia y el esfuerzo propio del trabajo, su mente torcida por la lascivia y concupiscencias la tienen atada al libertinaje que no tiene nada que ver con la libertad. Si no le gusta Dios, porque le muestra su pecado, que se vaya a vivir a otro país, el que ella admira Rusia, pero le digo que también le irá mal pues ahí a los homosexuales y lesvianas no los quieren lo dijo Putin el 7 de febrerro
-5