Parece ser por entero necesario analizar qué ocurre con el día de la mujer comercialmente en tanto se presenta como contingencia, pero precisamente es esa contingencia la que se revela como pantalla -o fetiche en otros términos- que viene a soldar una olla a presión a punto de estallar. Resulta curioso: mientras el recuerdo del trágico acontecimiento de un 8 de marzo debiese levantar a los oprimidos contra sus opresores, su proceso efectivo parece ser completamente opuesto, devolviendo a la mujer a su papel de objeto. ¿Qué ocurre entonces?
Se ha hablado de que el capitalismo está en una constante crisis, y eso no yerra del todo, sin embargo: ¿Por qué en crisis? En primer lugar, y a esto apunta la primera pregunta por la causa del asunto, el Capital no apunta a seccionar la diferencia, sino a capitalizarla, incluirla, por lo que la crisis es inevitable para realizar tamaña proeza, y precisamente allí es donde la ideología sirve de soldadura a lo irracional que pareciese tal acto. En ese sentido, ¿qué otra opción tiene una estructura patriarcal-capitalista si no es el de capitalizar y desplazar el contenido manteniendo la pura forma de un fenómeno social? Acá se halla con particular importancia una distinción fundamental para el psicoanálisis: la realidad material y la realidad psíquica. Puede parecer, a primera vista, que la realidad material siempre logra superponerse a la psíquica de una manera avasallante; no obstante, ¿es realmente así? Tras nuestros más grandes mitos cotidianos -de corte militar, económico, político, entre otros- se esconde una realidad material recubierta por lo psíquico, lo que a veces se denomina como fetichismo -en el caso marxista- o como fantasma -en Lacán-. Empero, acá el asunto no se juega en un plano volitivo, donde el sujeto opera voluntariamente sobre el material disponible, sino que se produce como un proceso del cual la subjetividad nada sabe, o mejor, nada quiere saber. Ahí, en ese espacio de no saber, es donde la ideología viene a rellenar un vacío del cual el sujeto, en este caso el hombre privilegiado o la mujer cómoda en su situación de dominación, nada quiere saber.
Resulta curioso: mientras el recuerdo del trágico acontecimiento de un 8 de marzo debiese levantar a los oprimidos contra sus opresores, su proceso efectivo parece ser completamente opuesto, devolviendo a la mujer a su papel de objeto.
Ahora bien, en cuanto se presenta como contingencia el día de la mujer, lo que ocurre allí no es que se realcen los ánimos -con excepción de diferentes organizaciones que, por fortuna, mantienen los ánimos tanto este día como todo el año-, sino, a su propio modo, la capitalización funciona como desprendimiento de esa culpa por la explotación. Esto puede parecer del todo descabellado, pero hay ejemplos similares como puede ser la plusvalía que hoy adquieren ciertos productos de origen «orgánico», donde el sujeto se escabulle de esa culpa por la contaminación global comprando productos amigables, mas allí también el Capital ha logrado incluir como precio esa rebaja de la conciencia de culpa. De esta manera, la estructura capitalista-patriarcal se abre camino «tragando» la otredad que se le opone, y esto puede ser apreciado en el fenómeno del día de la mujer, donde el macho que ostenta sin clemencia su poder simbólico y material establece una negación de esta desfigurando un día dedicado a la memoria en una instancia comercial que culmina no en la emancipación, sino en un proyecto de dominio esbozado inteligentemente por tal estructura, desarticulando la lucha incluyéndola en su estructura coercitivamente. Así, como si se pegara en una pared un chiclet y quedara allí atascado, la culpa subjetiva del hombre por su dominio se disfraza en un regalo, que viene a contener el padecimiento de esa posición de dominio reforzándola a través de la beneficiencia, como un amo que apalea a su perro pero que, sin embargo, lo aprueba por el hecho de que es de su propiedad y él lo alimenta.
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diegosanmartin
Bueno, supongo que debiese de responder en orden tus propuestas:
1. Es cierto lo que propones -hasta cierto punto, pero materialmente no está errado-, pero no creo que el asunto se agote ahí, pues si bien el Capital desarraiga valores de antaño -o los vuelve menos rígidos, relajando su tensión interna-, eso no se vuelve causa de que las masas estén dispuestas a comprar. Por otro lado, decir lo primero («que las efemérides…») es lanzar un comentario al aire, pues hay un proceso psíquico detrás de todo aquello que viene a servir de soporte en la sociedad, y eso es innegable en diferentes aspectos -y allí la ideología, el fetichismo, etc.-.
2. Estoy por entero en desacuerdo con lo que dices. Me parece Salfatezco que uno piense de esa manera, pues el feminismo no es segregador, a menos que uno lea un manual de bolsillo de X persona hablando de manera vulgar sobre un tema eminentemente inclusivo y que busca la igualdad por sobre la dominación (respondería mucho más sobre esto, pero los carácteres son pocos).
3. Nuevamente hay un error teórico allí, pues lo que se propone es que el hombre denuncie su privilegio para poder aceptar estos y renunciar a ello, operación análoga a la «deconstrucción» de Derrida. Sin embargo, la cosa no se agota ahí, ya que, si uno se dedica a pensar el asunto, nota que existe una posición de dominio sobre la mujer, donde incluso su propio cuerpo le es alienado en pos de los intereses patriarcales -entre otros-.
4. Ahí está la ideología
El Burrito
Analisis banal y superficial, muchas palabras rebuscadas y poco contenido, sigue estudiando socio aun te falta
toma un par de luces:
1° todas las efemerides se prestan para comercializacion, el sistema capitalista occidental aprovecha muy bien eso, sumandole a eso las politicas liberales que han ido desarraigando valores que antaño la gente tenia firmemente afianzados obtienes una masa dispuesta a comprar lo que les quieras vender
2° el feminismo actual es particularmente lucrativo, si bien nace como un movimiento social y popular, actualmente es uno de los maximos titeres de control de masas en occidente, no me crees? cuestionate por que todos los medios lo venden como algo justo a pesar de ser un movimiento evidentemente segregador, reflexionalo y date cuenta que ningun medio de comunicacion masivo vendera jamas algo que no les convenga a quienes ostentan el poder y les puedan arrojar unas migajas
3° no es el hombre el privilegiado, tampoco la mujer, ni ningun genero, raza o condicion, salvo, la clase social, el sistema funciona para los ricos, da igual si es hombre o mujer, los privilegios masculinos es una idea creada durante la crisis economica para dividir al pueblo y evitar revueltas por el poder, idealmente un/a feminista debiese hablar de las NECESIDADES de las mujeres NUNCA de los privilegios del hombre, se busca la igualdad, no supremacia, ni mucho menos venganza
4° si vives con culpa x un delito que no cometiste, les haces mas facil el trabajo de manipularte