¿Por qué perdimos?

En el año 1936 se disputaba la presidencial de Estados Unidos, intentando la reelección el Presidente Roosevelt, demócrata, siendo su contrincante el republicano, Alf Landon, quien era gobernador de Kansas. En el país daban por ganador a Landon, incluso encuestas que históricamente no habían fallado en sus pronósticos lo daban por vencedor, además su partido había vencido en elecciones de comicios estatales, el país se hallaba en plena crisis económica, denominada «Gran Depresión», solo había que esperar que los estadounidenses votaran, pero no fue así, Roosevelt  triunfó aplastantemente con un 60,80 % de los votos. Landon solo logró un 36,54% y otro candidato obtuvo un 2% aprox.

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Esperemos que la elite se «apiade» y por fin corrija este modelo neoliberal, pero, como se validó en esta elección el actual modelo, todo es incierto, la única certeza es que seguimos con los mismo que durante estos 50 años.

¿Qué relaciona este dato histórico con lo que pasó el 4 de Septiembre en nuestro país? No existe en política lo que podríamos llamar «triunfo anticipado», ya que ese año le pasó a la derecha republicana. Con los años hay cosas que no cambian, la exacerbación de partidarios de uno u otro sector, mentiras en campañas, triunfalismo exagerado, etc.

Para llegar a redactar una nueva Constitución fue necesario un Estallido Social, pérdida de vidas, personas dañadas permanentemente en sus ojos, miles de daños en infraestructura, comercio, etc. Finalmente en el llamado «Acuerdo por la Paz» todos los partidos políticos, salvo el PC, firmaron para lograr una nueva Constitución, incluyendo al actual Presidente Boric.

Se crearía un cuerpo legal que corregiría males históricos, cambiara el actual sistema, por algo más justo, humano, pluralista, laico; que reconociera etnias y a nuestro pueblo mapuche, grupos de género, feminismo y eliminaría lo que se consideraba «grasa del Estado», el Senado y prohibir que quienes fuesen procesados por cualquier delito postularan a cargos públicos.

En su reemplazo se implementaría una Cámara de las Regiones para por fin descentralizar nuestro país, con mas dinamismo y representatividad. Otros aspectos, como el sistema de pensiones, reconocía el rol del Estado en procurar entregar mejores pensiones, potenciar la Seguridad Social, humanizar y dignificar la Salud Publica, en ninguna parte del proyecto de Constitución indicaba el fin de  las AFPs ni de las Isapres, eso si, que deberían funcionar sin subsidios estatales. Lo mismo pasaría para la Educación. Se comprometía el rol del Estado en entregar a Bomberos apoyo integral.

Después de haber leído los mas de 470 artículos, lo único que me llamó la atención fue el excesivo celo a la sociedad mapuche con un sistema de Justicia propio, que aunque debía ser regulado por un reglamento, me parecía exagerado en su planteamiento, era lo único que encontré confuso y con muy poco realismo. Pero no daba para creer que era una mala Constitución, tenía muchos atributos, reconocido incluso por la comunidad internacional, pero atentaba con el actual estatus quo, políticos que no estaban dispuestos a dejar su cargo en el Senado, su zona de confort para seguir profitando del Estado, se regularían los actuales excesos de la Banca y el mercado, en ninguna parte del texto aparecía que el Presidente permanecería en su cargo mas allá de lo establecido. Entonces indicar que el Presidente le entregaba al país al izquierdismo, era otra mentira, sin embargo en nuestro actual época, no importa el fondo ni contenido, solo importa la mediatez de lo que entrega, tenemos un caldo de cultivo para difundir la idea que todo es malo, que nada es confiable, con esas ideas es muy fácil ser oposición sea de la tendencia que sea, incluso la campaña del actual gobierno de informar y entregar el texto constitucional no fué suficiente.

Uno de los mayores triunfos de la derecha en Chile, es que forjó una construcción mental desde la dictadura hasta nuestros días, que todos lo que piensan distinto a ellos son comunistas, por lo que no son merecedores de participar en la realidad nacional, son proscritos políticos fundamentalistas de izquierda que sólo promueven el anarquismo social.

Pero los episodios de algunos constituyentes también atentaron en contra  de la nueva Constitución, ya no importaba porque se estaba haciendo un nuevo cuerpo constitucional, solo los excesos y faltas de normalidad y posturas de algunos se hicieron viral, y quedaron en la memoria colectiva.

A la derecha no se le puede reprochar nada en época electoral, obviamente que mentirían, tergiversarían, y harían todo lo posible, incluso con un inimaginable apoyo económico de la elite nacional.

La opción que aprobaba la Constitución, se quedó sin una cabeza visible, es decir como empezó, terminó, como fue el Estallido Social. Algunos(as) de dudosa reputación o cuestionamientos se hicieron cargo del Apruebo, otros de centro izquierda, también se apartaron y fueron por el Rechazo. Dice el viejo refrán «divide y vencerás». Los jóvenes que estaban en cargos de Gobierno, más sus coaliciones adherentes se vieron colapsadas por una maquinaria política y económica que durante estos 50 años ha tejido el sistema actual, con los males que ya todos conocemos, y que seguiremos soportando, porque no existirá otra posibilidad de crear una nueva constitución, se diluirá, un 65% de adhesión al rechazo es aplastante tal como le pasó al candidato republicano Landon, como mencioné al inicio de esta columna.

Lo único positivo es que funcionó la Democracia, la mayoría eligió. Eso se debe respetar y acatar, entonces ¿Qué sigue ahora? Nadie lo sabe, pero cuando se atiendan por Salud en lo mismo que tenemos hoy, cuando envíe a sus hijos a estudiar, seguiremos con lo mismo que tenemos hoy, cuando deba jubilarse recibirá lo mismo que tenemos hoy, cuando deba enviar a sus hijos a la universidad, deberá endeudarse con lo mismo que tenemos hoy, los guetos vulnerables donde germina la delincuencia y drogadicción seguirá siendo la misma que hoy, la corrupción en política e instituciones del Estado seguirá igual que hoy, seguirán apropiándose del recurso agua, lo mismo que ocurre hoy, las zonas de sacrificio seguirán siendo lo mismo que hoy. Creo que no solo perdimos, nos desperdiciamos una oportunidad única de ser otro tipo de nación, no se entendió el concepto de Estado de Bienestar, que no tiene nada que ver con comunismo, no se tomó los recaudos de quienes eran nuestros representantes constitucionales, debemos seguir con la política al estilo Friedman del (trickle down) chorreo no solo económico, también social que afecta nuestra forma de vida.

Esperemos que la elite se «apiade» y por fin corrija este modelo neoliberal, pero, como se validó en esta elección el actual modelo, todo es incierto, la única certeza es que seguimos con los mismo que durante estos 50 años.

Un país merece lo que se forja como nación, esperemos merezcamos algo mejor…