Quisiera argumentar brevemente por qué creo que ninguna persona razonable, medianamente inteligente y relativamente virtuosa moralmente (o, en otras palabras, una buena persona) participaría en política. En otras palabras, solamente personas mediocres estarán dispuestas a participar en política. Por “mediocre” entiendo a alguien que no es razonable, ni medianamente inteligente, ni relativamente virtuosa moralmente.
Argumentaré que una persona razonable, relativamente virtuosa y medianamente inteligente sopesaría los costos y los beneficios de participar de cualquier actividad. Tanto los costos como los beneficios se refieren no sólo a su propia persona, sino a su núcleo más íntimo. En este sentido, la persona entiende que los beneficios de una actividad X, como así los costos, son tanto de ella como de su familia o amigos cercanos.Como cuestión general, una persona razonable, medianamente inteligente y relativamente virtuosa reconocería que los costos de participar en política son mayores que los beneficios
Si una persona razonable, relativamente virtuosa y medianamente inteligente entiende que los costos de X son mayores que los beneficios, entonces no participará de X.
Dentro de los beneficios que podemos computar para este razonamiento están: el ingreso económico (usualmente el sueldo, o la dieta en el caso de los parlamentarios), el prestigio social, el poder de decisión o la influencia. Dentro de los costos podemos identificar el escrutinio público, que básicamente supone estar en el comentario de las personas, en las redes sociales, etc. También está la pérdida de la privacidad, y la exposición pública, el riesgo de ser cancelado o funado, las burlas, procesos judiciales, etc.
Como cuestión general, una persona razonable, medianamente inteligente y relativamente virtuosa reconocería que los costos de participar en política son mayores que los beneficios (en los términos indicados anteriormente). Por lo tanto, una persona razonable, medianamente inteligente y relativamente virtuosa no estaría dispuesta a participar en política.
Pero sucede que, de hecho, hay personas que participan en política. ¿Son estas personas mediocres en el sentido definido arriba? Mi respuesta es afirmativa, y en lo que sigue quisiera explicarlo.
En primer lugar, las personas que participan en política no son razonables. Esto implica que, o bien no pueden reconocer que los costos de participar en política son mayores a los beneficios, o bien, valoran los beneficios y los costos de una manera diferente a lo que la valoraría una persona razonable. Es muy probable que, quienes participan en política, valoren más el ingreso económico, el poder de decisión y el prestigio social, que el ser víctima del escrutinio público y la pérdida de privacidad propias y de los más cercanos.
El problema de este tipo de valoración (y por lo cual es poco razonable) radica en que su búsqueda es sobre valores instrumentales, mientras que lo que ponen en juego son valores intrínsecos. Los valores intrínsecos que están en juego son de tipo relacional, en la medida en que horadan el lazo social que los une tanto con el resto de la sociedad como el que une a sus más cercanos. De este modo, es posible afirmar que, a la base de quienes participan en política hay una evaluación distorsionada de los costos y beneficios de su actividad.
En segundo lugar, quienes participan en política no son inteligentes. Entiendo, en este punto, la inteligencia como una disposición tanto cognitiva como emocional. Es muy común ver que, dentro de todo el espectro político, existen personas que están en algunas de las siguientes categorías: 1) tienen poca formación académica; 2) se fían innecesariamente de sus asesores, quienes, a su vez, no son académicamente preparados. Esto, debido a que ellos mismos son incapaces de poder pensar por sí mismos las cuestiones de fondo que deben resolver. 3) realizan declaraciones destempladas y poco reflexionadas. Ejemplos en nuestro medio político nacional sobran.
