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El Fomento a la Fórmula Maternizada como una Política de Estado

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Existe contundente evidencia respecto al impacto que tiene la leche materna en la calidad de la salud biopsicoemocional de los individuos, a corto y largo plazo, versus cada vez más estudios respectos a los efectos nocivos de la introducción temprana de fórmulas maternizadas. Dado el contexto científico y social actual resulta incomprensible la iniciativa «piloto» implementada por el Ministerio de Salud al incluir fórmulas de inicio en el Programa Nacional de Alimentación Complementaria. Claramente esta política apunta a una dirección contraria a lo que demuestra la evidencia científica, así como la experiencia clínica en la atención de usuarias/os con bebés que reciben leche materna o que se acercan a la consulta en búsqueda de ayuda en la resolución de problemáticas comunes que dificultan el amamantamiento.

La Lactancia Materna (LM) no es un acto psicomágico, azaroso, patologizable. No. Es un proceso natural, íntimo y social. Este último punto fue el que ha transformado la LM en una experiencia permeable a cómo una sociedad entiende la maternidad, la salud y el rol del Estado y el Mercado en tales opciones vitales. Un rol de un Estado protector de derechos y promotor de intervenciones basadas en la evidencia. El Estado que ahora se muestra negligente.

El Ministerio de Salud aún no ha entregado un fundamento oficial a la política de inclusión de fórmulas en el sistema público de salud. Por mi parte apuesto a que la medida se justificará como una estrategia de “equiparar” el acceso a este producto a familias de niveles socioeconómicos bajos, como si se indican a familias con mayores recursos. Ese fundamento es incorrecto. Esta medida no ayuda a «emparejar la cancha» sino todo lo contrario, más bien interfiere en la posibilidad de instaurar un factor que entrega salud, aún más relevante en poblaciones con alto riesgo biopsicosocial.

Evidencia científica a favor de la leche materna

En un estudio publicado por Lancet durante este año se visibiliza el impacto de la LM a través de la revisión de evidencia recabada hasta la fecha. Los niños alimentados con LM por largos períodos (mayores a 6 meses) tienen menores tasas de morbilidad y mortalidad por enfermedades infecciosas, menores tasas de maloclusiones dentales y mejores resultados en pruebas de inteligencia. La LM actúa además como un factor protector de sobrepeso y diabetes en etapas posteriores de la vida. Se estima que se pueden prevenir 823.000 muertes durante la infancia, al mejorar los índices de leche materna.

Los efectos positivos de la leche materna también se traspasan a la mujer. El mismo artículo concluye que el amamantar previene contra cáncer de mama, incrementa el intervalo entre hijos (por su efecto anticonceptivo), y puede reducir en la mujer el riesgo de diabetes y cáncer de ovario. Así, se estima que se pueden prevenir 20.000 muertes por cáncer de mama cada año al incrementar las tasas de LM.

El artículo concluye que la promoción de la LM, es relevante tanto en países ricos como pobres, por los efectos descritos y por ende el impacto que tienen tales indicadores sanitarios en el desarrollo de los países. Dado el actual perfil epidemiológico de Chile resulta increíble que la LM  no sea considerada como un factor de bienestar para las familiar y de ahorro a corto y largo plazo para el Estado. Lograr una tasa del 50% de LM exclusiva a los 6 meses no es un triunfo sino un tremendo desafío.

El mito de la hipogalactea

Se entiende como hipogalactia a la escasa producción de LM, que no permite obtener un suministro de leche adecuado para satisfacer en exclusiva las necesidades nutricionales del bebé. La OMS estima que aproximadamente sólo el 10% de las mujeres pudiese sufrir de hipogalactia permanente real, debido a causas físicas como trastornos glandulares u hormonales. El resto son más bien percepciones o alteraciones transitorias de producción leche materna.

Las causas para una baja producción de leche pueden dividirse en 5 tipos: anatómicas o estructurales, hormonales, funcionales, psicológicas y relacionadas con un mal manejo de la lactancia. De todas las múltiples causas que pudiesen general la baja producción leche las principales son el estrés, fatiga o ansiedad de la madre, inicio tardío de la succión tras el parto, poca frecuencia de las tomas u horario rígido y mala técnica de acople.

En la Encuesta Nacional de Lactancia Materna en la Atención Primaria (ENALMA) publicada en Chile el año 2013 detalla que “la principal razón que argumentaron las mamás (para descontinuar la leche materna) fue “que el niño quedaba con hambre” con un 27,2% seguido por “problemas de mama o pezón” con un 14,7%”. El mismo estudio concluye que “ambas respuestas se podrían considerar como técnica inadecuada de amamantamiento”.

