Mucho se ha descrito de la flora y fauna que compone nuestro querido partido, de sus dinámicas, sus ritos y en alguna medida su identidad y tradiciones. Al mirar la próxima junta, se torna interesante reflexionar en ella, dado a que es un espacio donde se puede resaltar el espíritu de nuestro partido y la alta moral, tan necesaria para quienes ejercen la política.
Pero se siente una preocupación latente, y lo denominaré como “Lo que no debe ser la Junta Nacional DC” desarrollándolo en los siguientes puntos, para aportar en cuidar una instancia tan significativa, para darle el realce que corresponde y la importancia que se merece.La frase de Tomic, «Nadie es más grande que el partido en el partido» adquiere especial fuerza con la reciente primaria, donde casi 70.000 personas votaron para elegir a los candidatos de la DC, lo que constituye una potente señal de esperanza y un terreno fértil para todas y todos… #SomosComunidad.
Mostrar a una DC lejana a la gente: primero recordar siempre que el esplendor de la DC brilla cuando se sintoniza con el clamor del pueblo, los trabajadores y los campesinos. Aflora el imperativo ético de luchar contra la desigualdad, cuidar el progreso, y entenderlo de forma holística para las personas, no reducirlo a un periodo bueno o uno malo de acuerdo a las cifras macroeconómicas, que en Chile y en todo el mundo muestran no ser por sí solas un fiel reflejo de la mejora de todos y todas.
Un mero trámite: cuidar que la junta no termine siendo un mero trámite, ni el escenario para pre cocidos (para no usar la cocina), ni para marginales intentos aspiracionales de sacar algún famélico voto político, de mínimas implicancias y consecuencias, ya que claramente es insuficiente respuesta para los desafíos de nuestra colectividad y también para nuestro país.
Una lucha fratricida ni farandulera: debemos cuidar las instancias en que somos comunidad, más cuando hay convocados de distintas partes del país. Es una invitación a trabajar en una mística de fraternidad, evitando convertirlo en un momento de farándula política que alimente selfies para mejorar la autoestima, o de cuñas para tener algunos segundos en los medios.
Resucitar la teoría del camino propio: tener la convicción y entendimiento de ser parte de la coalición que está al servicio de gobernar Chile, en una tarea ardua, de enorme responsabilidad y no exenta de dificultades. No está de más recordar con mucha caridad, que en el fragor de la batalla no se ataca o abandona a los aliados. Cuando mejor le ha ido a la DC en votaciones, es cuando se presenta unida con sus compañeros de coalición. Y efectivamente ante las muy legítimas críticas o aportes existentes por cada asistente, no olvidar plantear los temas como corresponde, en igualdad de tono y frecuencia que el humanismo cristiano fehaciente, evitando formas mediáticas, más bien dando énfasis a la real camaradería. Mostremos que no somos el partido de las epístolas por medios influyentes, y comencemos el final del vicio obsesivo de ser el partido de los “carteristas” (por las cartas).
Mostrar un partido desorganizado: aprovechar la oportunidad de una junta nacional, para dar una muy potente señal, guardando las proporciones de un gran exorcismo, continuar el comienzo de la erradicación de toda conducta reñida con la ética y la probidad. Lo anterior es el mínimo estándar para la actividad política, y que, permitirá mirar con esperanza y alegría los futuros días venideros.
Olvidar nuestra opción preferencial por los pobres: que se plasme en todos los militantes en sus diversos roles dicha prioridad, especialmente en los legisladores. “Ya que muchos son los carismas, pero uno es el espíritu”.
Un espacio para gustos personales: por último hacer un llamado a aquellos que tienen el privilegio de servir en cargos de alta responsabilidad, recordar la importante y noble tarea de mostrar el camino, ser ejemplo, de ensalzar el honor de la función pública y de nuestro partido.
Para terminar, quiero rescatar la potente frase de Tomic, «Nadie es más grande que el partido en el partido» especial fuerza adquiere con la reciente primaria, que casi 70.000 personas votaron para elegir a los candidatos de la DC, lo que constituye una potente señal de esperanza y un terreno fértil para todas y todos… #SomosComunidad.
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