Sin lugar a dudas ayer se vivió una transformación fundamental del sistema electoral en nuestro país. Con las modificaciones realizadas por el Senado, se pasa de un sistema “proporcional excluyente”, en donde se elegían tan sólo dos diputados por distrito y dos senadores por circunscripción, a un sistema “proporcional moderado”, eligiendo desde 3 a 8 diputados; y dos a cinco senadores, dependiendo de la densidad poblacional de la zona. Si bien se seguirá utilizando el mismo método (D’Hondt) de repartición de escaños, la lógica es la que puede cambiar.
La primera ventaja de este nuevo sistema, es el espacio que le abre a partidos minoritarios excluidos para poder obtener un escaño en el Congreso y plantear sus temas en el proceso de formulación de políticas públicas.
Este avance en relación a la proporcionalidad debiese mejorar los niveles de desafección partidaria y al mismo tiempo fomentar mayores niveles de participación electoral. Así mismo este proyecto de ley fomenta la competencia entre partidos, lo que asegura una democracia más saludable.
También es destacable el tema de la cuota de género. En Chile existe una clara ausencia de mujeres en el Congreso. Es por ello que cualquier esfuerzo por fomentar la igualdad de género es favorable para la democracia. En nuestro país actualmente solo 15% de nuestros diputados y senadores son mujeres.
Otro aspecto positivo de la reforma, es que logra disminuir el malapportionment (la distorsión entre la cantidad población y escaños a elegir) que actualmente existe en el sistema. Si bien no lo disminuye completamente, mediante sus mecanismos de distribución de escaños en las zonas más pobladas logra atenuar esta brecha.
Ahora bien, este sistema también posee ciertos aspectos negativos que deben ser tomados en cuenta: Con la aparición de nuevos escaños sumado a la baja en el umbral de afiliaciones exigibles para constituir un partido, pasando desde un 0,5% a un 0,25% del número de ciudadanos que hubieran sufragado en la última elección, puede significar un aumento de partidos regionales que funcionen bajo la lógica del chantaje y el caudillismo, lo cual no aporta en nada al proceso de formulación de políticas del país.
La reforma al binominal debiese mejorar los niveles de desafección partidaria y al mismo tiempo fomentar mayores niveles de participación electoral. Así mismo este proyecto de ley fomenta la competencia entre partidos, lo que asegura una democracia más saludable.
Otro tema que constituye una debilidad del proyecto está radicado en el re-distritaje. Si bien este nuevo modelo logra disminuir de cierta manera el malapportionment actual, este parece un traje hecho a la medida por el conglomerado de la “Nueva Mayoría” con el fin de obtener mayores réditos electorales.
Prueba de ello es que al distrito 4 (Copiapó) se le asignan cinco escaños con 221.606 electores al año 2013. Mientras que a los distritos 2 de Iquique (222.024 electores), 16 de San Fernando (299.614 electores), 18 de Linares (281.933 electores), 22 de Lautaro (268.864 electores) y 25 de Puerto Varas (293.216 electores); se les asignan sólo cuatro escaños.
También se debe considerar un aumento en los costos de información, derivado de la aparición de más candidatos y partidos políticos en escena. Esto puede traer como consecuencia una elitización aún mayor del voto, un aumento en los niveles de voto blanco y nulo y una menor participación electoral, ya que al ciudadano le será más costoso saber quienes son los candidatos y conocer sus propuestas en detalle.
Para concluir, si bien considero necesaria una reforma al sistema binominal, los distritos no tienen la necesidad de ser tan grandes. En este sentido es mejor buscar un equilibrio entre proporcionalidad y tamaño de los distritos. Pues al ser un distrito tan grande, disminuyen los niveles de accountability real, y aumenta las diferencias entre los candidatos con más recursos económicos versus los candidatos que poseen menos dinero. Pues en la práctica, eso se traduce en una clara desventaja para los candidatos independientes quienes poseen menos recursos que los candidatos de partidos tradicionales.
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Raúl Morales
Consulta sencilla, respuesta aún más.
Bajo esta modificación y, considerando el caso de la candidatura de Marisela Santibañez del PRO, que sacó 1era mayoría en su distrito, pero no salió electa, por ir fuera de la nueva mayoría y la derecha…
Con esta modificación saldría electa, si los pactos electorales, sacarán mayor votación colectiva que ella?
(ningún candidato de los pactos sacará más votos que ella)
Patrick Fisk
Para mi nos es un mejora, es sólo un cambio al sistema y trataré de explicar mi indiferencia a esta medida.
En primer lugar el redistritaje.
Mientras más grande sea la zona de cobertura, mayor será la dificultad para recorrer y conocer las realidades del sector, lo cual aleja el vínculo entre el elegido y los electores.
