Los cambios de gabinete suelen servir para aclarar las cosas, despejar el horizonte, retomar la agenda y generar escenarios virtuosos para los objetivos del gobierno en ejercicio. En definitiva, permitir que afloren los errores cometidos y, de esta manera, salir de una situación complicada para transitar a una con mejor perspectiva.
La primera señal que envía el recién nominado Ministro del Interior, Jorge Burgos, de que el objetivo es escuchar, dialogar y tomar decisiones para avanzar en el proceso de las reformas, desechando “una refundación”, es una clarificación importante sobre el contenido y la prosa que acompañarán a las reformas, en esta nueva etapa. Es un reconocimiento explícito de una falencia, que en la fase anterior la prosa no siempre estuvo al servicio de los objetivos programáticos, por tanto, ella no contribuyó a lograr el respaldo político y social que las reformas, ergo, tributaria, requerían.
Es positivo que al asumir el nuevo gabinete, se ponga el acento en reconstruir confianzas con los distintos actores políticos y con la ciudadanía. El abrir los espacios de deliberación con los partidos que sustentan al Gobierno, con el mundo social y con la oposición, es optar por terminar con el secretismo que crea murallas y dificulta desarrollar proyectos colectivos y un marco compartido para redoblar los esfuerzos tras los desafíos del gobierno y salir de este clima de desconfianza en que está sumida la actividad política. La confianza es un elemento esencial en la cosa pública y no un patrimonio exclusivo de las relaciones interpersonales.
El hacer coincidir el cambio de gabinete con el anuncio de la Agenda de Probidad y Transparencia de los Negocios y la Política, junto con la presentación del SII de querellas criminales en los casos Penta y SQM, es también una fuerte señal de que se están tomando las medidas indispensables para establecer el marco normativo y ético a observar por la sociedad en su conjunto.
Este nuevo equipo, debe demostrar a la ciudadanía -y ser percibido por ella- un fuerte compromiso con el bien común, focalizándose en las tareas más importantes y significativas para sentar las bases de un Chile más inclusivo y más desarrollado. Es tiempo de que las conductas sean coherentes con el relato, de ejemplos personales que motiven a ensanchar la colaboración y disminuir a su mínima expresión la desconfianza.
El nuevo gabinete de Bachelet tiene las competencias y la pericia para llevar a cabo una sólida gestión política para cumplir lo prometido, reactivando su agenda transformadora y abordar con celeridad los tramites legislativos referentes a probidad, como también poner en marcha, sin retorica, un proceso constituyente “participativo e institucional”, puesto que el tema del cambio constitucional no se puede seguir postergando en el tiempo, menos sacarlo de la agenda pública.
El buen trabajo en estos ámbitos permitirá retomar la paralizada agenda del Ejecutivo y darle un sentido de urgencia a los cambios en los ámbitos educacional, laboral, constitucional y en la diversificación productiva para asegurar una reactivación económica con mayor amplitud territorial, lo que implica necesariamente comunicar mejor las medidas en curso a la población.
Los partidos de la Nueva Mayoría tienen un rol fundamental en esta nueva etapa para superar los problemas de conducción política, la cual no es de exclusiva responsabilidad del Gobierno. Ellos son corresponsables de la misma y, por ende, actores que deben superar en forma conjunta los errores procedimentales cometidos. Por consiguiente, es de esperar que a futuro, la prosa de estos partidos sea más hilvanada con la del Ejecutivo y congruente con el proyecto colectivo asumido con la ciudadanía. En vez de perseverar en “matices” y desavenencias artificiales de tipo lingüístico, se debe fomentar una articulación virtuosa entre sus miembros, valorando las diferencias y desechando las dañinas dicotomías entre la vieja y la nueva guardia.
El nuevo gabinete de Bachelet tiene las competencias y la pericia para llevar a cabo una sólida gestión política para cumplir lo prometido, reactivando su agenda transformadora y abordar con celeridad los tramites legislativos referentes a probidad, como también poner en marcha, sin retorica, un proceso constituyente “participativo e institucional”, puesto que el tema del cambio constitucional no se puede seguir postergando en el tiempo, menos sacarlo de la agenda pública.
