#Política

Educación: rumbo y fe

0 |
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

En el tiempo de los veleros y los descubrimientos, cuando la navegación se basaba en los principios de rumbo y fe, las tripulaciones temían, más que a las tormentas y tempestades, a la calma chicha. Más que el exceso de viento, el mar encrespado y el embate de las olas gigantescas en la débil estructura de las naves, los capitanes sufrían desvelo por la terrible carencia de vientos, cuando se atravesaba la Zona de Calmas Ecuatoriales.  El mar como espejo, las velas mustias, calor sofocante y el agua que escasea en los barriles. La nave al garete con su timón muerto y el barómetro estático.

El humor de los tripulantes se agria, las miradas inculpadoras se dirigen a la oficialidad, aparece el primer caso de escorbuto, comienza el racionamiento del agua y los alimentos. El horizonte no acusa la presencia de nubosidad alguna. De los dos principios del título, sólo va quedando una fe cada vez más tambaleante. Todos han comprendido que cuando la nave está paralizada, no tiene rumbo. Se escuchan las primeras murmuraciones. –Si hubiésemos tomado un temprano rumbo sur, estaríamos navegando sin problemas. Otros aseguran que  el norte habría sido una mejor respuesta. Unos comienzan a proponer que se debiera remar, otros opinan que el esfuerzo no serviría de nada y sólo haría más insoportable la sed.

La imagen me invoca a la realidad actual del conflicto. Parece haber cesado, momentáneamente, el oleaje y el crepitar de las velas. No hay que temer por los mástiles. Nos hemos dejado atrapar por la zona de las calmas. ¿Es eso verdad?

Creo que no, me parece ver una estrategia detrás, cuyos alcances no termino de apreciar. Pero, al revés de aquella nave que penetró la zona de calmas por error, todo indica que el capitán tomó un rumbo con la intención, justamente de alcanzarla. Cansado, tal vez, por la lucha contra la tormenta, ansioso por salir del oleaje, pensando, seguramente, en reparar algún mástil dañado y coser las velas rasgadas por el viento. En búsqueda de un tiempo de descanso para la tripulación. Vaya uno a saber qué ideas cruzan esa mente impenetrable.

Pero casualidad, error, confusión no se ve en las decisiones. Al momento de llamar a una mesa de diálogo lanza un discurso que la hace completamente inútil. Halaga a los estudiantes cuando está fuera del país y los fustiga cuando regresa. La represión se incrementa, ninguna palabra amable se ha escuchado.  El diálogo nunca se inició. Sólo se limitó a una exposición un tanto repetida e impaciente de los planteamientos del gobierno. Nunca se vislumbró la más remota posibilidad de revisar conceptos, de escuchar, de ceder. Más bien, una actitud ambivalente y fluctuante entre la sorpresa y la impotencia. Y una pregunta que parece ingenua y es, en verdad, estupefacta. ¿Por qué habría yo de hacer los cambios que nunca prometí? ¿Por qué me exigen que actúe contra mis convicciones y atropelle la voluntad de mis adherentes?

Hay que conceder una cierta legitimidad a estas preguntas. Es cierto, en ninguna parte de su programa dice que hay que terminar con la educación como negocio, que hay que arrebatarla de las garras del mercado. Aunque poco sirva para encontrar un rumbo de salida, vale la pena preguntarse cómo llegamos a esta situación.

Una hipótesis: Llegamos donde estamos porque nos engañamos. Aunque de una parte existe una poderosa campaña publicitaria en torno a la palabra cambio que bien podría calificarse de engañosa, no somos inocentes de haber cedido a su invitación. La gente quería cambios porque el sistema la estaba asfixiando. Nunca se preguntó por la naturaleza de los cambios. Querían algo más de eficiencia en la batalla contra la delincuencia, un mayor control de la corrupción, y confiaban en que la persona capaz de amasar una enorme fortuna personal, también sabría hacerlo en nombre del país. A la vuelta de un año y medio, ha descubierto que la eficiencia ha bajado, la delincuencia, crecido, la corrupción sigue igual y la economía funciona sólo para algunos.

Entonces llega la juventud a contarnos su verdad. También, ingenuos y tampoco, inocentes. Su apatía, que afortunadamente pertenece al pasado, contribuyó de manera significativa a demostrarnos que el sistema político impuesto por la dictadura y que la Concertación no supo cambiar, nos llevó  a tener gobernantes que no nos interpretan. Y a parlamentarios que tampoco lo hacen. Aquí todos tenemos responsabilidades. Unos, por mentir. Otros, por no tener los cojones para impulsar los cambios, y los demás, por refugiarse en una cómoda e irresponsable actitud de “no estar ni ahí”.

Hechas estas confesiones y superada la etapa de las inculpaciones, la pregunta es evidente: ¿cómo salimos de la calma chicha?  No tenemos una respuesta clara, fácil y evidente. Sí podemos diseñar una serie de actitudes que nos permitan enfrentar los problemas que se avecinan.

– Mantener la unidad, la decisión y el compromiso por una educación gratuita y de calidad. Además de propulsar la discusión por el modelo político y los impuestos.

– Aceptar, cuando sea necesario y prudente, ciertos niveles de gradualidad y secuencia que nos permitan el desbloqueo. Es decir, tomar rumbos que nos saquen de la zona de calmas aunque no nos acerquen, por el momento, a nuestro destino.

– Tomar las medidas políticas que nos permitan, mediante las armas de la democracia,  cambiar el desarrollo de los acontecimientos. Eso  es, anticiparse a las vacilaciones, a la fe en una inscripción automática que a todas luces es, por lo menos, insegura cuando no, engañadora. Tomar el toro por las astas e inscribirse masiva y concientemente en los registros para que luego tengamos la fuerza electoral para imponerle a nuestros candidatos las exigencias que consideramos necesarias. Es decir, emplear el voto como un mecanismo para salir de la calma y retomar el rumbo del progreso. Más allá de los actuales partidos, a quienes tenemos que exigirles mayor participación y consecuencia. En pos de un programa y no de una persona.

Y luego, desplegar el velamen y avanzar a todo trapo.

———–

Foto: SoulSenseLicencia CC

TAGS:

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Quedan 1500 carácteres.

#NuevaConstitución

VER TODO
Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repeti ...
+VER MÁS
#Política

De vuelta a la rotonda política

Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repetir el ciclo interminable de esfuerzo y fracaso

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado
+VER MÁS
#Política

El mito del cierre definitivo del proceso constituyente/constitucional

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo
+VER MÁS
#Política

¿Nos jodimos todos?

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no ...
+VER MÁS
#Política

Las lecciones del plebiscito

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado

Nuevos

Expandir la duración de las elecciones puede mitigar la saturación de los centros de votación y reducir las barreras logísticas (...)El debate debe ir más allá de la logística; debe incluir una visi? ...
+VER MÁS
#Política

Elecciones en dos días: participación e integridad

Hoy sumando el tema de la inseguridad por los altos niveles de delincuencia, ha seducido a grandes  sectores de la  población, los engañan con el argumento que el esfuerzo y trabajo individual los hará ...
+VER MÁS
#Política

La nueva derecha

Es el momento de actuar. No podemos llegar tarde a esta urgencia que, en los últimos meses, ha quedado en evidencia. Y somos todos, cada uno de los actores políticos, sociales, académicos y gubernamental ...
+VER MÁS
#Política

¿Quién le pone el cascabel al gato?

En Chile, existe hoy día 21 partidos con representación parlamentaria, a lo que hay que sumar un gran número de independientes. La dispersión y fraccionamiento de las fuerzas políticas, atentan contra ...
+VER MÁS
#Política

Ganarle a la dispersión

Popular

Según la Encuesta de Bienestar Social (2021), en Chile las personas dedican más de un tercio de su tiempo diario a labores de cuidado, y un 85% de aquellos que pasan más de 8 horas al día en esta labor ...
+VER MÁS
#Sociedad

Avances y retos en el cuidado familiar en Chile

Los empresarios, por la gran responsabilidad que cae sobre sus hombros, no tienen que ambicionar ser los mejores y más ricos del planeta, sino que ser los mejores “para” el planeta, colocando a las per ...
+VER MÁS
#Sociedad

Razas y subhumanos una creencia para justificar atrocidades

Existen en Chile experiencias concretas respecto a la participación de trabajadores y trabajadoras en los directorios de empresas de las que se puede aprender y ampliar
+VER MÁS
#Política

Cóbrenos la palabra

Es urgente que las autoridades den el ejemplo y que el Estado de Chile haga rendir cuentas a los responsables de estos crímenes con premura y determinación, pues la impunidad no puede continuar en el paí ...
+VER MÁS
#Justicia

Una más del general Yáñez