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Personajes históricos y su no tan difundido socialismo (Parte II)

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Y tal como se prometió, en este texto nuevamente se dará a conocer casos de personajes históricos de los que tal vez no se conocía mucho sobre su cercanía hacia las ideas socialistas y/o de izquierda.

Por lo que, sin más palabras y frases, se dejarán los casos para su lectura a continuación…


“No se busca que estos personajes nombrados se transformen en líderes de la izquierda y sean utilizados como una falacia de autoridad en momentos de debate, y ni mucho menos para facilitar el proselitismo político de algunos. Sino que el fin es solo aclarar hechos, todo esto en honor a la verdad histórica.”

Martin Luther King:

Es interesante lo que sucede con este pastor estadounidense que lideró los movimientos por los derechos civiles para los afroestadounidenses y que – sin olvidar tampoco – tuvo su importante participación como activista contra la Guerra de Vietnam y la pobreza en general. Ya que, sin pruebas contundentes y solo basándose en rumores, se ha llegado a decir que “Martin Luther King era republicano”. Una mentira, que como muchas, no tardó en ser difundida y lamentable por muchos adoptada como verdad.

Pero la realidad es que el compromiso de Martin Luther King con el socialismo democrático está confirmado, como se aprecia en su declaración ante su equipo en Frogmore (14 de noviembre de 1966), donde entre otras cosas dijo que: “Ustedes se mueven en un mar agitado, porque eso significa que hay algo que no funciona con el capitalismo. Debe haber una mejor distribución de la riqueza y puede ser que América tenga que dirigirse hacia un socialismo democrático”. ¿Cómo un socialista democrático podría ser adherente del partido republicano? Mejor sigamos…

El rechazo de Martin Luther King hacia lo que sería una sociedad capitalista y mercantilista, se demuestra de sobra cuando habla de una necesidad de estar del “lado bueno de la revolución mundial” y de como nación emprender una “revolución radical de valores”. Y así “comenzar rápidamente a pasar de una sociedad ‘orientada hacia las cosas’ a una sociedad ‘orientada hacia la persona’” (frase que por cierto se aplica muy bien a la realidad actual chilena).

Estas últimas citas del Premio Nobel de la Paz de 1964, son extraídas de su discurso sobre Vietnam en la Iglesia de Riverside, en Nueva York (año 1967), en la que también declaraba que: “Cuando las máquinas y los ordenadores, los motivos de beneficios y los derechos de propiedad son considerados como más importantes que los individuos, el triplete gigante compuesto por el racismo, el materialismo y el militarismo es imposible de vencer”.

“Una verdadera revolución de valores se preocuparía luego, avergonzada, de los sorprendentes contrastes entre la pobreza y la riqueza. Con una indignación justificada, miraría más allá de los mares y vería a los capitalistas individualistas del oeste invirtiendo enormes cantidades de dinero en Asia, en África y en América del sur, solo para conseguir beneficios y sin ninguna preocupación por las mejoras sociales en esos países. Diría: ’No es justo’”, manifestó también en Riverside, Martin Luther King, en esa izquierdista tarde de 1967.

Albert Einstein

El Premio Nobel de Física  de 1921, como también “personaje del siglo XX” y el científico más preeminente según la revista Time, también era otro declarado socialista. Y lo hizo cuando lo dio a conocer abiertamente en su ensayo “Why socialism?” (¿Por qué socialismo?), publicado en Nueva York en 1949.

A diferencia de los anteriores autores, basta solo dejar un extracto de tan prolijo texto, para dar cuenta de su profundo compromiso intelectual con la causa socialista, llegando él a escribir que: “Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males (del capitalismo), el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual”. Más claro no canta un gallo.

Stephen Hawking

Uno de los físicos teóricos más importantes de la historia universal y para muchos la persona más inteligente viva en la actualidad, se declaró ideológicamente el 26 de septiembre del 2013 en el Diario El País, definiéndose abiertamente como socialista. Agregando esta siguiente frase a dicha declaración: “El futuro de la humanidad y de la vida en la Tierra es muy incierto. Estamos en peligro de destruirnos a nosotros mismos por nuestra codicia y estupidez”.

También en una sesión de “Pregúntame lo que quieras” en The Reddit durante el 2015, dijo que “Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo se distribuyen las cosas. Todo el mundo podrá disfrutar de una vida de lujo ociosa si la riqueza producida por las máquinas es compartida, o la mayoría de la gente puede acabar siendo miserablemente pobre si los propietarios de las máquinas cabildean con éxito contra la redistribución de la riqueza. Hasta ahora, la tendencia parece ser hacia la segunda opción, con la tecnología provocando cada vez mayor desigualdad”. Otro genio socialista más para la suma.

