En estos días, seguramente a todos nos ha costado conciliar el sueño. Nos hemos entusiasmado con diversas cosas y luego también nos desmotivamos con algunas de ellas. Pareciera que tenemos tiempo, pero, en la práctica diaria, no alcanzamos a realizar todo lo que nos proponemos. Las labores en casa y el teletrabajo aumentaron, como también nuestra irritabilidad y debemos ser expertos en la gestión del tiempo. De alguna forma, seguramente a todos nos está ocurriendo lo mismo.
¿Estábamos preparados para este momento? Por supuesto que no.
Cuando creemos que el conocimiento lo puede todo, aflora la emoción que nos enciende y apaga la luz dejándonos a ratos en una penumbra que no permite enfocar claramente.
Hoy la escuela está en crisis. Nada nuevo, ¿verdad?
Claro, pero es la crisis emocional de la educación más grande que nos ha tocado vivir, donde la escuela ha sido claramente golpeada en su representación del tejido de relaciones humanas.
Entendimos el valor de la escuela como ese espacio que sí marca la diferencia. Entonces, ahora confiemos: Profundicemos, avancemos y conectemos.
La escuela latinoamericana viene de constantes reformas, intentando avanzar entre movimientos sociales y con atisbos de solución en la medida que la proyección económica y editorial de cada gobierno lo pueda asumir. Observan como lo están haciendo algunos países de Europa, que si bien es cierto tienen realidades muy diversas, estos últimos intentan desafiarse permanentemente para avanzar en el desarrollo de habilidades para el siglo XXI.
En estos días, el cierre de las escuelas ha generado una gran demanda de esfuerzo y concentración en condiciones de encierro y temor ambiental a quienes han tenido que realizar las labores encomendadas por los profesores. Es más, ha puesto en algunos casos de incomprensión, ya sea la labor docente como el rol de los padres – tutores, pero también una gran demanda para todos los actores de la escuela. Pero, ¿cuantos se han preguntado como todos llevamos el confinamiento?
El temor de no saber cuando se abren las puertas de las escuelas, el como serán las clases, la ansiedad por verificar si hubo aprendizaje, repetir o perder un año. Pero el temor más grande es que todos los que lleguen a la escuela, ese nuevo primer día, asuman la normalidad tal como se dejó el último día que estuvieron en la escuela.
Entonces aprovecho este espacio para la reflexión, la emoción y la invitación para abrirnos a las posibilidades de innovar desde la belleza del ser.
Y en ese espacio, como escuela, busquemos cuales son nuestras oportunidades: Profundicemos. Conversemos sobre la calidad de relación que estamos teniendo con el mundo. ¿Cuál es la calidad de la vida humana hoy?; Aseguremos el tiempo para la reflexión, aprendamos que este espacio es una gran inversión; Miremos como lo hacen otros para ver su posible adaptación y así poder mirarnos a nosotros mismos, sin la necesidad de competir, más bien, priorizando la colaboración; Aprovechemos los saberes, abramos la mente a otras ideas y generemos inteligencia colectiva, optimizando la tecnología y confiando en ella.
Por otra parte, avancemos. Desafiemos los convencionalismos; provoquemos. Rompamos esquemas – incluso los institucionales – y con ello, retomemos lo que callamos y lo que dejamos pendiente. Vamos más allá del currículum educativo, es decir, seamos parte activa del equipo, tomemos decisiones y dejemos que los profesionales de la educación sean parte de ellas. Confiemos.
Por último, conectemos. Venzamos el ego (hemos estado muchos días solos) y volvamos a escucharnos, respetando las ideas, pensando antes de actuar. En síntesis: fortalezcámonos emocionalmente, conectémonos.
Para todos, después de este confinamiento, será un antes y un después. Es importante comenzar por cuestionarse ¿como llegamos a esto? ¿Qué nos han dicho y cuáles son nuestras propias ideas?
Estoy seguro, que después de estos días abriremos paso a la comunicación desde la emoción. Identificaremos aquello que es bello, que nos hace disfrutar. El silencio que dio espacio para que la ciudad se volviera a poblar de nuevo aire, colores, animales, y que nos permite mirar las cosas nuevamente.
