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Convertir el crecimiento en bienestar

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Una visión integradora del proyecto de país que se necesita supone una nueva cultura y un tipo de desarrollo que responda tanto a la lógica económica como también y por igual a la lógica social y a la lógica ecológica. Supone entonces un Desarrollo sustentable que significa sustentable ambientalmente y humanamente.
Hoy tenemos que dar un nuevo impulso al desarrollo, con más crecimiento, pero a un desarrollo sustentable, capaz de convertir el crecimiento en bienestar para todos. Eso obliga a dar continuidad y sostenibilidad a las reformas realizadas, a la que están en discusión y a las que faltan, como por ejemplo a la previsional, aunque se hagan con gradualidad para ser bien preparadas y bien gestionadas.
Chile ha consolidado su democracia y logró crecer mucho y por muchos años. Chile hoy es más rico que nunca en toda su historia, pero tiene el desafío de convertir esa mayor riqueza lograda en bienestar efectivo para toda su población.
Tenemos que ver cómo integramos bien los desafíos que esto implica. Convertir el crecimiento en bienestar a diferencia de “el crecimiento equitativo” o “crecimiento con igualdad” donde lo sustantivo era el crecimiento y “la equidad o igualdad” el adjetivo, en nuestra propuesta el sustantivo es el bienestar y el adjetivo el crecimiento. Lo anterior supone considerar qué:
– Que el bienestar es algo más amplio y diverso que la equidad
– Que a la gente le interesa más el bienestar y “su” bienestar que la equidad
– Que el centro de la propuesta es el bienestar y no el crecimiento
– Que el desafío mayor no es crecer sino que cómo convertimos el crecimiento en bienestar
– Que el bienestar debe conducir o “comandar” las estrategias de crecimiento
– Que ello supone un crecimiento mejor de más calidad que solo cantidad
– Que tenemos que generar los ÍNDICES que reflejen lo anterior para evaluar y orientar las políticas públicas de otra manera
– Y que además de “crecer distinto” se necesitan reformas contundentes en otras áreas para poder garantizar OTRO DESARROLLO.
Un estudio reciente del Boston Consulting Group, BCG; junio 2015, que realiza una Evaluación de desarrollo económico sostenible (SEDA) a través de diez dimensiones que son: ingreso, estabilidad económica, empleo, salud, educación, infraestructura, igualdad de ingresos, sociedad civil, gobernabilidad y medio ambiente, examina cuan efectivos son los países en convertir la riqueza en bienestar. Chile aparece en una calificación de 0 a 100, con 65,4 puntos, lo que lo pone como líder en América Latina, seguido por Uruguay y Barbados, y de las diez dimensiones evaluadas está en 9 sobre el promedio a nivel mundial. Sin embargo, su punto débil es la igualdad de ingresos, área en el que Chile obtiene 21 puntos, frente a la media global de 53,7 puntos, constituyendo una mochila muy pesada en cuanto a su sustentabilidad.
Todo esto confirma que si bien es necesario crecer no basta con ello. Hoy tenemos el desafío de integrar una propuesta de impulso al desarrollo retomando un mayor crecimiento con la capacidad de mantener el proceso de reformas. No podemos pasarnos hoy al puro crecimiento como única respuesta. No podemos pasar hoy de la llamada “retroexcavadora” a la “religión del crecimiento”. Porque si bien las cosas no han funcionado bien los últimos 3 años, tenemos que recordar que la Concertación por la Democracia de los últimos tiempos más conservadora tampoco funcionó. El país y los movimientos sociales exigieron reformas que miradas en su globalidad sin duda permiten hoy hacer más sustentable el crecimiento del país.
Cuando Chile crece hoy, ese crecimiento se distribuye de manera muy simétrica a la estructura socioeconómica preexistente, por lo cual, la mayor parte de ese crecimiento es capturado por los más ricos. Necesitamos modificar eso de tal manera que cada nuevo punto de crecimiento se distribuya proporcionalmente a favor de los más necesitados. Para ello se requiere considerar que el crecimiento debe estar en condiciones de sustentar un cierto nivel de bienestar colectivo y a su vez de bienestar individual y familiar, es decir, colectivamente este crecimiento permite contar con un conjunto de bienes y servicios públicos de calidad que posibiliten nuestra mejor calidad de vida en ámbitos de Educación, Salud, Seguridad Ciudadana, Áreas Verdes, Necesitamos Transporte, Internet, entre otras, así como también los espacios de oportunidad para superarnos en lo personal y familiar.
Por eso también necesitamos crecer de mejor manera basándonos en un proceso de transformación productiva que genere mayor valor agregado, que se base más en la redes de empresas territoriales y aprovechando las oportunidades de las economías locales, aumentando la diversificación e intensidad tecnológica de la economía y generando como consecuencia de todo ello mejores remuneraciones.
Las remuneraciones deben pasar a jugar un papel más central en nuestros esfuerzos. Los actuales salarios ni siquiera alcanzan para pagar lo básico en la actual sociedad de mercado: estamos en un modelo inviable porque los salarios no alcanzan ni permiten ser parte de ese mismo modelo.
Pero también hay que redistribuir mejor por la vía de impuestos más progresivos y de aumento del gasto público con un uso también más progresivo de ese gasto. Efectivamente existen una gran cantidad de subsidios y también exenciones tributarias muy regresivos. No debemos olvidar que nuestra gran diferencia en la distribución del ingreso con los países más desarrollados se produce luego de impuestos y transferencias sociales. Parece interesante la idea de poner hiperimpuestos al 1% más rico, lo que en general es considerado una buena política.
Políticamente necesitamos para impulsar esta mirada una acción conjunta del estado, los colectivos públicos, las asociaciones privadas y los ciudadanos: lo que se ha denominado “una gobernanza de concertación”. Se necesita conjugar la socioregulación, la ecoregulación y la egoregulación.
Tenemos que recuperar la capacidad de articular, integrar y vertebrar que tiene la buena política, ante tanto tecnócrata y populista. Necesitamos más política. ¡Eso es lo que ha faltado de manera exasperante estos últimos años¡ Recuperar también el sentido colectivo de la acción política por sobre los individualismos extremos: ¡Aquí nadie se salva solo! Asimismo, debemos recuperar el rol de liderazgo con contenido y trayectoria del politic@ por sobre el predominio del prototipo “personaje público conocido y atractivo” determinado por la sociedad de consumo y mediática. Necesitamos liderazgos reales y no puras figuras.
Ricardo Lagos por lo mismo, puede ser una solución a la situación actual del país, en la medida de que lo que él aporta naturalmente, como su plus en cuanto a liderazgo, retoma del crecimiento, concreción de proyectos de envergadura e impulso del país hacia adelante, se vea también como lo que permitirá realmente dar continuidad, viabilidad, solvencia y sostenibilidad a las reformas, con una agenda de futuro.

