Desde la Convención de Ginebra, que estableció normas que introducen valores humanitarios en las guerras, la bandera blanca (después de siglos de uso) ha significado no solo rendición, también voluntad de negociar, petición de tregua o cese de hostilidades. Por cierto, sería torpe tremendismo el calificar la actual controversia política entre Gobierno y oposición como una guerra, pero la política –en democracia– significa también conflicto entre fuerzas contrastantes.
Hago esta breve introducción para mostrar cuan factible e impostergable es que gobierno y oposición, derechas, izquierdas y centro político, hagan una tregua y acuerden un Plan Nacional para enfrentar la criminalidad y sus alarmantes alzas en el país. El narcotráfico y sus terribles secuelas se extienden por amplios territorios, e inéditos delitos en Chile se repiten con preocupante frecuencia: secuestros, homicidios por encargo y “ajustes de cuentas” aparecieron en el horizonte delictual chileno. No se trata solo de exacerbada (e interesada) crónica negra, hay cifras y datos de las propias instituciones públicas que muestran que tras la sensación de inseguridad hay antecedentes reales y cuantificables (Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, ENUSC).El incremento alarmante de la criminalidad en nuestro país exige un acuerdo marco entre gobierno y la oposición. El crimen organizado no discrimina entre derechas e izquierdas; afecta a toda la sociedad
¿Qué hacer entonces?
Ante todo, superar las diferencias políticas en esta materia. El incremento alarmante de la criminalidad en nuestro país exige un acuerdo marco entre gobierno y la oposición. El crimen organizado no discrimina entre derechas e izquierdas; afecta a toda la sociedad. Es hora de dejar de lado las banales disputas partidistas y trabajar como una sola mente en la creación de estrategias que fortalezcan las instituciones, mejoren la coordinación entre fuerzas de seguridad y aborden las causas subyacentes de la delincuencia.
Por un lado, la izquierda en el gobierno debería definitivamente abandonar el infructuoso prejuicio de que la seguridad y orden público es un tema de la derecha, otorgándole a esta una especie de exclusividad en su discurso político. La izquierda debe hacer suya la idea de que el crimen castiga a los más pobres, –en especial por el flagelo de la droga– precisamente el sujeto principal de su sensibilidad social y política.
Por el lado de la oposición de es urgente que abandone la cruzada de exacerbación del clima político en torno al tema delictual, cesar el fuego graneado contra el gobierno y sus errores, debilidades y límites en la lucha contra la criminalidad. Podrá rendir frutos electorales en el futuro próximo, pero al precio de entrabar y prolongar la emergencia de seguridad que abruma a la ciudadanía.
En el diálogo para encontrar un camino concordado en el combate a la criminalidad, la derecha debe esforzarse por eludir la fácil (y rendidora) tentación del populismo punitivo y las salidas a la Bukele; y la izquierda realizar una revisión ideológica que la lleve a compatibilizar la responsabilidad personal del transgresor (que implica penalidad) con las causas sociales y económicas del delito.
En el horizonte ideal de un acuerdo nacional contra la criminalidad, asimismo se deberían abandonar las a menudo inconcluyentes “mesas de trabajo” y “agendas cortas” anunciadas con gran clamor. Se apagarán llamaradas puntuales, pero el cuadro estructurante de las políticas públicas en la materia permanece como obstinado trasfondo.
Es la llamada política criminal la que veo ausente entre las bases portantes del Estado chileno, porque es precisamente eso: una política de Estado y no de gobiernos temporales, del color que sean. Una seria y poderosa política criminal se articula en muchas dimensiones, todas ellas concurrentes en el fenómeno del delito; las leyes penales (se debe reconocer el avance de la reforma procesal penal, que sin embargo sigue pendiente la actualización del Código Penal que data de 1875), el sistema penitenciario chileno; las causas sociales del delito y la recuperación social de los infractores; la reformulación de la inteligencia anticrimen (también en su dimensión internacional) y la formación de las policías en los más altos estándares de investigación y control. En fin, una tarea de vastas proporciones, que convocaría a muchas instituciones públicas y privadas y que demoraría lo que fuese necesario para no improvisar salidas apresuradas. Naturalmente, la preparación de una buena política criminal de Estado no impide las urgentes medidas que en el momento necesitan ser acordadas y puestas en marcha.
Una tregua política, para concentrarse en este desafío clave para la propia fortaleza de la democracia, no significa renunciar a valores y posiciones ideológicas, solo reconocer que la seguridad ciudadana es un bien común que merece la atención prioritaria de todos. Es responsabilidad de nuestros líderes políticos abandonar escaramuzas y entregar soluciones. Es hora de escribir un nuevo capítulo en el que con desinteresado acuerdo se construya un Chile más seguro y protegido para todos. Es posible, aunque algunos escépticos “realistas” lo llamen ingenuidad.
La fuerza política que lleve adelante y que imponga dicho gran acuerdo tendrá el reconocimiento de toda la gente honesta del país, tanto o más importante que pasajeras victorias electorales.
Comentarios
30 de diciembre
7.- El Balance de la Permisividad del Mal
El columnista expone acerca de cómo combatir la delincuencia.
Esa metodología pone a cocinar acuerdos a las:
Fuerzas que proponen expulsar delincuentes internacionales y aplicar medidas tipo Bukele
y las Fuerzas que protegen a los delincuentes.
En estas últimas encontramos a quienes indultaron para pagar favores de Insurrección Golpista, condecorada en el Congreso, y pagada con puestos en el Gobierno, pensiones de gracia y seguramente otros haberes…
¿Qué esperarían lograr entonces?
