No, en serio. Es una pregunta de verdad.
Con la mano en el corazón, con la mayor sinceridad del mundo.
Es una pregunta que debes hacerte en tu interior.
No pienses en el daño colateral que ha hecho al reforzar estereotipos a lo largo de su carrera, no tengas en tu cabeza la concepción del humorista para adultos con un pensamiento básico para idear chistes. Solo piensa en el público.
Piensa en la gente que estuvo ahí, que aplaudió el discurso pseudo-político de Ana Gabriel, que cantaba a Pimpinela a todo pulmón.
Esa gente, esa misma gente.
¿Tú me estás diciendo que ese público iba a hacer llover pifias? ¿De verdad?
Si me dices que si, es que estamos mal. Y mal en un nivel inconmensurable.
A partir de este viernes, comienza la época de propagandas rumbo al plebiscito del 26 de abril, en el cual decidiremos nuestro futuro en cuanto al ordenamiento jurídico que impere en nuestro país. Para nada una cosa menor, dado que la gran mayoría de los reclamos, marchas y manifestaciones de todo tipo se han centrado últimamente en ello, pese a que hay un montón de cosas por las cuales protestar también.
Es una época que va a estar plagada de campañas, manifestaciones y publicidades diseñadas para atacar de forma clara y precisa al chileno común que no ha definido del todo su pensamiento respecto al plebiscito. Un buen diseño podrá llevar un mensaje de manera clara y precisa, pero si el mensaje no está lo suficientemente bien establecido y fijado, entonces no va a servir de nada ese esfuerzo
Con la mano en el corazón, vuelvo a preguntarte ¿tú crees que tu mensaje está firme? ¿crees realmente que puedes explicarlo, explayarte de forma clara y sincera sin caer en tecnicismos? ¿crees que la gente que no sabe nada de lo que realmente ha pasado va a poder entenderte? ¿tendrás la paciencia suficiente para convencer a aquellos que estén aferrados a la desinformación?
El cometer el error de creer a ojos cerrados de que iban a pifiar a Ernesto Belloni en el Festival de Viña, ante la obviedad de que no iba a pasar, no solo es fatal, sino una muestra clara de que hay una debilidad que se puede explotar a solo un día de comenzar la batalla electoral.
¿Te acuerdas cuando Alex Hernandez fue elegido como director de la franja del rechazo? Te reíste un poquito. Si, admite que si. Fue director de Mekano y de Yingo, así como de varios festivales de Viña. No es ese nombre de destaque que tu esperarías de gente como Sebastián Lelio, ganador del Oscar, chico Hollywood.
¿Cuántas veces viste Una Mujer Fantástica? ¿Viste Gloria, Tigre o La Sagrada Familia? Espero que si, son buenas obras, merecen su destaque. Ahora ¿cuántas veces gritaste “Karol Dance degenerado” en las marchas? ¿Cuantas veces bailaste Axé en tu infancia? ¿Recuerdas las polémicas con la gomita en Mekano? ¿Viste la gala de Viña alguna vez y te reíste de algún look? Buenos productos ah, todos creados por Alex Hernandez.
Te asustas un poquito. Si, la verdad es que es lo justo. Te das cuenta que no basta saber leer al público, sino también saber como influir bajo esa lectura. Piensas en que si Alex Hernandez se manda una obra que sepa leer a su público con poco pensamiento pero de forma hábil, y Lelio se lanza una obra demasiado cerrada artísticamente, podríamos perder el plebiscito.
Puede pasar. En el Reino Unido un tipo llamado Boris Johnson usó un bus para decir que 350 millones de libras se iban cada semana del país a la Unión Europea, y que se podía invertir en salud pública si se salían de la comunidad. Era una mentira, pues aparte de que esa cifra era menor, tampoco podía invertirse en el sistema de salud. El responsable sufrió el peor castigo de todos: se volvió primer ministro y sacó al país de la UE. En Estados Unidos, instituciones como la NRA que ganan millones a costa de regulaciones livianas que han permitido las peores masacres que ha visto el país, apoyan ciegamente a Trump. Y ahí está el, con un centro que lo respalda con casi 50% de aprobación y que tiene de cabeza a todo el Partido Demócrata. En Japón, una persona que habla de forma revisionista respecto a los crímenes perpetrados por dicho país en la Segunda Guerra Mundial, rebajando su importancia, ha sido primer ministro durante casi una década.
En dichos casos ha existido un uso descarado de calumnias y mentiras, pero es uno de los dos factores. El otro es una tremenda falta de lectura y sapiencia política estratégica de sus opositores.
En momentos donde es necesario saber leer y explicar a la gente para hacerles entender lo grave de lo que ha pasado en Chile, y la necesidad de cambio, el cometer el error de creer a ojos cerrados de que iban a pifiar a Ernesto Belloni en el Festival de Viña, ante la obviedad de que no iba a pasar, no solo es fatal, sino una muestra clara de que hay una debilidad que se puede explotar a solo un día de comenzar la batalla electoral.
Yo espero equivocarme, y que solo sea un temor infundado, que los que cooperen con el aparato propagandístico del Apruebo se las manden, y que solo hayan sido unos pocos quienes realmente esperaban ello. Unos pocos que siguen creyendo que Chile cambió hacia su pensamiento, que siguen creyendo que no necesitan cambiar, cuando en verdad nadie debe estar ajeno del cambio.
Espero equivocarme.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad