La delincuencia supone uno de los mayores problemas sociales, afecta directamente a la ciudadanía, se relaciona con el tráfico y consumo de drogas, ataca sin discriminación a familias en sus propias casas y afecta directamente la calidad de vida de toda nuestra sociedad. Por lo mismo, se ha mantenido la inseguridad como el principal problema que los chilenos mencionan en diferentes encuestas y estudios de opinión y consecuentemente tomándose el debate político y mediático gran parte del tiempo.
El más reciente de estos debates incluso llegó más lejos, vinculando, injustamente a inmigrantes con delincuencia. Un concepto injusto, basado en percepciones, opiniones al voleo y en general sin una base sólida y clara que saca a relucir lo peor de un racismo y clasismo que muchos pensábamos estaba en franca retirada.Debemos ser responsables, la delincuencia no es herramienta electoral, no es estrategia de marketing, no es fuente de mayor rating, es un tema que como país debemos debatir con un proyecto común, atacando la desigualdad, la falta de oportunidades y construyendo un futuro conjunto.
Asimismo, el constante bombardeo mediático de asaltos, portonazos, robos, etc., nos está llevando a crear un clima de la realidad, donde el lenguaje parece estar construyendo la realidad más que la realidad misma. Lo anterior fundamentado en que, tanto cifras del gobierno como de organismos vinculados a delincuencia y seguridad, dan cuenta que la comisión de delitos está decreciendo, asimismo la victimización y especialmente en aquellos delitos de mayor connotación social.
Si analizamos el primer semestre 2016 con el mismo periodo 2015 podemos observar que los delitos de mayor connotación social disminuyeron un 5,8% (según Fundación Paz Ciudadana) y entre enero y octubre 2016 disminuyeron aún más, hasta un 6,8% según datos de Gobierno. Comparando 2015 con 2014, la victimización también presentó una baja a nivel país del 4,6%. Es decir, los últimos dos años la comisión de delitos viene en franca caída, sin embargo, no nos sentimos más seguros.
No nos sentimos más seguros y esto no tiene que ver con la delincuencia, como veíamos la victimización entre 2014 y 2015 disminuyó casi un 5%, sin embargo el temor aumentó sobre un 7%, hasta un 7,3%. Tenemos niveles de victimización similares a 2013, sin embargo, el temor ciudadano ha aumentado casi al doble respecto a ese mismo año, tenemos el doble de miedo para la misma cantidad de delitos.
Por eso, debemos ser responsables, la delincuencia no es herramienta electoral, no es estrategia de marketing, no es fuente de mayor rating, es un tema que como país debemos debatir con un proyecto común, atacando la desigualdad, la falta de oportunidades y construyendo un futuro conjunto, no en base al miedo, no en base al populismo, dejemos el debate donde se merece y pongamos la política en favor del debate y no el debate a favor de la política.
Comentarios
10 de diciembre
Me parece natural y hasta positivo que los problemas ciudadanos sean expuestos cominicacionalmente, no se deben ocultar,son materia de rating y cuña electoral, lo que pasa es no debemos quedarnos en eso.
Hay que tener cuidado con los indicadores, por ejemplo si el de victimización es estadistica de las denuncias y disminuye, puede no significar menos delitos sino que menos confianza ciudadana: para que hacer tanto trámite en lo que no funciona.
Y tambien hay que aclarar que la desigualdad y falta de oportunidades pueden ser causantes de delincuencia pero son tareas de muy largo plazo y qu invoucran entidades y acuerdos muy distintos al corto plazo, donde sólo con mano dura se logra resultados.
Saludos
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10 de diciembre
Tengo la sensación que sobre este tema, la delincuencia, hay muchos intentos velados por echarle tierra, por esconderlo, lo cierto es que quienes hemos sufrido estos ataques vemos con desazón que poco se avanza, y ya nadie quiere denunciar ni la policía tiene el ánimo de combatirlo, los carabineros se ven frágiles frente a la inhumanidad del delincuente, la sociedad los ha desprovisto de escudos legales y de los otros, y es cierto lo que se afirma, se usa electoralmente, recuerdo a Lagos en no voten por mi delincuentes, o a Piñera para quién se acabaría la puerta giratoria, pero por otra parte están los colectivos sociales- políticos que asocian al delincuente con la problemática social de la pobreza, una vinculación inmunda que ensucia la honradez, el esfuerzo de trabajo y superación de las personas pobres, por otra parte hay discursos absurdos como el no tener más espacio donde alojar tanto delincuente, o el pensar que las afp, los bancos, el retail y otros son el causante de más delincuencia, delirios. No se requieren mas policías, no más barrera azul, los que hay hacen bien su pega, lo que falla son la leyes, las leyes les favorecen, los incentivan, y nadie, nadie quiere cambiarlas, ese es el tema.
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10 de diciembre
Cierto. Creo que es algo que incomoda porque darle solución implica romper paradigmas de lo «politicamente correcto» en estos tiempos: Mano dura, no hay otra salida. Pero las cosas caen por su propio peso, la ciudadania ya muestra cansancio con temas tan poco resueltos por tanto tiempo como este. Paciencia.