Por ende, para realizar un diagnóstico de hipogalactia es necesario contar con un diagnóstico interdisciplinar e integral de la mujer, el bebé y su familia. Un mal diagnóstico genera introducción temprana de fórmulas maternizadas que funcionan como barreras a una óptima producción de leche por parte de la mujer y un óptimo mecanismo de administración de la misma.

Hay casos en que la fórmula maternizada si es una intervención justificada, por lo que tampoco es válido satanizar este compuesto. Pero como cualquier sustancia artificial debe ser utilizada responsablemente por  profesionales capacitados, que puedan realizar seguimiento al uso de ésta y que puedan limitar su uso cuando las condiciones físicas y emocionales de la mujer y niño se estabilicen.

Hay casos en que la fórmula maternizada si es una intervención justificada, por lo que tampoco es válido satanizar este compuesto. Pero como cualquier sustancia artificial debe ser utilizada responsablemente por profesionales capacitados

Inversión pública en Fomento a la Fórmula Maternizada

Hace décadas los especialistas en salud infantil y salud pública pusieron sus ojos en la LM como una estrategia de prevención de enfermedades y muertes en edades tempranas. Múltiples han sido las acciones concretas que se han emprendido, muchas de las cuales fueron ratificadas por nuestro país.

Un ejemplo es la generación del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, del año 1981. En este documento se regula el rol del Estado, agentes de salud y empresas en la promoción de la fórmulas de inicio o maternizadas.

“… Las autoridades de salud de los Estados Miembros deben tomar las medidas apropiadas para estimular y proteger la lactancia natural y promover la aplicación de los principios del presente Código… Ninguna instalación de un sistema de atención de salud debe utilizarse para la promoción de preparaciones para lactantes u otros productos comprendidos en las disposiciones del presente Código”

Si contrastamos el contenido del Código, quedan muchas dudas respecto al actuar del Estado. Resultan increíbles los montos que se manejaron para licitar fórmulas maternizadas. Aparecen tres proveedores participando en la licitación a través de Mercado Público con montos de entre $391.680.000 y $273.408.000.000. Robusta inversión pública considerando que el foco debe estar en la promoción de la LM y no la inclusión temprana de fórmulas sin un adecuado diagnóstico o al menos seguimiento. Quedan muchas dudas respecto a la política en cuestión, ¿Qué profesional indica la fórmula?, ¿Cuáles serán los criterios diagnósticos que la sustenten?, ¿Cómo se hará seguimiento a su uso? ¿Existe suficiente inversión pública en el fomento de LM? ¿Cuál es la oferta real de apoyo a las familias con recién nacidos respecto a su alimentación? ¿Contaremos con una inversión similar en capacitación y horas/profesional en la temática? ¿Cuál es el rol del Estado en supervisión de la atención privada relacionada con promoción de LM e intervención en problemáticas vinculadas a ésta?

Citas:

-Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna OMS/UNICEF, 1981

-Ministerio de Salud. Informe Técnico Encuesta Nacional de Lactancia Materna en la Atención Primaria – (ENALMA). Chile 2013.

-Cesar G Victora, Rajiv Bahl, Aluísio J D Barros, Giovanny V A França, Susan Horton, Julia Krasevec, Simon Murch, Mari Jeeva Sankar, Neff Walker, Nigel C Rollins. Breastfeeding in the 21st century: epidemiology, mechanisms, and lifelong eff ect. Lancet 2016; 387: 475–90

-Vayas Abascal R, Carrera Romero. L. Hipogalactia: causas y orientación de manejo. Medicina General y Familiar (digital) 2012; 1(3):143-147

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2 Comentarios

nelson

Todo de acuerdo…. solo que la leche maternizada no existe, se llama «sucedáneo de la leche materna»
es importante el lenguaje en esta «cruzada»

Miguel Licea

Totalmente de acuerdo. Si todos los médicos pediatras y generales tuvieran el adiestramiento para apoyar efectivamente a las madres para iniciar y continuar la lactancia al seno materno se evitarian miles de prescripciones de fórmulas lácteas industrializadas. Por otro lado también se han creado intereses entre el que vende la fórmula y el que la compra ya que ofrecen regalias por las compras dentro de las instituciones públicas y privadas en los paises latinoamericanos. Debe legislarse al respecto.