Los chaqueteros de turno recalcan que Marcelo Bielsa no inventó el fútbol, que se equivocó en algunos pasajes del Mundial, que no es irreemplazable y que pronto hay que dar vuelta la página. Recordemos que durante un siglo la selección no jugó a nada, que hace algunos años éramos los últimos del continente y que nuestro fútbol cagón era el hazmerreír en los torneos internacionales.
En la hora del adiós, saltan al recuerdo las grandes expediciones por clasificatorias: el segundo tiempo de Chile frente a Uruguay en el mítico Centenario de Montevideo y las acertadas estocadas del “Matador” Salas. Contra Bolivia, en La Paz (2-0), el tridente de ataque (Beausejour, Suazo y Sánchez) impuso supremacía sobre la retaguardia altiplánica y el “Pitbull” clavando sus colmillos en dos ocasiones. Memorable fue la presentación en Venezuela (3-2), en un partido con mucho vértigo y con la Roja apostando hasta el último minuto por el triunfo, que finalmente llegó a través de un latigazo de “Chupete” Suazo.
Imposible olvidar los categóricos triunfos sobre Argentina y Colombia en Santiago (1-0 y 4-0), a Perú en Lima (3-1), a Paraguay en Asunción (2-0) y la clasificación mundialista en Colombia con sabor a café (4-2).
En el Mundial de Sudáfrica, Chile embelesó con la vertiginosidad de su juego y con la destacada presentación de su bloque defensivo compuesto por Medel, Ponce y Jara, quienes lideraron el ranking FIFA de la primera fase. Recordemos que la estrecha victoria ante Honduras -gol anotado por Jean Beausejour- tuvo una connotación histórica, ya que ese mismo 16 de junio se cumplían 48 años desde la última victoria chilena en un Mundial, cuando Eladio Rojas convirtió ante Yugoslavia y le entregó a la roja el tercer lugar en el Mundial de 1962. El triunfo ante los suizos y el gol de Millar ante España clasificaron a Chile a segunda ronda, pero nuestra bestia verdeamarelha nos despertó del sueño y nos mandó rapidito para la casa.
Para la casa también mandaron los clubes “grandes” a Mayne Nicholls y Bielsa con consecuencias y lealtad también lo acompañó en la partida. Un gesto que se aplaude en tiempos donde da lo mismo ser derecho que traidor, generoso o estafador, donde todo es igual, donde nada es mejor… Por Dios, ¡qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
Comentarios
20 de julio
Totalmente de acuerdo. Por esto y por muchas razones más no somos campeones mundiales, porque no hacemos nada y cuando alguien más lo hace lo criticamos y lo destruimos. Don Marcelo Bielsa vivirá por siempre en el corazón de la mayoría de los chilenos y en el corazón de todo el mundo futbolero. Y solo era ver los noticiarios diciendo lo que habíamos perdido en dejarlo ir de Chile.
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