Oportunidad de crecimiento, desarrollo y sostenibilidad para nuestra ciudad.
La ciudad es el espacio más importante para la vida cotidiana. Hay literatura vasta sobre la influencia de la ciudad en la sociedad y en cómo esta se desenvuelve. Una ciudad bien planificada permite que las personas tengan condiciones de base que estructuran su calidad de vida, lo cual es posible demostrarlo ampliamente.
Alto Hospicio, podemos coincidir, es una ciudad nueva, en lo que a vida institucional se refiere, tan sólo hemos cumplido 15 años pese a que su trayectoria es mucho más larga cuando era parte de la comuna de Iquique, y más atrás aún. Su proceso de crecimiento ha sido explosivo, motivado por cuestiones sociales, económicas e incluso políticas. Pero ya en el 2019 es necesario reflexionar cómo proyectamos la comuna de Alto Hospicio para convertirla en una ciudad del siglo XXI que dé garantías y oportunidades a las familias que aquí viven y a las miles que pretenden venir aquí en los próximos meses y años.
Para garantizar dicho diseño y planificación, uno de los instrumentos más importantes es el plan regulador de la ciudad, éste junto con el PLADECO son los principales ejes no sólo para decir qué haremos, sino también para evaluar qué hemos hecho.
Durante estos meses el Municipio de Alto Hospicio, a través de la asesoría urbana, ha estado preparando las acciones conducentes para iniciar el proceso de nuestro nuevo plan regulador, una tarea importantísima que requiere atención, liderazgo y recursos para llevarse a cabo, pero que tendrá enormes beneficios para toda la ciudad.Ningún instrumento de la planificación de la ciudad, más aún en el siglo XXI debe ser elaborado desde una sola perspectiva, debemos ser capaces de convocar y consensuar objetivos comunes sobre la ciudad.
Desde mi punto de vista un nuevo plan regulador para Alto Hospicio debe tener ejes tanto técnicos como políticos. Técnicos, porque requiere ser elaborado con la máxima rigurosidad y con profesionales idóneos con un alto conocimiento del territorio y su particularidades. Un plan que por lo demás debe adecuarse legal y administrativamente con los demás instrumentos de planificación en las diversas escalas territoriales. En lo político, porque este sin duda debe convocar al mayor número de personas y organizaciones públicas y privadas para elaborar un plan equilibrado y democrático. Ningún instrumento de la planificación de la ciudad, más aún en el siglo XXI debe ser elaborado desde una sola perspectiva, debemos ser capaces de convocar y consensuar objetivos comunes sobre la ciudad.
Debemos entonces abogar porque el proceso y los resultados del plan sean óptimos. De ello depende la atracción de inversiones privadas y públicas, la creación de buenos empleos, la seguridad pública, el cuidado del medio ambiente, la reducción en los tiempos de transporte, pienso en las ciclo vías y otros medios que conecten a las personas dentro de la ciudad y que no necesariamente se convierta en un gasto. Hablamos de dar certidumbre a los emprendimientos y a quienes desean que su futuro se desarrolle en la ciudad de Alto Hospicio. Y finalmente, me quiero detener en una cuestión fundamental para las personas de nuestra ciudad y la Región, me refiero a mejorar las condiciones de acceso y precios justo del suelo, con el propósito de fomentar la construcción de viviendas integradas e inclusivas capaces de reducir el déficit y construir ciudad, donde las personas vivan mejor y más seguras, donde Alto Hospicio represente el futuro de una ciudad sostenible que prospera y donde quienes sigan eligiendo la ciudad como un lugar para desarrollar sus sueños estos se hagan realidad.
Tengo la convicción, no sólo como autoridad comunal, sino como profesional y ciudadano, que se debe dotar de liderazgo claro a todo el proceso de elaboración y desarrollo de un plan regulador, ya que es un momento histórico para la ciudad donde tendremos la oportunidad única de dejar huella para lograr una ciudad sostenible económica, social y ambientalmente y definir juntos la ciudad que queremos ser.
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