Los humedales son ecosistemas esenciales para enfrentar el cambio climático y la sequía que afecta al país, son grandes secuestradores de carbono, reservas de agua y mitigadores de inundaciones entre otros de sus beneficios. Entre los avances que ha logrado el país para resguárdalos, destacamos la puesta en marcha en 2020 de la Ley de Humedales Urbanos, Nº21.202, que busca protegerlos de la indiscriminada degradación que han sufrido en nuestras ciudades, siendo el primer reglamento en que protege reservas de agua vitales y también la reciente y Estrategia Climática a largo plazo, o guía de acción del país con medidas concretas de adaptación y mitigación, lanzada en el marco de la COP 26 en Glasgow, por la cuál el Gobierno de Chile se compromete a declarar entre 10 mil a 15 mil hectáreas al 2025 y hasta 100 mil ha al 2050. Sin embargo, en una reciente nota de prensa económica titulada “Ley de humedales urbanos suma más de 50 áreas declaradas y pone en jaque proyectos inmobiliarios”, se señala desde el sector empresarial como una iniciativa que frena el “desarrollo económico”, criticando una serie de aspectos del proceso que están absolutamente claros.
La normativa va acompañada de un reglamento establece los criterios mínimos para la sustentabilidad de los humedales urbanos, para el resguardo de sus características ecológicas y su funcionamiento, y la mantención del régimen hidrológico, tanto superficial como subterráneo, integrando las dimensiones sociales, económicas y ambientales. Asimismo, establece el procedimiento mediante el cual el Ministerio del Medio Ambiente declarará humedales urbanos a solicitud de los municipios o de oficio. Este procedimiento detalla de forma explicita, los criterios para delimitar humedales y estos son (i) la presencia de vegetación hidrófita; (ii) la presencia de suelos hídricos con mal drenaje o sin drenaje; y/o (iii) un régimen hidrológico de saturación, ya sea permanente o temporal que genera condiciones de inundación periódica. Por tanto, es irrisorio e ilógico que una piscina particular cumpla con estas condicionantes, y si algún municipio se atreviese a declarar una piscina o un tranque como se señala en la nota, existe un equipo especializado en el Ministerio de Ambiente que revisa el cumplimiento de los criterios y la información presentada. Además, ante la falta de antecedentes técnicos, muchas solicitudes no se han aceptado y sus respuestas son públicas.Es importante, que, en tiempo de incertidumbre climática, las inmobiliarias confíen en la institucionalidad ambiental del país. En materia de humedales por primera vez se les han definido las reglas claras para que realicen proyectos sustentables con infraestructura verde y drenaje urbano eficiente
El desarrollo inmobiliario debe tomar conciencia que Chile está inmerso en un cambio de paradigma socio-ambiental, nos comprometimos a ser carbonos neutrales al 2050 y por supuesto en la nueva Constitución estamos reflexionando sobre el rol social y el bien común de la propiedad privada. Es importante, que, en tiempo de incertidumbre climática, las inmobiliarias confíen en la institucionalidad ambiental del país. En materia de humedales por primera vez se les han definido las reglas claras para que realicen proyectos sustentables con infraestructura verde y drenaje urbano eficiente, evitando que perdamos más superficies de estos valiosos ecosistemas en la costa y en el interior de las ciudades, así como inundaciones en estuarios por marejadas, anegamientos por precipitaciones, viviendas hundidas por efecto de terremotos y viviendas totalmente insalubres por efectos de la humedad, como hemos visto en las últimas décadas.
La Ley 21.202 no afecta nuevas obras, ni las pone en peligro, al contrario, protege ecosistemas rellenados, drenados y completamente olvidados de la planificación urbana por décadas. Ha permitido declarar 4.225 hectáreas, cumpliéndose un 28% de la meta climática al 2025. La ley también motiva a que los nuevos proyectos inmobiliarios diseñen de forma sensible con el clima y con el agua, por supuesto cumpliendo con realizar un estudio de impacto ambiental como un debe ser en el crítico escenario actual.
En este nuevo Chile, nos importa la naturaleza, el agua y la vida.
Senador Alfonso De Urresti Longton
Dra. Carolina Rojas, Centro de Desarrollo Urbano Sustentable CEDEUS
Fundación Humedal Nativo
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