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Jose luis silva larrain
Si. Aunque ser dialogante significa tambien asumir que hay reformas buenas y malas, no gente que quiere reformas y gente que no las quiere. todos queremos reformas para mejorar el pais y es bueno dialogar partiendo de esa base.
saludos
Jaime Rubio Palma
Sr. Silva Larraín,
Gracias por su comentario. La sociedad chilena requiere cambios. El problema es como gestionar adecuadamente dichos cambios para que ellos tengan una valoración (educacional, laboral, constitucional o cualquier otro), por parte de la población.
Para tal efecto se requiere una relación y un diseño más fino, en este caso entre el Ejecutivo y su coalición, para calibrar la recepción de las reformas en los sectores sociales que se pretende beneficiar y. a la vez, tomar las medidas para contrarrestar y acotar en forma conjunta las resistencias de los sectores opuestos a su implementación. Es urgente no seguir tropezando con rocas y piedras, diseminadas algunas veces por metáforas desafortunadas.
Saludos cordiales.
Jose Luis Silva Larrain
Si. Aunque ser dialogante significa tambien asumir que hay reformas buenas y malas, no gente que quiere reformas y gente que no las quiere. Todos queremos reformas para mejorar el pais y es bueno dialogar partiendo de esa base.
saludos
peon
La cuestión es: La herramienta de Diálogo… El resto es cháchara y retórica, como si nadie se hubiera enterado. Como si nadie se pudiera pasar películas alabando al Gobierno. Como si nadie hubiera vivido 40 años de sueños basados en esperanzas producto de resultados políticos esperados.
Cuántos gabinetes hemos tenido ?. En el papel, alguno era peor que el otro ?. Todos han llegado para ser el gran gabinete, pero, en forma práctica, tal vez sólo este va a tener la oportunidad de modificar la Constitución.
Bien por todos si aparece la Herramienta de Diálogo. La Herramienta de Aprendizaje de la sociedad civil. La Herramienta de Organización ciudadana. La Herramienta que permite llegar hasta la razón de lo debatido, para que nadie esté disconforme y no sea una resistencia política.
Pero, sin herramienta de diálogo con la ciudadanía, un Gobierno no puede decirse ni siquiera democrático. Luego, de premio, en ausencia de la H_D nos perseguirá la inoperancia y el cuchufletero político de los partidos tirándose estiércol político de un lado para otro y «para qué podría querer más cosa la población si ya tiene pan a crédito y circo político ??.
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Las instrucciones de cambio deben ser precisas. Concisas. No la suerte de huequería de dictámenes que hiperbolizan situaciones de nuestra realidad.
La instrucción más precisa para mejorar nuestro país que he encontrado en la red, con la suma de muchas personas listas que podrían ayudar en una buena plataforma de diálogo y preparación de proyectos y estúpidos cambios es
una Cámara Ciudadana Digital.
Instrucción breve, precisa y concisa para
– todos los cambios que queremos
– los que puede permitir la mafia política y económica,
– los que puede conquistar el pueblo,
– los que puedan tener una planificación adecuada para su ejecución,
– los proyectos factibles y los que son una mierda ideologista de partidarismos resecos e inútiles en los que no vale la pena perder el tiempo
tal como muchas veces no vale la pena perder el tiempo alabando gobiernos que cambian sus gabinetes bajo la presentación de disculpas a la población…
Oh, disculpe sr. juanito. Este ministro que apareció con un pasado medio de colusión lo vamos a eliminar. De paso, eliminamos a todos los que no andaban con pilas duracell o que jamás se les ocurrió algo digno de rescatar para que no se les despegara su trasero del asiento del gabinete…
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Usted quiere reformas?. Necesita una herramienta para reformar. Quiere cambios?. Lo mismo, herramienta para ejecutarlos. Quiere organización del pueblo?. … Lo mismo. Herramienta para organizarse.
¿Quiere que la ciudadanía tome el poder?.
Página Web, programita de gobierno, personajes x a cargos i, j, k.
Inscripción de partido y candidaturas…
Luego, con una rayita echa a toda la mafia política para la casa…
Que cambios quería ???
Nacionalización del cobre (ya sea de forma racional o estúpida)
¿Juzgamiento de la mafia política?
