#Medios

Flaco Favor al Flaco del Rio

Compartir

Diversas opiniones e impresiones he visto tras la determinación de TVN de separar al periodista Matías del Rio del programa Estado Nacional y sin miedo equivocarme, creo que al flaco le hicieron un flaco favor.

Con una población aproximada de 7 millones de habitantes en la Región Metropolitana, nuestra capital monopoliza las noticias, relegando al resto del país a reportajes de vacaciones, alertas de desastres naturales, notas sobre temas medioambientales y uno que otro relleno accidental, quizás por lo mismo, Matías del Rio abandonó las noticias de encerronas, marchas y congestión vehicular para amargarse en programas de debate y discusión política que, duela a quien le duela, importan menos que el bloque deportivo.

Pero vamos al meollo del asunto, la discusión sobre intervencionismo y control de los medios.

Desde hace ya un buen tiempo, los directores de prensa y editores periodísticos, atrapado por el rating y los cuoteos políticos han permitido que la objetividad e imparcialidad de los periodistas sea nostalgia del pasado, promoviendo abiertamente que expresen abiertamente sus opiniones, críticas y posturas, dando a los rostros de la televisión la posibilidad de cimentar un camino de notoriedad mediática, que muchas veces catapulta sus aspiraciones políticas y personales, mientras entregan información supuestamente relevante para la ciudadanía.

Es paradójico ver la facilidad de los medios para aprovecharse, por acción u omisión, del adiestramiento intelectual que siembra hace años la clase política, generando que «el pueblo» aplauda y pifie el actuar de periodistas con una supuesta sintonía cívica e ideológica, una que hoy se ve aún más mermada gracias a la irrupción de Amarillos por Chile, quienes apropiándose del peor insulto que un político puede recibir (ser tildado de amarillo) hoy marcan un antes y un después en la lógica duopólica y polarizada de izquierdas y derechas.

Desde hace ya un buen tiempo, los directores de prensa y editores periodísticos, atrapado por el rating y los cuoteos políticos han permitido que la objetividad e imparcialidad de los periodistas sea nostalgia del pasado

Volviendo a Matías del Rio, desconozco si su carrera política se verá coartada por este cambio en su rumbo, siendo franco, pienso de inmediato en Amaro Gómez Pablos y Carolina Escobar, dos Periodistas internacionales que han sido alejados de la primera línea de las noticias, permitiéndoles volver a sonreír y ser un aporte, porque cómo dije en el segundo párrafo de esta columna, hoy las noticias se enfocan en dar puros malos ratos a los capitalinos y miedo a los regionalistas.

Respecto a Estado Nacional, si uno lo analiza en detalle podrá concluir que es una lata de proporciones, un coliseo de barras dónde conseguimos ver a connotados políticos criollos diciendo lo que quieren y no los que se les pregunta, llegando a acuerdos con los del sector propio y ofendiéndose cuando salen pillados, dudo que alguien haya cambiado su intención de voto producto de una declaración de los invitados de siempre, quienes van, única y exclusivamente, para posicionarse para futuras elecciones. Lo más trágico, es que después de trasquilarse en vivo, juntos y tomaditos de las manos, toman un cafecito, mientras pregonan cuñas para medios digitales ahí presentes, mientras claro, la adiestrada audiencia, hace barra en redes sociales creyendo que serán escuchados o aplaudidos por los gladiadores de la televisión.

Entonces ¿Qué perdió Matías del Rio al salir de Estado Nacional?, creo que nada, quizás pueda verse afectado en temas de sueldo, pero en términos de calidad de vida, creo que su familia será la más contenta, porque duela a quien le duela, lo importante en esos programas es la polémica barata y no la conversación real, para eso tenemos City Tour, ¿Cuál es tu huella?, Disfruta la Ruta, Chile Profundo y varios otros más, dónde los políticos no son invitados.

5
7

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

5 Comentarios

any

Faltan buenos periodistas que informen, comuniquen desde la imparcialidad…y no sean opinologos.

    Patrick Fisk

    Faltan buenos editores y directores que regulen el ego de los periodistas en pantalla sin autorregulación

any

Tambien

Alejandro Celis

Alejandro Celis

En mi modesta opinión, es legítimo que un periodista tenga una postura política; no creo en la «objetividad». Pero de allí a actuar como lo hacía el Sr. del Río hay una distancia enorme. Casi nunca he visto Estado Nacional, precisamente porque la descripción que usted señala de ese programa es acertada. Pero cada vez que he visto a ese periodista en otras instancias en que no me queda otra que soportarlo, lo que veo es a un pésimo periodista que trata de imponer su propia opinión, sin escuchar ni realmente interesarse por entender la perspectiva del entrevistado. Uno podría hasta creer que está viendo una comedia de mala muerte, una parodia de lo que NO debe ser un programa de ese tipo.

    Patrick Fisk

    Gracias por tu opinión Gonzalo

    Tampoco creo que exista o pueda darse la objetividad periodística hoy, principalmente porque no vende.

    Sobre imponer la visión, desde la irrupción de Alejandro Guillier con sus soniditos hueones cuando algo no le caía bien, pasando por Mauricio Israel y su opinología moralista sin sustrato, llegamos a la prensa actual donde lo correcto es amarillismo.

    Creo que Matías del Río hacía el trabajo que le pedían (y por el que le pagaban), así de simple y si sacaba reacciones, hacía bien su pega.

    Sumando y restando, somos un país sin pensamiento crítico y profundamente atrincherados, por lo mismo, no hay noticias objetivas, esas no venden, ni representan.

    Éxito