“La obra de la justicia <social> será paz, y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre”[1]
En octubre de 2022, se cumplirán tres años del denominado “Estallido Social o Revuelta Social”, una fecha que conmemora las convulsionadas jornadas de violencia, saqueos, protestas y reivindicaciones encabezadas por la ciudadanía, y que se extendió por un tiempo prolongado, hasta que se conociera a nivel mundial el primer caso del virus SarsCov2 o Covid19, que hizo entrar al mundo en pánico, por las desmesuradas imágenes de cadáveres apilados y abandonados en las calles de Europa.
[texto_destacado]Sin duda, que este misterioso virus que se originó en la ciudad de Wuhan en China. Se expandió rápidamente a los diferentes países y ciudades más recónditas del globo, obligando a los gobiernos a tomar medidas extremas como las cuarentenas estrictas, que limitaron y condicionaron la movilidad de los ciudadanos, restringiendo incluso las libertades más cotidianas de las civitas como son el derecho a reunión, manifestación y libre tránsito. El mundo entraba en una <necesaria> burbuja social de aislamiento.
El poderoso octubrismo, cuyos principales heraldos fueron la legendaria Primera Línea. Ensalzó y poetizó a míticos guerreros populares, héroes de un pueblo oprimido, figuras prominentes de gran importancia para quienes la “Dignidad”, fuera el estandarte de una declarada guerra, contra los peores males de la sociedad chilena. Una batalla aplastante, contra los 30 años, que según sus de sus promotores, solo habían profundizado aún más las desigualdades vividas en el país post dictadura.
Ese revolucionario movimiento que se atribuía la representación del pueblo, se fue esfumando y diluyendo no sólo por los embates de una pandemia agresiva y despiadada. Sino también, porque a medida que avanzaba el tiempo se creaban nuevos escenarios y las prioridades de la población se tornaron en nuevas necesidades y urgencias. De 2019 a la actualidad, la tambaleante economía de un país como el nuestro se fue deteriorando., llegando al crítico escenario de una “Recesión” solo comparable con la crisis subprime de 2007 – 2008.
Es legítimo preguntarnos: ¿En que contribuyó el ahora transversalmente vapuleado octubrismo? ¿Fue realmente un medio (proceso) necesario para visibilizar las abismantes grietas sociales, que se han advertido por décadas? Y no menos importante; ¿Volveremos a ser testigos de un nuevo Estallido en nuestros días?… Las respuestas a estas interrogantes y los análisis de entendidos son divergentes entre sí. Lo que sí podría ocurrir frente a la crisis económica actual, es el desencadenamiento de protestas pidiendo urgente intervención estatal.
Quizás estemos ad portas de vivenciar nuevos episodios de violencia, sin comparación, por supuesto., con las vividas durante octubre de 2019. Lo más seguro, es que sean bajo un contexto de afección macroeconómica, que evidentemente está causando estragos en los bolsillos de la ciudadanía. Los más afectados según muchos economistas y sociólogos, no serán las grandes fortunas, sino los sectores más pobres de la sociedad. Los que verán como día a día, sus bajas remuneraciones, se les va como agua entre los dedos.
Debemos recordar que la disminución de la “violencia” entre 2019 y 2020, también se redujo gracias a la firma por el: Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución[2] que concitó y movió voluntades de varios sectores políticos, en busca de restablecer la paz y la tranquilidad, perdida durante días y meses de convulsión nacional. Pero este acuerdo, no estuvo alejado de polémicas, puesto que los principales opositores a dicho acuerdo, fueron el partido, del entonces diputado Boric, Convergencia Social y su aliado Partido Comunista.
Fue grotesco atestiguar, el intransigente trato que dieron al entonces diputado Boric. Cuando le trataban de traicionero e inconsecuente, por haber llegado a acuerdos comunes con personeros de los despreciados 30 años. La prensa de la época, en especial La Tercera, le llamaba el llanero solitario.[3], Siendo lo más repulsivo, esa triste imagen de un Boric siendo mojado y funado en el Parque Forestal[4] e increpado por medios de izquierda que lo tildaban de farsante a través de sus activistas[5].
Ya son tres años de recuerdos, de dolorosos episodios que marcaron a todo un país. Son tres años, en los que algunos perdieron la vista, otros su libertad. Tres años, en los que se pudo tener una buena Constitución, pero esa oportunidad se perdió, por la torpeza de intransigentes que mal entendieron lo de la hoja en blanco. Tres años, que cambiaron la percepción ciudadana y demarcaron nuevos límites, para avanzar en un proceso constituyente. Tres años, en los que la ciudadanía ha coronado a la “seguridad” como el fin máximo a alcanzar.