¿Linchamientos?…
Con esta última palabra digo que el poder se puede arrebatar a la mafia política.
Y hacer cambios sin pedirles su permiso…
Si ahora la mafia política quiere hacer cambios, que los haga de la mano de la población, en democracia y dentro de la operación de la Cámara Ciudadana, que debe crear. De esa forma, las fuerzas se mantendrán vigentes y pugnarán por cambios más consensuados y la estabilidad del país será mayor y lo que se haga tendrá el apoyo de grandes mayorías, rojas, verdes y camaleónicas. Primará, por lo tanto la razón…
A falta de ello, el pueblo puede tomar el poder. Es sólo que aún no lo sabe. Pero, alguien podría enseñarle…
Yo creo que debemos plantearnos nuestra situación como una en la que debemos decidir si queremos cambios por la razón, o los queremos bajo una nueva dictadura.
Si fuera yo el dictador, habría toque de queda.
Las poblaciones con delincuencia las allanaría todas.
Las sitiaría.
y las alimentaría.
Sacaría a los malos elementos y les haría «servicio militar o prisión»…
Si fuera el dictador
los delincuentes serían azotados a poto pelado.
A los corruptos los señalaría.
Vigilaría a los estúpidos borrachos.
Obligaría a los niños a leer la Biblia.
Para ser ciudadano, usted debe comprobar que leyó la Biblia… «»»»
Si no lo hace, mire, su criterio se ve reducido…
Es decir, podemos tomar cualquier forma de dictadura y esto ocurrirá pronto si no tomamos el camino de la herramienta de diálogo.
Noto eso ?
No tomamos la retórica del diálogo y los acuerdos partidarios en ausencia del pueblo, como siempre.
Tomamos el camino de la herramienta de diálogo.
No del diálogo, porque para eso tenemos a la herramienta para dialogar.
Comprende ?
Si usted habla de diálogo, consensos y acuerdos, no está hablando de la herramienta de vivir la democracia.
Si usted habla de diálogo, consenso acuerdos, habla de lo mismo que todos han hablado, pero, que no hemos logrado porque no hemos construido la herramienta para dialogar…
A mí me encanta nuestro escudo. Por la razón o la fuerza quiere decir que el pueblo lo hará por la fuerza si la clase política no lo hizo por la razón…
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Si algunos ministros no funcionan, podríamos sortear a los nuevos ministros.
¿O no dicen algunas personas que por sorteo podríamos tener diputados?
Quizá por sorteo podríamos tener a jugadores de la selección nacional también, ¿no les parece?…
O quizá esto indique que tan buenos podrían ser los sorteos ????
(Si se habla de sorteo, se tiene que hacer sorteo sobre personas igualmente preparadas, o de un subconjunto, tal como uno que se llame «postulantes»… La lógica es tan obvia siempre…)
Jose Luis Silva Larrain
Buen articulo. Corresponde a un ciclo de maduración que hemos visto antes. Hubo otro gobierno concertacionista que hizo gran campaña de reformas laborales que encendió un tremendo apoyo inicial en la ciudadanía hacia la izquierda que los proponia y por supuesto una gran pataleta en sectores conservadores. Esas reformas resultaron bastante distintas a lo anunciado porque el gran desempleo que provocaron cambiaron la postura ciudadana hacia posturas mas conservadoras, al igual que la actual tendencia de los ciudadanos, según indican todos los estudios, y el gobierno obviamente reacciona en consecuencia. Probablemente la política nos llevará en el futuro a otros anuncios de reformas radicales que nos harán repetir el ciclo de pataletas, errores, cambios de opinon ciudadana y aprender todo de nuevo.
Justamente el problema es que este aprendizaje no se transmite correctamente a las generaciones venideras y en lugar de tener una madurez permanente es algo cíclico que dificulta mucho el desarrollo del país. Las reformas futuras deben hacerse en conciencia de largo plazo y no deberian provocar pataletas en los sectores que concentran poder economico, pero sobre todo hay que transmitir lo aprendido en forma aterrizada y sin crear falsas espectativas ni odiosidades a las generaciones futuras para que Chile avance al desarrollo.
Saludos