Chile hoy es más rico que nunca en toda su historia, pero tiene el desafío de convertir esa mayor riqueza lograda en bienestar efectivo para toda su población.

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5 Comentarios

Arturo Ruiz

La verdad no veo cómo es que la oligarquía cedería algo de dinero y poder para esto. Chile es un proyecto fallido de sociedad.

Jose Luis Silva Larrain

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Perdón el atrevimiento pero primero seré franco y lo diré: Esto es un gancho político. Expone datos para afirmar un propósito común para casi todos, responde a la depreciación acelerada de las reformas según todas las encuestas, se puede identificar con él los que están con el aborto y los que están en contra, los que quieren privatizar Codelco y los que quieren estatizar el resto de las mineras, los de allá y los de acá. Es lo «políticamente correcto», un artículo cómodo porque al ser tan amplio se asegura muchos votos y además da respaldo para después hacer cualquier cosa sin contradecir estos nobles y desinteresados argumentos. Pero sabemos que la política es así.

Dicho esto por un lado me sorprende que vaya quedando atrás la pasión por la retroexcavadora y se comience a dar un valor manifiesto al crecimiento. Pero por otro lado me extraña que todavía nadie se da cuenta que ese ímpetu por «redistribuir» al final casi nunca favorece a los mas pobres sino a los grupos de presión.

En fin, no creo que volvamos pronto a la autopista pero al menos dejamos de alejarnos.

