El capitalismo que estamos construyendo para las nuevas generaciones y para nosotros, con la Nueva Constitución, es imperfecto, por motivos de la fricción que es inevitable, en un contexto global de crisis deviniente tensión.
El ánimo de la cultura revoltina es más bien libertaria e independiente. Aún así, al influirnos entre nosotros mismos, no se perfilan las posibilidades de un cambio redistributivo y de manufactura de potencial exportador, sin que el nuevo modelo de desarrollo de opción al ciudadano, al fomento del empleo y al emprendimiento, además de a la seguridad social.Tenemos un deber moral, en ver los avances de la redacción de nuestra Constitución de la República de Chile, para el siglo XXI
Sería para el nuevo Estado, hacerse de herramientas de viejo Estado, para la gobernanza pública, de la aplicación en Chile de la Resolución de la Organización Internacional del Trabajo ‘OIT’ Nº 169, el Pacto Mundial para la Migración Ordenada, Segura y Regular ‘Global Compact’ y los Objetivos del Milenio para el Desarrollo Sostenible y Sustentable ‘ODS’.
Ante la insistencia en que el proceso constituyente ingrese en una fase hiper partidista, se puede incidir en el poder legislativo, para la designación de los expertos y los juristas asesores, además de afectarnos como vecinos, de la participación ciudadana, para decidir las candidaturas del órgano electo, que mejor representen el Estado de derecho y la voz popular, sobre el Nuevo Chile, su democracia y economía.
Puesto que el llamado oficial a votar, de parte del Servicio Electoral SERVEL, es inminente; tenemos un deber moral, en ver los avances de la redacción de nuestra Constitución de la República de Chile, para el siglo XXI; entretanto, presentemos Consejeros Constituyentes para la voz y el voto, del articulado constitucional del Pueblo.
¡Qué es lo que quiere la Gente:
Votar por su Constituyente!
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