La canción de los Prisioneros “La voz de los 80” dice: “Ya viene la fuerza, la voz de los 80”. Tengo serias dudas de que alguna fuerza haya emergido de la generación nacida en los quinquenios de los 80 (1980 – 1990).
Más bien parecemos la generación perdida. Una generación que nació en dictadura, pero que éramos muy niños para saber con claridad qué ocurría u ocurrió, demasiado jóvenes para comprender el Sí y el No, pero cuando ya fuimos tomando consciencia escuchábamos una palabra menos entendible aún para pre adolescentes entre los 13 y 16 años: Transición.
Los que venían del quinquenio más atrás (1975 – 1980) algo más maduros entendían más cosas. Sin embargo, nosotros somos la generación que vivió el inicio de la democracia y como nunca la liberalización del mercado. No alcanzamos a darnos cuenta cuando ya nos habían privatizado el agua, la electricidad, la educación, la salud, la vivienda, la muerte y por lo tanto hasta la felicidad. Fuimos testigos de cómo nuestros padres y madres accedían al mundo financiero, y nosotros nos socializamos desde chicos y chicas con la TV por Cable, el Celular, el inicio del Internet. Recuerdo con claridad como el Gobierno de Frei Ruiz Tagle y el Ministro Ricardo Lagos llevaron el programa ENLACE a todas las escuelas públicas de Chile, me acuerdo bien, fue allí en un laboratorio de clases que tuve mi primer “LatinMail”.No alcanzamos a darnos cuenta cuando ya nos habían privatizado el agua, la electricidad, la educación, la salud, la vivienda, la muerte y por lo tanto hasta la felicidad.
Hemos crecido, la publicidad y programas de televisión nos tratan como los pasados de moda, incluso andan reviviendo programas de televisión noventeros para vender nostalgia. ¿En qué momento nos convertimos en adultos? Yo realmente no me di cuenta. Somos los que tenemos familias tradicionales, cuando hoy la tendencia, así lo demostró el CENSO, es familias monoparentales e incluso creció la vivienda unipersonal. Somos los endeudados e hipotecados, somos esos que quieren que la educación sea gratis, porque ¡vaya que sale plata!, pero que no quieren que sus hijos se junten con los “otros”. Yo realmente no soy de esos, pero créanme lo escucho a diario. De esos que estudiaron y nos sale más caro el crédito de la Universidad que cualquier otra cosa que vayamos a comprar en el futuro. Los que no calificamos para ningún beneficio, que pagamos contribuciones y a fines de mes respiramos apenas. Esa “clase” que usa la tarjeta para darse un gustito, sabiendo que nuevamente entra en el círculo vicioso del avance en efectivo, el pago en cuotas y lo que es peor, la repactación.
¿Por qué perdida? Porque aparecieron esos y esas, la generación que nació después de nosotros y hoy el mercado les inventó un mote: Los Millennials. Todo está centrado en ellos y ellas. ¡Qué oportunidad la que tienen! Supieron mejor que nosotros que la vida no es endeudarse, no les interesa la familia tradicional, no tienen rollo con eso de tener casa, auto, hijos, deudas y cuentas como nosotros. Aún recuerdo el año pasado, cuando una compañera de trabajo muy inteligente me dijo: Tú eres de los que usa Youtube para escuchar música. No saben cuánta sociología hay en esa frase. Pero la verdad es que me sentí dolido en mi orgullo, yo que me encontraba súper ultra digitalizado, pero no, debo decirles la verdad, y la verdad es que una niña de 4 años me enseñó a usar mi primer Iphone por Youtube.
Pero ¿saben qué?, debemos poner más atención a la generación perdida, porque es la más desencantada, somos hartos, algo así como 3 millones de personas si revisan la distribución poblacional del CENSO, y más si contamos un quinquenio más atrás. Somos esos que nos educamos en el final del siglo XX y pagamos los costos del mercado del siglo XXI. La nuestra, la generación perdida tiene mucho que decir todavía, pues creo realmente es la más insatisfecha de todas, y si no le ponemos atención la cosa seguirá colocándose muy rara. Ya que son los que hoy la política intenta etiquetar de “liberales”, pero no, más bien son endeudados, agobiados, pero no sabemos cómo salir del círculo, ya que queremos derechos pero sin que nos quiten esas maravillas del mercado que nos enseñaron por la tele durante nuestra infancia y adolescencia. Así que ojo, porque si despertamos o nos despiertan verán que no estamos tan perdidos.
Comentarios
18 de mayo
En la historia no quedará como la «generación perdida» señor, sino la que nos devolvió a la pobreza de tanto quejarse de lleno.
https://www.youtube.com/channel/UCUKFvdSlaYaBRk9awd6hBdQ?view_as=subscriber
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