Hace poco mas de un año hubo un articulo con este recorrido.

http://www.elquintopoder.cl/politica/algo-breve-de-lo-recorrido-y-por-recorrer/

Saludos

solopol

solopol

Viendolo desde un punto de vista solo economico, y no politico, tenemos que: hoy se trabaja mas que antes, disponemos de menos horas de descanso y de menos vacaciones que hace decadas; hoy las viviendas son mas pequeñas y con menor superficie, son mas solidas y tienen mejores terminaciones, y son definitivamente mas pequeñas. Solo desde ese punto de vista, concluimos que: tenemos menos tiempo y menos espacio. Y debiera ser al reves: porque un pais que se desarrolla tiene mas tiempo libre y mas vacaciones. Entonces el desarrollo no es tal, hay un crecimiento que duro hasta cierto punto (es innegable eso) y luego se comenzó a revertir. Y al parecer, tal como sugiere la columna, el dinero no pudo comprar bienestar: se fallo en concretar y traducir el dinero y los recursos en bienestar. Y esa es una forma de ineficiencia: si un pais crece durante 30 años, tiene mas dinero, mas recursos, accede a mas bienes, pero vive peor, hay algo que no esta siendo eficiente. Los paises desarrollados: ahorran tiempo, ya sea mediante maquinas, tecnologia, nuevos metodos, educacion; viven en viviendas mas comodas y amplias; tienen mas vacaciones. Las vacaciones indican una economia robusta. Los pobres no toman vacaciones. No pueden comprar tiempo para hacerlo. Slds

Jose Luis Silva Larrain

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Perdóneme Gio pero comparado con los 70 y anteriores hoy en Chile se trabaja mas, el trabajo es mejor pagado que antes y el tamaño de la vivienda se fué adaptando a nuevos tamaños de las familias. ¿Cree que nos acercamos mas al desarrollo si nos dedicamos a dormir siesta y vivir en potreros? ¿Cree que los que llegaron al desarrollo lo lograron así?

Obviamente el crecimiento se va deteniendo en cuento se va destruyendo el modelo de crecimiento que nos dejó el gobierno militar. Ese gobierno entregó el país el año 90 con un desempleo de 5%, un crecimiento del 10%, y el precio del cobre estaba en la mitad de lo que tenemos ahora. Y con la clara enseñanza que si el país quería seguir creciendo a esas tasas para llegar al desarrollo debía sostener los cinco pilares del modelo de desarrollo: El respeto a la propiedad, la reinversión de las utilidades en los negocios, las privatizaciones que generan ingresos y no gastos al estado, el plan laboral que disminuyó las huelgas y orientó la regulación laboral a la productividad y el sistema previsional de capitalización individual privado. Ese era lo que se decia el año 90 y se demostró que es cierto. En la medida que se sostuvo el modelo de crecimiento siguió el crecimiento y en la medida que se rompió el modelo, el crecimiento se detiene. No puede se mas obvio, ¿Como se explica para que se entienda?

Esto se dice una y otra vez y se demuestra una y otra vez que es cierto. ¿ Que es lo que no se entiende?

Saludos

Servallas

Escribir lo que otros quieren escuchar, y ser políticamente correcto es lo que uno esperaría de un discurso de campaña, el tema de fondo es que no se plantea una cuestión fundamental, ¿como se financia el bienestar?, el bienestar es caro, puede costar a un país irresponsable la bancarrota, es evidente que todo el mundo quiere bienestar, no es materia de anuncios ni de panaceas que se le pueda ocurrir a un grupo de cerebros. Lagos es un político que tiene una capacidad que otros no han desarrollado, mira en perspectiva,  pero ¿podrá hacer algo cuando el sector que lo apoya no cree para nada en las capacidades individuales de generar riqueza si se dan espacios de libertad ?. Hoy, a punta de bonos se ha hecho creer a la gente que el estado puede y debe aliviar sus vidas con ayudas económicas, y no al revés, que el estado garantice marcos legales claros y estables para que operen allí miles de agentes económicos y entonces se genere  empleo de verdad y no espuma. Al fin, hay cantos de sirenas pero los grupos de presión, los grupos ultras y otros colectivos que se crían en las universidades se encargarán de empujar el país hacia la socialización, hacia la pobreza colectiva donde ya anidamos por muchísimos años.