En septiembre de 1976, tres medios de comunicación informaron sobre un supuesto crimen pasional que acabó con la vida de una hermosa joven, cuyo cuerpo, con evidentes signos de estrangulamiento, había sido hallado por un pescador en playa La Ballena de Los Molles. Sin embargo, tiempo después, se develó que esa noticia era parte de uno de los montajes periodísticos más abyectos que se efectuaron en dictadura. El cadáver correspondía a Marta Ugarte, una mujer de 42 años que fue detenida, torturada y asesinada. Sus homicidas, ex agentes de la DINA y pilotos del Comando Aéreo del Ejército, tras décadas de impunidad fueron recientemente condenados a prisión.
Marta Lidia Ugarte Román desapareció en agosto de 1976. Su familia, desesperada, la buscó sin hallar rastros de su paradero. Simultáneamente, la prensa de la época informó acerca de la muerte de una joven, a causa de un crimen pasional, en septiembre de ese mismo año. El Mercurio, La Segunda y La Tercera publicaron sobre ese homicidio sin revelar la identidad de la mujer. Eso, hasta que en diciembre el cuerpo fue identificado como Marta Ugarte, por su hermana y el odontólogo Luis Ciocca. La que había sido descrito como una “hermosa joven de 23 años”, en realidad se trataba de una mujer de 42 años, que había sido detenida, torturada, asesinada y, posteriormente, lanzada al mar por agentes de la dictadura de Pinochet.Su familia, desesperada, la buscó sin hallar rastros de su paradero. Simultáneamente, la prensa de la época informó acerca de la muerte de una joven, a causa de un crimen pasional
De acuerdo con el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (1991), Marta Ugarte permaneció recluida en el sector denominado La Torre de Villa Grimaldi, “muriendo a consecuencia de las torturas de que fue objeto”. “La afectada sufrió en vida una luxo fractura de columna, traumatismo torácico abdominal con fracturas costales múltiples, ruptura y estallido del hígado y del bazo, luxación de ambos hombros y cadera, y una fractura doble en el antebrazo derecho, habiendo fallecido el 9 de septiembre de 1976”, detalla el mismo informe sobre el resultado de la autopsia.
Además de especificar el trato bestial que padeció en Villa Grimaldi, el Informe Rettig concluye que la víctima “fue detenida y hecha desaparecer forzosamente por agentes del Estado, quienes violaron así sus derechos humanos, lo que se confirma por el hecho de que fortuitamente haya aparecido su cadáver, que sus captores intentaron ocultar arrojándolo al mar”. Aunque, previamente, se le había administrado una inyección letal, sin resultados inmediatos. Por lo mismo, uno de los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) la estranguló con uno de los alambres que unían el riel a su cuerpo. Pero nada de eso sirvió. Una vez lanzada al mar desde el helicóptero, el riel se desprendió de su cuerpo, lo que permitió que llegara a la orilla y develara la verdad del horror.
En el documental “El diario de Agustín”, aparecen dos periodistas que escribieron sobre la noticia, Beatriz Undurraga (El Mercurio) y Pablo Honorato (Las Últimas Noticias; hoy en Canal 13). A pesar de que ambos vieron el cuerpo, cubrieron el asesinato como un “crimen pasional”, faltando a la verdad. Es más, transgredieron los elementos que para Kovach y Rosenstiel son esenciales en el ejercicio periodístico, a saber: lealtad con la ciudadanía, independencia de las fuentes y del poder, y verificación y exhaustividad. Mientras sus colegas eran perseguidos y asesinados, ellos ejecutaban el plan comunicacional que orquestó la dictadura para ocultar los crímenes de lesa humanidad.
Recientemente, tras décadas de impunidad, Miguel Vásquez Plaza, Ministro en visita para causas por violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, dictó sentencia contra pilotos del Comando Aéreo del Ejército y ex agentes de la DINA, luego de 18 años de presentada la querella por el secuestro calificado y homicidio de Marta Ugarte. Todos ellos fueron condenados, al menos, a pasar un año en prisión.
“Vino del mar / envuelta en agua azul, / la trajo el viento del más allá, / dormida en las olas de espuma y sal / sobre su propia herida mortal”, escribió Patricio Manns, inspirado en Marta Ugarte, la canción “Vino del mar”. Un canto a la mujer, la profesora, la modista, la comunista y activa funcionaria pública durante el Gobierno de Allende, que vino del mar para guiar a un pueblo herido hacia la verdad.
Comentarios
10 de diciembre
Yo tambien preparo mi homenaje a esta mujer luminosa/ Un cuadro.
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