La invitación es a darle una gran oportunidad a la escuela. Quisimos replicar la clase en casa y nos dimos cuenta que era fácil pensarlo y difícil hacerlo. Entendimos el valor de la escuela como ese espacio que sí marca la diferencia. Entonces, ahora confiemos: Profundicemos, avancemos y conectemos.
Comentarios
07 de mayo
Hoy extrañamos la escuela, el espacio de socialización por excelencia. Es un momento de valorar ese espacio. Y en ese marco generar el espacio y la autonomía para que procesos de reflexión y profundización se den: se lo debemos a la comunidad escolar entera. No las atiborremos de exigencias administrativas cuando volvamos, permitamos que la escuela sea un espacio para procesar lo vivido y desde ahí aprender nuevas habilidades.
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08 de mayo
Gracias María Jesús por tu comentario.
La escuela vive permanentemente de situaciones urgentes, emergentes e importantes. Lo que ahora debe pasar es reaccionar y abordar justamente estos temas en el modelo de interacción que Cristóbal Cobo llama “educación a distancia de emergencia”.
Te dejo esta página que puede ser de tu interés.
Abrazo
https://www.cristobalcobo.net/
08 de mayo
Pareciera ser que todo se detuvo, ante lo incierto, se cerraron las aulas y se acabó el ruido cotidiano de mis niños/as, sus risas, sus inquietudes, ibamos recién llegando… Tuvimos que generar otra dinámica, poner calma, escuchar al otro, preocuparme de mí, después de mucho correr con un horarioio laboral, de mamá, de dueña de casa, de esposa… Y que hacemos, esperar que vuelva el sol con más esperanza, que aprendamos a sentirnos y acompañarnos estando lejos, a aprender desde lo que tenemos, desde nuestra casa, dedse nuestra familia, desde el amor x wue aqui no interesan los títulos, interesa que cada ser humano se sienta persona, tomado en cuenta e importante, tal vez con solo una sonrisa podamos cambiarle su historia. De 1 seremis muchos los que agradezcamos despertar un dia más cuandi el covip 19 esté lejos, otros se sentiran poderosos x que no fueron tocados, también bien estarán aquellos wue perfieron a un ser querido y no pudieron despedirse, cada uno desde in umbral diferente. Hoy cuando todo es silencio quiero regalar un poquito de amor, de paciencia y esperanza, que la tecnología no nos opaque la esencia del ser, si que nos reuna… Sonrisas necesitamos ante tanto dolor, respirar desde el alma y en algún momento cuando el cielo esté despejado abrazarnos y agradecer x la vida
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08 de mayo
Gracias María Jesús por tu comentario.
La escuela vive permanentemente de situaciones urgentes, emergentes e importantes. Lo que ahora debe pasar es reaccionar y abordar justamente estos temas en el modelo de interacción que Cristóbal Cobo llama «educación a distancia de emergencia».
Te dejo esta página que puede ser de tu interés.
Abrazo
https://www.cristobalcobo.net/
08 de mayo
Gracias Gina por tu comentario.
Me emocionan tus reflexiones, ya que justamente es eso lo que a todos nos ha ocurrido de una u otra manera.
Como si hubiésemos tenido la necesidad de parar, pero no de esta manera tan brusca.
Lo importante es sacar lecciones, reencontrarnos con los afectos, valorar el trabajo y cuidar el espacio presonal.
Te dejo este artículo que puede ser de tu interés.
Un abrazo
https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/27/transformar-las-dificultades-en-posibilidades-sera-posible-despues-de-todo-esto/
08 de mayo
Uhhh querido Ale, tanto que reflexionar!!., muy interesante lo que escribes. Afortunadamente hoy tengo la suerte de estar en una comunidad que dialoga estos temas, desde su PEI hasta lo cotidiano del día a día. Queremos un cambio y llevamos un tiempo trabajando el cambio de paradigma.
Está dicho en tantas investigaciones prometedoras… El futuro está en la única inteligencia que la tecnología no puede reemplazar… La inteligencia emocional.
Entonces nuestro gran desafío está precisamente allí. La emoción.
Si tienes tiempo busca un libro que se llama Identidad Cosmopolita Global. Un nuevo paradigma socio educativo. Un abrazo enorme. Y siempre recuerdo las tremendas e interesantes reflexiones que promovías en nuestro equipo.
Cariños.
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08 de mayo
Gracias Macarena!
Tengo muy lindos recuerdos del trabajo en equipo y la disposición para invertir tiempo en la reflexión.