En tercer lugar, quienes participan en política no son moralmente virtuosos. Los casos de corrupción recientes son una muestra de ello. No quiero decir con esto que sólo la política sea el contexto en el cual se da la corrupción moral. Sin embargo, la falta de disposiciones virtuosas tanto en la elaboración de políticas como en el uso de recursos públicos es particularmente delicada, y por lo mismo, más grave moralmente, dado que 1) se utilizan recursos públicos que podrían tener un mejor destino; 2) afectan especialmente a los sectores más vulnerables, quienes dependen del estado y de las políticas públicas para poder llevar una vida lo más digna y decente posible.
De acuerdo con la definición que di anteriormente, quienes participan en política son, en general, mediocres: no son ni inteligentes, ni razonables, ni moralmente virtuosas. No son razonables porque 1) no comprenden el mayor peso de los costos que los beneficios de participar en política o bien tienen una concepción distorsionada de los mismos; 2) son cognitiva y emocionalmente limitados; 3) tienen una disposición a la corrupción moral.
Pero supongamos que lo que digo es falso, y encontramos personas que sean inteligentes y moralmente virtuosas. Aún en estos dos casos, si existe razonabilidad, la ponderación de los costos y los beneficios los disuadirá de participar en política. Y si, por algún motivo, tienen una distorsión en sus valoraciones, es muy factible que sean personas sin virtudes morales, ya que estarán dispuestas a perseguir valores instrumentales (como el poder, la riqueza o el honor). Y si no son razonables en el sentido anteriormente indicado, es muy factible que no sean inteligentes, toda vez que la valoración de los costos y beneficios de una actividad de la inteligencia.
Por todo lo anterior, quienes participan en política son mediocres. ¿Habrá alguna alternativa a la mediocridad en nuestro medio político?
Comentarios
11 de agosto
Creo que su análisis es correcto en la mayoría de los casos. Sin embargo, creo que, llevados por el idealismo o ingenuidad, hay ejemplos de épocas pasadas, relativamente recientes e incluso del presente que son de veras capaces e inteligentes y que genuinamente creen poder aportar al bien común. Y eso a pesar de los costos evidentes, el peor de los cuales creo que es estar sometido al escrutinio y a la crítica de personas estúpidas o derechamente malintencionadas. Y esos pocos merecen mi más profundo respeto.
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13 de agosto
¿Ese pobre pellejeo es la política?
Ese conjunto de leyes, entes, facultades: ¿uso del PN por parte de ellos?
Y si otro pellejeo decidiera el uso de un porcentaje del PN
¿Sería otra política?
Si año 1, 1% del PN
…
Año 10, 10% decidido por una Organización Civil representada en las 350 comunas
¿Sería eso otra política?
¿O lo sería si, año 20, 20% de uso del Presupuesto Nacional decidido por un Cuarto Poder del Estado, El Poder Civil?
Es decir, nuevos entes que decidan parte del uso del PN, ¿podrían hacer otra política?
Se supone que debieran.
Esa decisión del uso exclusivo del 100% del Presupuesto Nacional, por parte de solo el Estado y los de turno, es la IRRaCioNaLiDad…
Pero, si se crea Estructura de Participación Civil Digital para decidir el uso del 1% del Presupuesto Nacional, incrementalmente al % que sea racional, siguiendo una estrategia como la de podercivil .cl por ejemplo, o una mejor,
tiene sentido que haya «otra política decidiendo uso de recursos fiscales», o de todos, para el beneficio racional de todos.
Un quiebre institucional y económico podría ser por ejemplo que una Org. Civil decida el 50% del PN en su primer año; una locura, pero, si se crea la Estructura y se implementa el método del ya mencionado podercivil
o un mejor método que ese, o con una mejor estrategia que esa,
me atrevería a decir que mucha, mucha, mucha gente más participaría «en política»
y que habría mejores decisiones que tomar respecto a lo que hoy se hace en «la polític
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13 de agosto
Si razonamiento es limitado. Costo y beneficio la política no se trata de eso. Militares que roban armas y dinero de todos nosotros, empresarios que estafan añ cliente, se coluden, dan servicio de mala calidad, sacerdotes pecadores. Uff costo beneficio
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