H. G. Wells

El autor de “La máquina del tiempo” y “La guerra de los mundos”, tuvo fuertemente ligado a la Sociedad Fabiana, tribuna desde la que decía mostrarse a favor de la un acuerdo social equitativo, que implicara un aumento del nivel de vida de la mayoría y una pequeña disminución en las clases superiores. “Socialismo democrático es el único socialismo posible, sano y vivo”, llegó a declarar una vez.

Isaac Asimov

El intelectual, escritor de ciencia ficción y profesor de bioquímica, autor de entre otros textos, del exitoso libro “Saga de la Fundación”,  fue un progresista partidario del Partido Demócrata estadounidense, y que apoyó públicamente en una entrevista en los setentas al candidato demócrata y socialista, George McGovern. Además, fue también presidente de la Asociación Humanista Estadounidense, de tendencia progresista.

Y son muchos más… Ya que están también los casos de Bertrand Russel, quien se declaró primero admirador de la obra soviética en Rusia, para después – tras conocer la URSS de Stalin y decepcionarse – definirse cercano a lo que sería el “socialismo libertario”. Misma definición que se le puede apreciar también a Oscar Wilde, quien en su libro “El alma del hombre bajo el socialismo”, declara que: “El Socialismo, el Comunismo, o como uno quiera llamarlo, al convertir la propiedad privada en una riqueza pública, y al reemplazar la competencia por la cooperación, restituirá a la sociedad su condición de organismo sano, y asegurará el bienestar material de cada miembro de la comunidad. Dará a la vida una base y un medio adecuado”.  A estos escritores también se les suma otro, pero este literata narraba sobre ficción y terror, como fue el caso de H. P. Lovecraft, quien en su particular conversión, pasó desde el conservadurismo a mostrar su apoyo a Roosevelt y declararse como un “socialista moderado” durante la Gran Depresión.

A estos mencionados, también se suman los casos de Marie y Pierre Curie, que según se lee en el libro “La vida heroica de Marie Curie: descubridora del radio, contada por su hija Eva Curie”, la primera Premio Nobel en dos especialidades (física y química) fue “educada en la lucha contra los opresores extranjeros y en la devoción pacífica por un ideal social”. Mientras que Pierre, quien estaba poco inclinado hacia el activismo político – según escritos de la misma Marie Curie – por “educación y por sentimientos, estaba unido a las ideas democráticas y socialistas”.

Y los casos de grandes personajes de la historia mundial que simpatizaron con el socialismo e ideas cercanas – y que la gente normalmente no sabe de aquello – son muchos más. Pero para eso habría que escribir algo más extenso. Tal vez hasta un libro. Si ya tan solo los casos políticos de Gabriela Mistral o de Martin Luther King, ya dan para su propio ejemplar respectivamente.

Pero al menos, este texto tal vez servirá para de algún modo solucionar esos vacíos de información (o esos llenos con desinformación). Recordando nuevamente que el fin de este trabajo investigativo es solo ilustrativo. No se busca que estos personajes nombrados se transformen en líderes de la izquierda y sean utilizados como una falacia de autoridad en momentos de debate, y ni mucho menos para facilitar el proselitismo político de algunos. Sino que el fin es solo aclarar hechos, todo esto en honor a la verdad histórica.

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4 comentarios en “Chile: ¿país de ciudadanos libres?”

Servallas

14 de junio

Leyendo su columna, no deja de sorprenderme el cómo una persona que de alguna manera maneja el diagnóstico social llega a tan peregrino planteo de solución. Hay que decir que el diagnóstico social que se expone corresponde casi al 99 % de la población mundial, en algunos casos con indicadores peores, monstruosos, por ejemplo en el caso de la salud o educación. El tema de fondo de toda esta desgracia es realmente preguntarse – sin caer en intentar pasar la receta ideológica de sobra conocida y fallida-, ¿cuál es la solución?, ¿es la libertad social con “soberanía popular”?. Quizás valga decir que nunca somos verdaderamente libres, el mismo concepto de “trabajo” implica que vendes parte de tu vida a otros para sobrevivir, y de paso ayudas a cumplir los planes de esos otros, ¿pero qué haces si no trabajas? ¿delinques?, por otra parte, ¿cómo es ser absolutamente libre si nadie lo ha sido nunca jamás?, es decir estamos en todo momento especulando en conceptos que nunca se alcanzan, porque son ideales sobre los que pensamos y tratamos de acomodar nuestras conductas, (y se usan como entelequias ideológicas o para montar sobre ellos discursos demagógicos, recuerda Ud. el conocido ¡vamos por el cambio!). La libertad, la verdad, la justicia, la paz no son más que indicadores de direcciones sobre los cuales la gente de bien intenta direccionar su vida, sea esta pobre, medio pelo o rica, y están en su actuar, en su mente y en sus convicciones.