Me alegra que puedas tener un espacio de trabajo donde hay interés para generar educación integral.
Creo que en esta etapa debemos tener claro cómo están nuestros profesores y como llevan ellos el confinamiento, ya que su forma de trabajo más las labores del hogar seguro que han implicado un doble esfuerzo.
Te dejo un texto que puede ser de tu interés.
https://revistes.ub.edu/index.php/REIRE/article/view/reire2020.13.128613/29568
Abrazos
08 de mayo
Pero, hay docentes que no profundizan….solo mandan guías….siento que como indicas es lo mas importante, por lo menos en mi caso que son niñas muy pequeñas, es establecer lazos, hablar -interactuar,un vídeo , una pregunta abierta. Difícilmente, realicen cada una de las actividades solicitadas, mas ahora que nos toca a los padres preparar clases, explicarlas…. tener el apoyo de un docente, te explique en que fallas, te guié con estrategias….seria un gran apoyo.
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08 de mayo
Estimada Anysur:
Gracias por tu comentario.
A pesar de llevar años implementando la tecnología en las salas de clases, en las casas y en los conectividad en general, no estábamos preparados para un momento como este.
Nos estamos enfrentando a una crisis donde la manera de hacer las cosas dará un giro. Lo más probable es que no en el corto plazo, pero deberíamos anticiparnos a este tipo de situaciones.
Mi consejo en estos días es acompañar y monitorear los espacios de estudio de los niños. Adecuar las actividades que se les proponen, pero al ritmo que ellos puedan determinar.
Y a los profesores, les aconsejaría flexibilidad para que a ellos mismos les permita realizar un buen seguimiento de la propuesta hecha.
Te dejo este video muy interesante. Te puede interesar.
Abrazo
09 de mayo
Sin duda nos moveremos, tengo absoluta fe, aún, que nuestro@s hij@s sabrán avanzar en la recuperación de la esencia del ser humano, más allá de toda pandemia y confinamiento, sabran recuperarse..y recuperarnos!
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09 de mayo
Gracias Danilo por tu comentario.
Comparto tu reflexión y estoy seguro que sabremos como avanzar en este mar de preguntas.
Las artes están siendo un salvavidas en estos días y seguro lo será para cuando las escuelas se vuelvan a abrir.
Te dejo un enlace que te puede interesar:
https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/14/manifiesto-por-otra-educacion-en-tiempos-de-crisis-25-propuestas/?hilite=%27m%C3%BAsica%27
Abrazos
10 de mayo
Me gusta la relevancia que le das a la escuela como espacio para socializar y cómo muestra que en la normalidad «descansamos» en ella, al darnos cuenta ahora lo difícil que es la tele-educación.
Pero más me gusta la propuesta de llegar a una nueva realidad, sin olvidar todo lo que estamos pasando. Que esto no sea en vano!
Me queda la duda sí de a quién está dirigida la columna (cuál es la propuesta para padres, para profes, para equipos directivos, sostenedores y estudiantes) y cuál es el rol que juegan los estudiantes en esta nueva realidad. Creo que es importante escucharlos ahora más que nunca: Qué les pasó con todo esto? Cuáles son sus reflexiones? Cuál es su visión de la escuela ahora? Qué harían distinto en esta nueva realidad? Cuáles son sus prioridades (dejando de dar por sentado que quedan X años completos de escuela para hacer todo lo planificado y comenzando a definir lo más importante, en caso de que debamos volver a encerrarnos)? Quizás estas preguntas dan para otra columna…
Saludos!
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10 de mayo
Francisco, gracias por tu comentario.
Cuando pensé en escribir, quise plasmar lo que a varios nos estaba pasando. Muy desde la emoción, pero también desde mi experiencia profesional.
Ojalá que algunas de estas letras puedan llegar a los policy maker. Necesitamos actuar ahora, tomar decisiones hoy.
Interesante tu propuesta de hablar directamente a algunos actores o recoger la voz de los estudiantes.
Tal como dices, puede ser parte de un segundo escrito.
Encontré esto que te puede interesar.
https://www.cristobalcobo.net/
Abrazos
11 de mayo
gracias, tengo una pregunta profesor, según nuevo escenario y considerando las múltiples posible realidades a suceder, es decir, la incertidumbre sobre esta, ¿ cuales serán las habilidades y competencias para la vida de estas pequeñas personas que se puede hoy ir potenciando y guiando desde el hogar?