… Un acuerdo en el que las fuerzas de la oscuridad pedirían no castigar a parte de su gente con cárcel y cosas semejantes…
¿Qué más podría ser?
¿ «Si los atrapas, colócales una pena de un día de presidio efectivo…» ?
«Rétalos»
Así como lo expone el columnista, los asesinatos en Chile son Cosa de Acuerdo Político, ¿qué tal?
Como el acuerdo está en que no hay acuerdo, mueren chilenos…
¿De quién es la responsabilidad de que ello suceda, si las fuerzas que deben capturar al malhechor lo capturan, pero, otros los dejan libres, porque otros no hacen las leyes adecuadas?
Esta es la clase de cosas, entre otras, que convierte a los políticos en una madriguera del mal, porque entendiendo cuál es el bien, hacen el mal, no tomando todas las medidas que se necesitan para garantizar la seguridad y la máxima realización económica y espiritual de los hijos de la patria, de los que algunos son víctimas de secuestro, extorsión, asesinato, asalto, ..
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01 de enero
Piñera fue a la frontera con venezuela para hacer un llamado a que los venezolanos, incluido el tren de aragua se vinieran como inmigrantes a Chile. Los empresarios que no quieren nada gratis, evaden impuestos, a los chilenos los estafan y roban al Estado. El honesto importador de armas, digno presidente de pymes importadoras vendia armas a los delincuentes. Oficiales del ejercito roban y venden lanza cohetes por facebook a delincuentes. Otros oficiales de ejercito roban al menos 82 armas del Instituto de Investigación y Control del Ejército . Todo está documentado en la prensa. Las sentencias en contra de policías y militares que figuran en los archivos de la Corte Marcial muestran los valores en que fue comercializado –o pretendía ser vendido– el armamento que robaron distintos funcionarios desde dependencias institucionales. Los fusiles se han ofertado hasta en $2 millones, una pistola en $300 mil y un revólver en $100 mil.CIPER,En los últimos diez años se registraron 38 casos de robo o desaparición de armas, municiones, explosivos y otros pertrechos, en los que la justicia militar condenó a 54 uniformados
Quién puso la bandera blanca de la rendición de valores de la decencia, frente a la delincuencia? militares y carabineros, la reserva moral de la patria, proclamaba el general golpista Cheyre hoy condenado por la corte suprema, como colaborador en los asesinatos en La Serena, a 5 años.
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01 de enero
La izquierda chilena no entiende todavía que el camino que le enseña Bukele es el que les puede dar mucho fuelle político. Su incapacidad de entenderlo es porque se abanderaron de buenismo, en que había que comprender a los delincuentes, y no combatir de frente el crimen que , como bien se dice, afecta más a los pobres. Bukele es un socialista (si, es parte del partido), que les muestra que el Estado puede ser eficiente y duro contra el crimen; resultado, amplísima aprobación.
Curiosamente Bukele fue muy atacado por la izquierda posmoderna , sin dimensionar que puede ser su futuro.
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03 de enero
Bukele es un farsante. Tiene a gente presa sin juicio, de los cuales 40% son civiles sin nexos con delincuentes. Los líderes los pandilleros estaban pagados por la dictadura de Bukele en México y ya fueron deportados a EEUU donde van a cantar sobre la tregua que hizo ese sub normal el cual tiene presos políticos sumado a la población bajo el yugo de un estado de sitio . Lleva casi un año con esa su guerra contra pandillas y usando más de 100 000 soldados y es tan inepto [ o ese el show] que no puede acabar con unos muertos de hambre armado con pistolas oxidadas y cuchillos . Solo un ignorante puede comparar a Chile con el Salvador de Bukele donde está una dictadura farsante e inhumana. Bukele es un populista y narcisista solo comparado con Hitler
02 de enero
Método [ i ]
1.- Los Hechos:
Las Encuestas dicen que el 70 u 80% de la población quiere seguridad, o que su mayor preocupación es la delincuencia.
Hay corrupción que protege al delincuente en el Congreso, en los fiscales y en los jueces.
2.- Análisis:
La opinión de la mayoría de la gente, que debiera ser «el pueblo gobernando» (=democracia, ¿cierto?)
No está viendo realizada su petición.
Las Fuentes que deben tomar las acciones acordes a la petición de la Mayoría,
No están tomando las Acciones Adecuadas.
3.- Opciones:
La Mayoría
Construye Poder Civil, Cuarto Poder del Estado
y esta Caja tiene por salida a una Mayoría que no solo se ve reflejada en la Encuentas
Sino que en Operaciones de Acción.
Ejemplo:
Dada la situación descrita, Aparece un Ente Especial que está sobre el Congreso, Los Fiscales y Los Jueces.
Su Mandato: Eliminar del Estado las Fuentes de Corrupción que detiene el correcto castigo del delincuente.
Ahondo !
El Integrante del Ente estudia el Historial.
Pal’ caso de votaciones que protegen delincuentes, despide a esos Congresistas.
Lo mismo para fiscales y Jueces.
El Ente se disuelve, el poder retorna al Legislativo y Judicial.
¿Esta vez lo harán bien?
Revisamos resultados.
Si son insuficientes para CastigarAdecuadamente el delito grave,
Volvemos al Ente.
Despedimos lo que aún esté mal.
Devolvemos el Poder a los Poderes.
Nota: La Clave de Esto es el Modo en el que está la ciudadanía.
Modo Encuestada.
Modo Rayante.
Pero, sin Modo Poder
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