14 de junio

Pensé que no era necesario recordar que Chile es un país top a nivel de desigualdad, como también un país que lidera el ranking en cuanto a segregación escolar. Pero por si acaso, lo dejo por acá 🙂

    Servallas

    14 de junio

    Estimado Alex, el problema no es el diagnóstico, muchos, demasiados ya lo han dicho, el tema es ¿como salimos de esto?, en mi juicio con una nueva visión humanista, una nueva forma de relacionarnos, quizás unos convencimientos que permitan llenar el forado que han dejados la religiones con sus absolutos, pero esa nueva manera de validarnos esta a años luz, quizás ni siquiera en la misma galaxia que el pensamiento de izquierda… y claro, tampoco en el de derecha.

14 de junio

Disculpe paro la columna no le da sentido alguno a los datos que expone. Debería expresar que hicimos para que los ciudadanos tengan mas libertad o que hicimos para que tengan menos. Por ejemplo: ¿Que hicimos para que un país que tenia los problemas de un país de Africa central como desnutrición y mortandad infantil, ingresos paupérrimos, donde la pobreza extrema se estimaba en mas del 50%, porque ni siquiera había estadísticas precisas, llegó al 7% en 25 años? Antes la gente de clase media prácticamente no podía tener comodidades ni siquiera endeudándose, ahora al menos tienen la opción endeudarse para tenerlas ¿Haber dado esa opción significa menos o mas libertad? Esas son las preguntas importantes, las que nos ayudan a saber cual es el camino de la libertad.

Saludos

Hay comentarios
Servallas

14 de junio

Leyendo su columna, no deja de sorprenderme el cómo una persona que de alguna manera maneja el diagnóstico social llega a tan peregrino planteo de solución. Hay que decir que el diagnóstico social que se expone corresponde casi al 99 % de la población mundial, en algunos casos con indicadores peores, monstruosos, por ejemplo en el caso de la salud o educación. El tema de fondo de toda esta desgracia es realmente preguntarse – sin caer en intentar pasar la receta ideológica de sobra conocida y fallida-, ¿cuál es la solución?, ¿es la libertad social con “soberanía popular”?. Quizás valga decir que nunca somos verdaderamente libres, el mismo concepto de “trabajo” implica que vendes parte de tu vida a otros para sobrevivir, y de paso ayudas a cumplir los planes de esos otros, ¿pero qué haces si no trabajas? ¿delinques?, por otra parte, ¿cómo es ser absolutamente libre si nadie lo ha sido nunca jamás?, es decir estamos en todo momento especulando en conceptos que nunca se alcanzan, porque son ideales sobre los que pensamos y tratamos de acomodar nuestras conductas, (y se usan como entelequias ideológicas o para montar sobre ellos discursos demagógicos, recuerda Ud. el conocido ¡vamos por el cambio!). La libertad, la verdad, la justicia, la paz no son más que indicadores de direcciones sobre los cuales la gente de bien intenta direccionar su vida, sea esta pobre, medio pelo o rica, y están en su actuar, en su mente y en sus convicciones.

14 de junio

Pensé que no era necesario recordar que Chile es un país top a nivel de desigualdad, como también un país que lidera el ranking en cuanto a segregación escolar. Pero por si acaso, lo dejo por acá 🙂

    Servallas

    14 de junio

    Estimado Alex, el problema no es el diagnóstico, muchos, demasiados ya lo han dicho, el tema es ¿como salimos de esto?, en mi juicio con una nueva visión humanista, una nueva forma de relacionarnos, quizás unos convencimientos que permitan llenar el forado que han dejados la religiones con sus absolutos, pero esa nueva manera de validarnos esta a años luz, quizás ni siquiera en la misma galaxia que el pensamiento de izquierda… y claro, tampoco en el de derecha.

14 de junio

Disculpe paro la columna no le da sentido alguno a los datos que expone. Debería expresar que hicimos para que los ciudadanos tengan mas libertad o que hicimos para que tengan menos. Por ejemplo: ¿Que hicimos para que un país que tenia los problemas de un país de Africa central como desnutrición y mortandad infantil, ingresos paupérrimos, donde la pobreza extrema se estimaba en mas del 50%, porque ni siquiera había estadísticas precisas, llegó al 7% en 25 años? Antes la gente de clase media prácticamente no podía tener comodidades ni siquiera endeudándose, ahora al menos tienen la opción endeudarse para tenerlas ¿Haber dado esa opción significa menos o mas libertad? Esas son las preguntas importantes, las que nos ayudan a saber cual es el camino de la libertad.

Saludos