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11 de mayo
Estimada Anysur:
Desde ya sugiero que los más pequeños puedan centrarse en el juego. Así podrás encontrar la diversidad de formas de relacionarse con un otro (niño y/o adulto). Por ejemplo, en el cuidado del espacio personal, el valor por el orden al finalizar el juego (cada cosa en su lugar), el respeto de los turnos para compartir, el manejo y reconocimiento de las emociones (preguntar a los niños si están enojados, frustrados, alegres, tristes).
Hacer de los espacios de comida un momento de encuentro donde uno pueda recalcar las habilidades o noticias positivas, por ejemplo: «hoy me di cuenta que te sabes muy bien los colores, te felicito, estamos muy contentos por ti. ¿Hay otra cosa nueva que aprendiste?»
Verificar cuales son las preguntas que tienen los niños de lo que está pasando y responder de la manera más didáctica posible.
Hay muchas recursos en la red y varios videos que pueden ser de mucha utilidad, pero como los niños son demandantes con los padres y muchas veces necesitan que uno esté al lado, puedes estructurar el día con dos grandes momentos, uno en la mañana y otro en la tarde, y dejarles espacio para que deciden lo que quieran hacer.
En fin, en la medida que vayas implementando rutinas, aparecerá la creatividad.
Gracias por tu pregunta. Es muy cotidiana y me anima a buscar más posibilidades para generar rutinas de apoyos, tanto para los padres, como para los mismos niños y jóvenes.
Saludos!
14 de mayo
La escuela, así como la mayoría de los espacios de interacción social, privilegia la razón por sobre las emociones. Pareciera que no hay espacio para trabajar en ellas y si lo hay es muy acotado. El grueso del espacio-tiempo escolar está puesto en el aprendizaje de contenidos, que no prestan mayor valor a lo que nos pasa (me gusta ese contenido, me desagrada, me pone contento estar en ésta u otra clase?). En ese sentido, pareciera ser que el trabajo de las emociones quedara relegado al ámbito familiar, pero muchas veces, tampoco hay conocimientos ni habilidades para abordar estas en las casas. El confinamiento producto de la emergencia sanitaria, nos obliga a poner atención en eso – también-. La invitación es clara: incorporar el ámbito de las emociones en los procesos de aprendizaje en la escuela, pero también en la vida cotidiana, en la dinámica familiar, parece ser una cuestión ineludible. Demás está señalar los beneficios en la subjetividad futura, cuando la racionalidad y las emociones se valoran de la misma manera: ciudadanos empaticos, solidarios, acertivos y preocupados por el bien común. Ojalá esta crisis nos permita situar como urgencia la preocupación por la salud mental de todes, que incluye por cierto, el mundo de las emociones. Ojalá la escuela y las familias se sumen a esta preocupación.
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15 de mayo
En estos días he pensado mucho en las escuelas de aquellas comunidades donde te ha tocado trabajar – colaborar – intervenir – estar y creo que debe ser un momento sumamente complejo para el confinamiento, ya sea por desconocimiento, por situaciones laborales y tantos otros factores. Pero, a pesar de esas condiciones hay una luz de esperanza y que está puesto en el sentido de solidaridad con el otro.
¿Cómo te reciben cuando vas a trabajar con ellos? Cuando llegas a sus casas, a sus juntas de vecinos, ¿están preocupados por ti?
Esa manera de tratar al otro, dando lo poco que puedan tener, hay que sacarlo a relucir como una gran fortaleza y ayudarlos a saber más sobre el sentido más profundo del valor de la solidaridad y lo comunitario. Puede ser un primer paso para ayudarlos también en el manejo de las emociones, especialmente en la frustración que trae para ellos y sus niños no estar haciendo lo que cotidianamente podían hacer.
Será un momento complejo en Chile y ahí, personas como tu, tienen mucho que aportar (desde tu propio confinamiento).
Y a propósito de la escuela y de los espacios que te he comentado en estas letras, será bueno preguntarse nuevamente ¿cuál es la escuela que queremos? ¿Con qué escuela sueñas para tu país?
Mira, descubrí en clases este documental que te encantará:
http://meritxellcolell.com/Elogi-de-l-escola
Abrazos