Las personas no católicas podemos valorar positivamente la visita diplomática de Francisco a Chile en, al menos, dos aspectos:
En primer lugar: la reforma ética en la Iglesia Católica que deviene de la libertad personal de las mujeres y hombres de distintos género de decidir sobre el cuerpo propio que propone a las personas que toman votos de castidad y celibato, una alternativa de vida sexual sana, en pareja. Las represiones del cuerpo, en un discurso público, son una práctica muy poco viable de ser saludable y en general, vivida en la praxis, según una distorsión de la sexualidad, que se diagnostica en el pontificado de Benedicto XVI como “Lobby Gay” y que se evidencia socialmente, como una proliferación de las denuncias judiciales de pedofilia o pederastia, hacia clérigos y otros dignatarios eclesiásticos. Esta situación, podría ser abordada desde la realidad chilena, por el Papa.
En segundo término, la reforma social en nuestro país de quienes vivimos pobreza y precarización. Inclusive para decidir casarnos, experimentamos la decisión de evaluar el ‘Legado de la Presidenta Bachelet’, en torno al Programa de Equidad Social. La apuesta de generar al menos “Pisos Mínimos de Protección Social”, en materias de seguridad social, tales como: Previsión Social, Salud, Educación, Vivienda y Trabajo; se vivencian, desde la convocatoria a los derechos humanos que realiza ONU y OIT, desde 2011, en favor de la Justicia Social. Si Bachelet prometió ir más allá del keynesianismo, en el Camino de una construcción libertaria, de socialismo en democracia, favorecida por una Economía Social en crecimiento; en la presencia del Sumo Pontífice del Estado Vaticano, Su Excelencia la Presidenta de la República de Chile, puede generar compromisos, del próximo Gobierno con el Pueblo, en aceptar:
- Programar tributación a mercados suntuarios y el gasto fiscal, en favor de la distribución del ingreso, en forma más equitativa,
- ir a las discusiones del proceso de asamblea constituyente, que han sido itinerario desde las asambleas barriales, de carácter popular; hasta las convocatorias comunales, provinciales y regionales, que se dieron en la convocatoria gubernamental y que son mejor devenir, de una Asamblea Constituyente, para la ‘Nueva Constitución de Chile’.
Las personas no católicas podemos valorar positivamente la visita diplomática de Francisco a Chile en, al menos, dos aspectos:Tercero, Su Santidad puede propiciar pactos de lo público-privado con las organizaciones sociales de la ciudadanía, en favor de bienestar, libertades sociales y paz para la interculturalidad de los distintos sujetos de derecho. De esta forma, nos encontramos en un progresivo rumbo, de integrar lo cambiante, como parte de los factores de desarrollo a escala humana, lo que podría ser defragmentante, atendiendo a un mayor diálogo entre los distintos. Entre entre estos movimientos socio históricos, se hallan los de los migrados (personas que son migrantes con interés en residir, trabajar y estudiar en Chile) y las diversas etnias, posibles de ser mestizaje, en una edad cosmopolita, con las distintas edades, los diversos géneros, en el cuidado del medio ambiente.
Los aspectos morales y éticos, de las familias en prosperidad y el curso de las modalidades de vida que se distinguen de ellas, pueden acceder a la transparencia, como anhelo de los Pueblos en generar mayor bienestar, confianza y justicia social.
Comentarios