La explosión social que vivimos en Chile claramente no tiene parangón en nuestra historia, sus raíces profundas han sido ampliamente comentadas por todo tipo de “expertos” y “políticos”, quienes no previeron esta situación, por más que hoy digan que había señales, informes por aquí por allá, la verdad es que fracasaron todos como bien lo dice Mayol en una columna.
La aplicación del modelo neoliberal durante 30 o mejor dicho 46 años, primero por la dictadura y con Constitución mediante, luego por nuestra nueva elite que lentamente fue cooptada por este modelo como muchos de nosotros, y hay que decirlo varias veces aunque duela, la única manera de liberarnos de esta carga para construir un país mas justo y solidario, que entre todos volvamos conjugar el “nosotros” dejando de lado el galopante y monopólico individualismo que exportaron de Von Hayeck, Popper y Friedman.
Este ha sido uno de los temas más comentados en los cabildos realizados desde el 18O, reconocernos como iguales, y mirarnos como ciudadanos con las mismas demandas, que aspiramos a mejores pensiones, mejor salud pública, educación más inclusiva, salarios justos, no más abusos y un largo etcétera. También reconocernos como vecinos, habitantes de un mismo sector y nunca habernos saludados, ese paso es fundamental para construir comunidad, y un salto cultural impresionante, Chile cambió y es una realidad, los estudiantes ya no serán los mismos, trabajadores, dueñas de casas, vecinos silentes, el ruido de los saludos y la complicidad del nosotros llego para quedarse.
Todo lo dicho obliga a que nos apliquemos en nuestras lecturas y conversaciones, la diversidad es valor y no un lastre, pero conjugarla con los valores democráticos, cuanta educación democrática nos falta. Hoy existen miles de opiniones sobre el estallido social, desde los que colocan la violencia como como lo más importante de este fenómeno, hasta los que piensan que el plebiscito de abril es la meta, pregunto ¿y qué pasará con las AFPs? también es una preocupación ciudadana y nadie dice nada.
La política es el arte de lo posible, es verdad que nuestra elite de todos los sectores, ensució la palabra, que al final no es más que preocuparnos de la polis como decían los atenienses y vean como en estos casi tres meses hemos recuperado el sentido original del concepto. Miles de debates políticos, todos opinando, es un duro golpe al lenguaje individualista, “emprendimiento”, “gobernanzas”, “capital humano”, “lo público no sirve”, “la subcontratación”, “carreteras privadas”, “salud y pensión privadas” “la financiarización de todo”, “el homo ecomomicus reemplaza al homo politicus”, todo se volvió mercancía, el lenguaje neoliberal nos tenía cooptados.
Construir una nueva sociedad-ética y más democrática, no será fácil, será la gran prueba para el pueblo chileno
La famosa libertad de elegir que la constitución y el maléfico ideólogo de ella impulsó, si, libertad para elegir salud, pero debo tener dinero; libertad para elegir educación, pero debo pagar altos aranceles o endeudarme; libertad para adquirir una vivienda o con subsidio, pero requiere de ahorros y pagar altos dividendos durante años, por eso cuando le digan los amigos de la nueva campaña del terror para que votemos Rechazo en abril, digamos que queremos una nueva Constitución en democracia y especialmente que nos asegure más derechos y solidaridad entre todos.
Ahora, al fragor de esta insurrección de los subordinados (Araujo, 2016) que tiene a la elite casi al borde del colapso, con un gobierno que no gobierna, una policía desatada y que se manda sola, debemos también transformar ese individualismo tan criticado últimamente por todos, en una oportunidad para construir una ciudadanía más coherente y democrática, transformarla en gestos como por ejemplo: puede no gustarme el voto o la opinión de un parlamentario, pero de ahí a funarlo o denostarlo con campañas en las redes sociales, creo que no corresponde o alegrarse porque un grupo de manifestantes sorprende a policías que están indefensos y los golpean salvajemente, no es democrático, no es ético, no debemos deshumanizarnos como ellos. También se da la paradoja que queremos terminar con las AFP, pero no toquen “mis fondos”, (aunque está claro no son nuestros, según el último fallo del TC). Se fijan. Se puede observar que al calor de esta lucha contra un sistema de capitalismo salvaje (neoliberal) estamos haciendo lo mismo que hicieron ellos con nosotros durante 30 (o 46 años), no podemos avalar que algún día tomen a un militar o policía y lo torturen debido a la intolerancia de algunos. Cuidado, “hacer romanticismo del combatiente tiene la trampa de “los valientes soldados”: la carne de cañón resultante de la cobardía o ineptitud de la política”. (Constanza Michelson).
Construir una nueva sociedad-ética y más democrática, no será fácil, será la gran prueba para el pueblo chileno, la pregunta es si seremos capaces de construir una sociedad distinta, más solidaria, respetuosa de la diversidad en toda su expresión, en definitiva, con todo lo acontecido, tenemos que entender que en este país cabemos todos, derecha, centro, izquierda, el “nosotros” que debemos volver a conjugar es para siempre y no solo cuando me conviene. Ya se escuchan algunos agoreros como el año 88 que perderemos el plebiscito de abril, ¡¡que poca confianza tenemos en este maravilloso pueblo que como nunca abrió e ilumino las grandes alamedas!!
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