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Karla Rubilar y Estadio Seguro: Sinonimia de un descaro

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La Intendencia Metropolitana decidió mover su última pieza de ataque, en una serie que se viene jugando (unilateralmente) hace bastante tiempo. A través de un comunicado de la entidad Estadio Seguro, anunció condenas que rozan la desproporción misma (a propósito de hechos aislados de violencia en el «superclásico»), desde controles de admisión desatados, prohibición de los bombos y cierre de galerías populares. Con antecedentes en mano, he decidido sacar a la luz las mentiras de este comunicado, a propósito de la GarraBlanca y Colo Colo, además de dar una clara y ácida opinión.

En primer lugar, hoy Estadio Seguro en su comunicado señaló, sin mayores justificaciones (tipificaciones o normas estrictas, por ejemplo), que «se prohibirían todos los elementos de animación en el Monumental» (de nuevo, contra los bombos). Esta entidad, en un descaro insólito, muestra esta medida como algo inédito, casi como si le costara hacerlo, y eso es una profunda mentira. La Intendenta Karla Rubilar había presentado una injustificada y provocadora prohibición, bastantes semanas antes de los incidentes, a la «Banda de Arellano» («elementos de animación»), cuando ni surgía problema alguno de violencia en el estadio.

En segundo lugar, en el comunicado de Estadio Seguro hablan -como gobierno- de medidas exclusivas para sector Arica, presentándolo como algo nuevo (casi que difícil de hacer). El descaro aquí es extremo. Hace semanas la Intendenta viene operando para presionar a la concesionaria Blanco y Negro, logrando finalmente que implementaran un «control facial de identidad», exclusivo para esa galería ¡Cuando no había ningún problema con la barra! Las medidas ceñidas a ese lugar no son algo inédito, el gobierno las viene llevando a cabo hace bastante tiempo, en diversas proporciones (exhaustivos controles de identidad en galería Arica; medidas arbitrarias, tales como hacer desnudar a hinchas, en esa misma galería; contingentes de FFEE exclusivos para ese lugar, desprotegiendo otros sectores del estadio). Medidas que, por cierto, son sumamente discriminatorias y demuestran abismal ineptitud en el trato hacia las barras.

Por último, preciso es recalcar, a riesgo de ser majadero, que, si se está en la lógica de asumir responsabilidades, Karla Rubilar debiera afrontar sus clarísimas culpas políticas en el mal manejo frente a la barra; la causalidad de su gestión, en miras del auge de violencia en el estadio, es evidente. Por favor, que disimule ahora, que ella nunca se sentó a conversar, casi como si la Garra Blanca fuera ISIS, si hace unas semanas era conocimiento público que lo estaba haciendo. El tema es que nunca supo como hacerlo, quiso, desde un principio, poner el pie encima; con su incompetencia y desatino, solo generó más violencia. No sabe, ni entiende ni asimila como funcionan las barras. Errada y obstinadamente, está reivindicando la fallida política que tuvo Piñera frente a los estadios, en el gobierno pasado. A través de la criminalización y persecución absurda, casi al estilo de la dictadura, proscribiendo grupos sociales específicos, no convenientes ¡Solo generarán más violencia! Eso se lo firmamos.

No sabe, ni entiende ni asimila como funcionan las barras. Errada y obstinadamente, está reivindicando la fallida política que tuvo Piñera frente a los estadios

Si estamos poniendo bases o pilares de solución básicos, un mínimo de decencia es que la Intendenta haga un mea culpa, o simplemente dé un paso al costado. Desplegó todas sus fuerzas en esto, pero no logró resultados, evidentemente falló y ahora solo busca revanchas para salvar su puesto político-designado. Que deje de mirar al techo y afronte la verdad

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1 Comentario

Ignacio Fierro Pérez

Ignacio Fierro Pérez

Por cierto, los abusos anexados constan como parte del informe de DDHH de la comisión de DDHH del Club Social y Deportivo Colo-Colo, del cual soy parte.