Al calor del 2011 y la lucha por educación gratuita, entre paros y marchas, la juventud comenzó a cuestionar las propias relaciones sociales que venían profundizando dentro de los liceos y universidades tomadas. El amor libre, la sexualidad, el machismo, la homofobia y la violencia de género (centrado en la violencia sexual por parte de la policía) fueron tema de conversación entre asambleas, barricadas y ollas comunes. Es en este contexto que un sector del feminismo decidió ser parte de esta lucha, en marchas, asambleas, campañas, denuncias a la policía o dichos de autoridades como los de Pedro Sabat (alcalde de Ñuñoa), quien trató de centro de puterío a las estudiantes del INF.
Tras las movilizaciones estudiantiles, vinieron las revueltas locales, como en Magallanes y Aysén, las grandes marchas LGTTBI (1), las movilizaciones contra el saqueo y destrucción medioambientales, y en el 2013, la fuerte entrada de las demandas del movimiento de los trabajadores, a través del paro nacional el 11 de julio del 2013, el paro con movilización obrero-estudiantil del 26 de junio del mismo año, la huelga en solidaridad de los portuarios, la larga huelga de Correos de Chile con sus delegados. Haciéndose sentir también la voz de las oprimidas y doblemente explotadas en las huelgas de sindicatos feminizados, como las parvularias de la JUNJI e Integra y las manipuladoras de alimentos. Es así como con flujos y reflujos desde entonces, una llama se encendió, y se activó el potencial de unidad de todos los explotados y oprimidos tras las banderas de la clase trabajadora.
Los temas de genero hoy
Los temas de género y sexualidad hoy están siendo debate nacional, desde el gobierno, las iglesias, la derecha y la Nueva Mayoría, intentan cada uno dar respuestas en pro o en contra de las sentidas y cada vez más apoyadas demandas: aborto, educación, salud, libre sexualidad, trabajo, derecho a la familia, etc.
Mientras algunas feministas confían en el programa de Michel Bachelet y se basan en el lobby parlamentario para logarlo, intentando resolver las problemáticas desde las instituciones del régimen, en negociaciones de cafés y galletas. Pero la dura y reaccionaria ofensiva de la derecha y la Iglesia, no nos puede dejar ante tanta pasividad. Las feministas que nos organizamos, nos ponemos en pie de lucha y planteamos la necesidad de ir hasta el final con nuestras demandas, siendo protagonistas de un nuevo ciclo de la lucha de clases que se abre paso, y luchando por unir las fuerzas desde el movimiento estudiantil con las de la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos, para conseguir nuestros derechos, sin confianza en parlamento binominal donde continuamente se votan leyes anti obreras y populares.
Las promesas de Bachelet han activado el debate político nacional, el bullado Acuerdo de Vida en Pareja, el aborto terapéutico, la Ley de cuotas o incluso las propias reformas laboral y educativa no responden a las necesidades objetivas de los sectores más precarizados del país, ninguna va al fondo del problema, el AVP no dice nada de la adopción para parejas del mismo sexo, la reforma laboral y educativa son parches que no responden a nuestras verdaderas demandas, como el fin del Código del Trabajo de la dictadura o la educación gratuita, cien por ciento financiada por el Estado. Y ante un gobierno cada vez más moderado, que cede a la presión de la derecha y los empresarios, la respuesta tiene que ser clara en el discurso y la acción, sin mesas de dialogo que no tengan como punto mínimo e intransable lo que hemos exigido desde el 2011: educación gratuita para todxs. En este sentido, claramente quienes hemos salimos a luchar por una educación gratuita, laica y no sexista y por el derecho al aborto libre seguro y gratuito, el movimiento estudiantil y el feminismo, uniéndonos a un movimiento de los trabajadores que viene en un nuevo despertar, tenemos mucho que decir al respecto.
En miras del primer congreso nacional por una educación no sexista
Las feministas que nos organizamos, nos ponemos en pie de lucha y planteamos la necesidad de ir hasta el final con nuestras demandas, siendo protagonistas de un nuevo ciclo de la lucha de clases que se abre paso, y luchando por unir las fuerzas desde el movimiento estudiantil con las de la clase trabajadora
Este primer congreso nacional se basa en la necesidad de crear un espacio de discusión, deliberación, coordinación y unificación entre distintas secretarias de género, organizaciones políticas y sociales pro derechos de las mujeres y sexualidades no hegemónicas, que participan dentro del movimiento estudiantil y fuera de él, con la perspectiva de erradicar el machismo y la homofobia de nuestros espacios de estudios, en pos de conquistar una educación no sexista, intervenir en los debates políticos nacionales, avanzar en nuestro camino de lucha, unir nuestras fuerzas con las del movimiento de los trabajadores y todas las justas luchas de todxs los explotados y oprimidos, como el pueblo mapuche, pues entendemos que solo la unión de las fuerzas de los actantes sociales nos llevará a presionar a un estado que solo nos invisibiliza.
Como antesala del Congreso Nacional, se desarrollarán tres encuentros (norte en Antofagasta, centro en Valparaíso y sur en Concepción), los cuales resolverán posiciones sobre ejes temáticos que van desde educación y perspectivas de género, hasta condiciones laborales dentro y fuera de los establecimientos educativos. Con el objetivo de que participe la mayor cantidad estudiantes de base, secretarias y organizaciones, trabajadores, sectores populares, indígenas, etc., que se planteen apoyar y fortalecer este encuentro tanto en el contenido como en estrategia para conquistar la educación no sexista, y avanzar en unidad combativa en este nuevo ciclo de la lucha de clases.
Desde el surgimiento de nuestra agrupación Pan y Rosas Teresa Flores en el 2008, planteamos impulsar secretarías de género, por lo que este primer congreso nos tiene realmente contentas, pues pensamos que la política de género y sexualidad debe ser tomada como bandera de lucha en cada sindicato, barrio y facultad. A la vez, estamos seguras que este encuentro puede ser un punto de inflexión en el movimiento estudiantil, ya que fortalece el cuestionamiento a la educación heredada de la dictadura, uniéndose a la lucha contra los cimientos de la educación de mercado, por lo que no solo se piensa en el contenido hacia donde está orientado nuestro conocimiento, sino también la lucha que se nos viene por delante para conseguirlo. Nosotros pensamos que es necesario poner la educación al servicio de la clase trabajadora, del pueblo pobre, de las mujeres, las y LGTTBI en su conjunto. Invitamos a todas y todos a participar de los encuentros zonales, a sumarse al trabajo en las secretarias de cada universidad y donde no las hay levantarlas. ¡Nos encontramos en el Congreso Nacional!
(1) Lesbianas, Gays, Travestis, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales.
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