En segundo lugar el costo.
Tanto la realización de la campaña como la participación en reuniones demandarán mayores costos, razón por la cual puedo asegurar que la primera ley impulsada será «NOS FALTA PLATA» fundamentado en «PARA HACER BIEN LA PEGA EN TERRENO», dicho nuevo incentivo hará aún más imposible que un candidato nuevo, saque al apernado de siempre.
Falta de Transparencia.
No me referiré ni a Penta, ni al Yate, pero me queda claro que, sólo a quien fue dueño de aerolíneas o dueño de holding retail (y a sus amigos) les saldrá rentable apoyar campañas, el resto, naca.
Y si me dicen «gastos reservados» les respondo, ¿Acaso ser Pillo no es dogma en Chile?.
Tema reelección y fuero
Además de tener RATAMENTARIOS eternos gracias al voto duro, que no exista una ley que regule el actuar de los mismos, los hace inmortales.
Y eso no puede ser el espíritu de ninguna ley.
Tema Fucking Santiago
Eso, la región metropolitana siempre se las arregla para centralizar, esta ley eso mismo hará.
SI HUBIESE SIDO PRESIDENTE.
Hay 54 provincias en Chile
2 Primeras mayorías Diputados
Primera mayoría Senador
Si quieren redistritaje, editan las provincias y eso da el cargo
Además, se restringe gasto campaña, se prohíbe contaminación de campaña (palomas, flyers, murales) y se obligan por ley debates entre candidatos.
Se obliga la residencia real y se obliga a los candidatos a comprometerse por ley en determinados tópicos,
Por ejemplo
Si soy antiaborto, nunca puedo negociar mi voto
Si soy pro aborto, lo mismo
Si estoy indeciso, la gente lo sabrá antes
(Use esto para explicar)
La idea es evitar los dobles discursos estilo Lawrence Golborne
No se, más que un traje a la medida, es un sistema nuevo, quienes se adapten mejor obtendrán más escaños, los que aleguen, rumbo al olvido.
Y NO RESUELVE EL TEMA DE FONDO
LA GENTE NO QUIERE VOTAR POR LO QUE VAN, sino por los que ahora ven con menos interés IR.
Alfredo A. Repetto Saieg
La «solución» negociada entre los partidarios de la dictadura y la Concertación fue lo que en los ’90 originó lo que hoy conocemos como «democracia» en la medida de lo posible. Esta se caracteriza por ser un sistema político que basado en la Constitución de 1980 consolida el modelo neoliberal impuesto por la fuerza hace más de cuatro décadas. Esto precisamente es lo que vacía de contenido real a nuestra supuesta democracia representativa, porque se garantiza un régimen cuyo beneficiario exclusivo es la patronal.
En este contexto, la vialidad o no de las elecciones como medio para conquistar espacios democráticos y avanzar en la conquista de derechos para todos, se relaciona directamente con los límites del sufragio en un sistema que como el chileno no reúne los requisitos mínimos para garantizar una justa representación de las fuerzas que nos definimos como contestatarias. El asunto es claro: la única opción que nos deja la derecha duopólica es la vía insurreccional. Llámemosla como queramos: Asamblea Constituyente Autoconvocada, reformas estructurales o (r)evolución permanente, al final no hay otra alternativa si lo que buscamos es reivindicar la soberanía popular.
Jose Luis Silva Larrain
Disculpe que discrepe con usted señor pero los niveles de desafección partidaria en un sistema que en lugar de favorecer alianzas desde las bases, como lo fue el sistema binominal, acentúa el conflicto entre las minorías por lograr una representatividad directa en el poder empeora la desafección partidaria. Lo de la cuota de género me parece una brutalidad: en lugar de que las personas sean elegidas por su idoneidad sin importar el género ahora se eligen por cuotas. No debería importar si el parlamento está compuesto por puras mujeres o puros hombre si son gente capaz y honorable. ¿Cuantas personas capaces se perderán por no sobrepasar la cuota? Además porque se discrimina y se deja sin cuotas a los homosexuales? Y a los indígenas? Y los mayores de 70 o menores de 25 porque no tienen cuota ? Porque esa discriminación de cuotear solo a las mujeres? Entramos a un absurdo: el congreso en lugar de ser un centro de personas idoneas para las soluciones y mejoras para el país se transforma en una simple vitrina para rostros e ideas. ¿que de bueno puede salir de eso?
Este cambio es una mala noticia, hace 6 meses escribí un articulo: http://www.elquintopoder.cl/politica/el-fin-del-sistema-binominal-es-una-mala-noticia/
Saludos