Por completo, el mundo distrajo su mirada a un conflicto que lleva décadas en la lejana Europa Oriental. La cotidianeidad de muchos en occidente, se ve perturbada por imágenes de tanques y misiles que nos llegan a través de redes sociales. Ofensivas y contraofensivas de dos países separados por cuestiones políticas, y posiciones radicalizadas en ambos lados.
No es fácil dar la razón a cualquiera de los dos lados en diputa, sería tendencioso apoyar o avalar el actuar de uno u otro, pero tampoco se puede desviar la mirada o tratar de esconder la cabeza bajo la tierra. Sobre todo porque quienes sufren las consecuencias de enfrentamientos bélicos, son siempre los más débiles, entre ellos niños, mujeres y ancianos.Frente al triste escenario que enfrenta la población ucraniana, los ciudadanos socialdemócratas, no podemos quedar indiferentes al dolor que genera una guerra desigual.
Para lograr entender las raíces del conflicto entre Rusia y Ucrania, debemos remontarnos al pasado, hacer un arduo trabajo de indagación histórica y sacar nuestras propias conclusiones bajo una mirada “objetiva”. Eso es algo, que lamentablemente muchas personas obvian y dejan de lado, por sus inamovibles posturas ideológicas y políticas.
Solo basta leer comentarios y publicaciones de militantes políticos, de “extremas” (izquierdas y derechas) y sopesar el tenor radicalizado de sus mensajes, a la hora de justificar los ataques a población civil. En casos como esos, nos podemos hacer la gran pregunta; ¿Quién es el verdadero lobo del hombre?, ¿Será acaso el mismo hombre?
Por ningún motivo, nos podemos alegrar de las desgracias ajenas, aunque parezca sentimental decirlo y/o replicarlo. No es solo una emocionalidad, es el deber de un verdadero ser humano. Algo, que debemos cultivar y no dejar de lado, algo que nos hace distintos a la diversa fauna sintiente, eso se llama intelecto o inteligencia.
Las justificaciones de extrema izquierda a las incursiones invasivas por parte de Rusia a Ucrania, son deleznables. Tildar a toda la población ucraniana de nazis por hechos perpetrados por un sector radicalizado y terrorista, es prácticamente generalizar a toda una sociedad. Al interior de ese país conviven varias etnias y religiones que por décadas han convivido pacíficamente.
Al día 24 de febrero de 2022, la internacional socialista a través de su sitio web www.socialistinternational.org[1] condenó enérgicamente el bombardeo e invasión por parte de Rusia a Ucrania. Detonaciones que han tenido como principales víctimas a población civil. Hechos que han quedado al descubierto gracias a las decenas de videos publicados en la web.
Frente al triste escenario que enfrenta la población ucraniana, los ciudadanos socialdemócratas, no podemos quedar indiferentes al dolor que genera una guerra desigual. Un conflicto que innecesariamente tendrá costos humanos, causará problemas económicos y provocará irreparables traumas.
Este conflicto pudo evitarse por vía “diplomática”, palabra, cuyo significado es intrascendente y desconocido, para líderes autoritarios como Putin. Solo es de esperar, que el armisticio logre asentarse, para alcanzar una necesaria “paz”. Paz que no solo sea un sustantivo, sino una pronta realidad en la Europa Oriental.
[1] https://www.socialistinternational.org/news/si-in-the-news/socialist-international-condemns-russian-invasion-of-ukraine-1992/
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