La realidad es que muchas especialidades de la construcción de edificios o casas (tales como carpintería, pintura, albañilería, etc.), son oficios aprendidos por familiares o amigos, o simplemente en el mismo lugar de desempeño aprendiendo de un compañero. Esto lleva consigo el heredar ciertos vicios de la práctica que van en contra de los correctos procedimientos. Muchos o la gran mayoría de estos obreros o maestros no tienen ni siquiera un curso simple de capacitación de su “especialidad”, o mejor dicho, de la materia en la cual se desarrollan laboralmente.
Como los sueldos son atractivos y en algunos casos la cesantía se hace presente en una persona y esta no tiene formación académica alguna o bien su oficio está pasando por un periodo malo en términos económicos, toma la opción de ir a trabajar a la construcción. Muchos incluso dicen: “por último me voy a trabajar a la contru”; considerando a la construcción como última alternativa si su ingreso no está satisfaciendo sus expectativas. También es común escuchar que con un amigo que trabaja en la construcción tendrá la oportunidad de entrar a este rubro, sin cuestionarse siquiera si tiene un conocimiento básico o alguna formación que le permitiese desarrollar medianamente el trabajo al cual aspira.La persona sin especialización, sin mayor conocimiento, es la encargada de preparar uno de los materiales más importantes de la obra
Entra en juego el fenómeno que nos inquieta a través de los siguientes cuestionamientos:
¿Quién fiscaliza que estas personas tengan alguna capacitación formal para el trabajo a desarrollar?, ¿cómo se les permite trabajar sin el conocimiento necesario para la tarea que desempeñan? Algunos dirán: Para eso están los ITO (Inspectores Técnicos de Obra), pero si estos profesionales, ya sean de parte de la constructora o del mandante, fiscalizaran esto, no se vería el fenómeno que sucede. Es más, solo están presentes en cierto tipo de obras de construcción, las de “menor importancia” no consideran este servicio, ya que produce un aumento de costos.
En la construcción es típico ver cascos de diversos colores para determinar a qué área o especialidad dentro de la obra pertenecen las personas que los usan; los colores pueden variar de una a otra obra, pero lo más común es que el casco de color amarillo sea utilizado por la persona que no tiene especialidad alguna, por la persona sin instrucción, siendo llamado “jornal” o “jornalero”, quien generalmente es la persona que trabaja con el chuzo y la pala. Sin embargo, este jornalero, es muchas veces visto preparando el hormigón en la betonera.
La persona sin especialización, sin mayor conocimiento, es la encargada de preparar uno de los materiales más importantes de la obra. Esto llama tremendamente la atención, o bien, con suerte muchas veces se observa a una persona con “mayor experiencia” preparando el hormigón, pero eso no quiere decir que tenga más conocimiento. Con varios colegas hemos conversado el tema, ya que ellos también han apreciado lo mismo, siendo una práctica muy común en lo que a autoconstrucción se refiere.
El error más usual es el exceso de tiempo de la mezcla en la betonera. Hay establecido ciertos parámetros por entidades entendidas, pero al parecer el razonamiento de este “preparador de mezcla” es: mientras más tiempo en betonera, más revuelto queda; pensando así que logra una mezcla más homogénea, sin embargo, al pasar el tiempo adecuado, la calidad del hormigón se ve disminuida.
Veamos a continuación los tiempos establecidos para mezcla en betonera.
Los tiempos de mezclado menores a 90 segundos producen pérdida de resistencia del hormigón endurecido debido a una mezcla heterogénea. En general pasando los dos minutos, no se obtiene un mejoramiento de la calidad de la mezcla. El tiempo de mezclado propiamente tal no es tan determinante como el número de revoluciones de la mezcladora. Sin embargo, ya pasado algunos minutos se empiezan a producir varios fenómenos que terminan afectando la calidad del hormigón, principalmente la evaporación del agua y la segregación de los elementos componentes. Cabe considerar que la relación agua/cemento (w/c) es fundamental para obtener la resistencia considerada.
Entonces podemos resumir todo lo anterior siguiendo el siguiente razonamiento:
- La construcción es un pilar importante de la economía del país.
- La edificación, por lo tanto, es muy importante, sobre todo en el país más sísmico del mundo.
- El hormigón juega un rol fundamental en la construcción.
- La calidad del hormigón es crucial para obtener una buena construcción.
- La calidad del hormigón muchas veces depende de una persona sin preparación ad-oc.
Entonces, ¿de qué estamos hablando?
¿Será falta de conciencia social?, lo digo así, ya que, este fenómeno donde más se presenta es en obras de autoconstrucción o de menor envergadura, donde las consecuencias del fenómeno descrito podrían terminar siendo muy graves e incluso fatales.
Por lo tanto, se debe tomar conciencia de la importancia de la calidad del hormigón, sobre todo en la parte estructural de una construcción, por lo cual, su preparación debe estar ceñida a unos buenos estándares y no debe ser en ningún caso preparado por personas sin conocimiento.
Escrita por: Prof. Agustín Rodríguez Guzmán
Departamento de Tecnologías Industriales
Facultad Tecnológica
Universidad de Santiago de Chile
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la posición de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago.
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