El anuncio hecho por el ejecutivo para el Plan de Salud durante 2018 – 2022 estima más de US$ 10.000 millones en inversión para 57 nuevos hospitales, modernizar e inyectar 4 mil nuevas camas a un sistema que en algunos casos adolece de pésima gestión y gran deterioro.
Ciertamente es una medida que va en beneficio de la salud pública. Evidentemente es un gran anuncio para mejorar la calidad de vida de los chilenos, donde según palabras de la propia autoridad, representará una modernización nunca vista en la red de salud.
Como Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud, representamos a quienes proveen de dispositivos médicos a la red de salud nacional, nos surgen varias interrogantes sobre este Plan. ¿Las compras o licitaciones se realizarán después de poner al día la deuda hospitalaria, y por ende a los proveedores?, o ¿Simplemente se seguirá haciendo “a la chilena”, a ojos cerrados y en el camino veremos cómo lo pagamos?
Por otra parte, ¿se continuará presionando a los proveedores con plazos de entrega, instalación e implementación irrisorios, en lugar de considerar los plazos que toma fabricar, importar e instalar equipos que cumplen con estándares de calidad, de los cuales dependen vidas y se requiere que sirvan bien por mucho tiempo?
Adicionalmente, ¿se contemplará la mantención periódica de los equipos para que éstos sigan prestando sus funciones adecuadamente y por mucho tiempo, o los dejarán sin mantención para luego guardarlos en una bodega, después de poco tiempo de uso?
Es necesario que la autoridad privilegie la calidad de la infraestructura e implementación para beneficio de la salud y la inversión que se realice, por sobre el corte de cintas y apariciones en los medios.
Es necesario que la autoridad privilegie la calidad de la infraestructura e implementación para beneficio de la salud y la inversión que se realice, por sobre el corte de cintas y apariciones en los medios.
Este puede ser el momento para introducir un cambio profundo en la gestión hospitalaria y poner el foco en subir el estándar actual, tomando las riendas en lo que a gestión de uso presupuestario se refiere. No sólo necesitamos nuevos establecimientos, sino que también recintos bien administrados, con profesionales que ofrezcan la mejor atención a sus pacientes, con los dispositivos médicos de última generación necesarios para -por ejemplo- disminuir las “históricas” listas de espera, con atención efectiva y de calidad.
Por Eduardo del Solar,
Director Ejecutivo de Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS).
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