El octubrismo que conocimos, terminó con la fallida Convención y sus representantes. La victoriosa Lista del Pueblo, que se erigía como una alternativa robusta, tuvo su debut y despedida., luego de los avezados escándalos que protagonizaban, siendo el más pintoresco por supuesto, el caso de Rojas Vade. A tres años del Estallido, los chilenos buscan el centro y la mesura. Esto se demuestra por el resultado del Plebiscito, pero también, por el apoyo a las nuevas alternativas políticas que proliferan.
La anhelada paz social, viene acompañada de cambios progresivos y bien planificados. Ya es costumbre, escuchar en los medios escritos, radiales y televisivos, hablar de la necesaria vía Socialdemócrata. Esto, porque la única corriente política, capaz de entregar; crecimiento económico, desarrollo social, bienestar y democracia plena, es efectivamente la Socialdemocracia
La anhelada paz social, viene acompañada de cambios progresivos y bien planificados. Ya es costumbre, escuchar en los medios escritos, radiales y televisivos, hablar de la necesaria vía Socialdemócrata. Esto, porque la única corriente política, capaz de entregar; crecimiento económico, desarrollo social, bienestar y democracia plena, es efectivamente la Socialdemocracia. Somos centenares los ciudadanos que adherimos plenamente a este ideario comunitario, de establecer en un futuro, un elocuente Estado de Bienestar.
Por ahora, la tarea es simple, seguir aunando fuerzas para crear una centro izquierda, capaz de atender el clamor ciudadano, conduciendo los procesos en libertad, democracia, desarrollo y solidaridad. Escuchando todas las posturas., sin dejar a nadie afuera, pues ese es el camino de los acuerdos. Es el único sendero que nos hará recuperar, en parte, ese país republicano de amistad cívica, que era capaz de debatir, disentir y converger en armonía. Solo de esta manera, no dejaremos márgenes para la proliferación de peligrosos extremos.
[1] Biblia de estudio (consulta: 04/10/2022) https://www.biblestudytools.com/bla/isaias/32-17.html
[2] https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/76280/1/Acuerdo_por_la_Paz.pdf
[3] El llanero solitario (consulta: 04/10/2022) https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/llanero-solitario-firmo-gabriel-boric-nadie-mas-convergencia/902892/
[4] Vendiste al pueblo (consulta: 04/10/2022) https://www.cnnchile.com/pais/video-funa-gabriel-boric-parque-forestal_20191220/
[5] La farsa de Boric (consulta: 05/10/2022) https://www.laizquierdadiario.cl/La-farsa-de-Boric-sobre-el-Acuerdo-por-la-Paz-y-la-Nueva-Constitucion-se-abrio-una-via
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Rolando Saldías
Yo creo que no.
Yo creo que la única corriente política capaz de entregar:
crecimiento económico, desarrollo social, bienestar y democracia plena, es
La del Cachipún.
Esta es una corriente comodín que se adapta a todo.
Piensa lograr la paz social y fin de la delincuencia con cambios progresivos y bien planificados.
¡Reúne fuerzas para crear un ente capaz de atender el clamor ciudadano!
Para eso quiere conducir los procesos en libertad, democracia, desarrollo y solidaridad.
No conforme con eso, crearán un MEDIO de PARTICIPACIÓN
escuchando todas las posturas, sin dejar a nadie afuera, pues ese es el camino de los acuerdos.
En cachupilandia creemos en un mundo de amista cívica capaz de debatir, disentir y converger en armonía.
Estamos por ponerle derechito por el medio de los acuerdos para que no proliferen extremos (peligrosos).
Como ves, Cachupilandia es más bonito que la vía Socialdemócrata.
Además, tenemos comodines tales como Estado de bienestar, Estado de derecho, democracia 2 y 3.0 por si nos falta ofertas.
Tenemos también la rifa popular. Rifamos US$1.000.000.000 a una comuna ganadora de las 345 que lo repartirá en partes iguales a sus ciudadanos…
(Ahí si que no le ves ni la luz a la vía Cachipún)…
Además, en Cachupilandia tú te inscribes en el partido y sacas un boleto directo al crecimiento económico, al desarrollo social, al bienestar y la democracia plena.
(Garantizado)
¿Puede competir la Socialdemocracia con la Cachupilandia?.
Demuéstramelo.