#Política

Neoliberales en retirada, Chile cambió

Compartir

Chile cambió, de eso no hay dudas, pero tanto en infraestructura como estructuralmente  no ha cambiado aún, sin embargo, los chilenos en su gran mayoría hemos cambiado nuestra forma de pensar, hemos ido recuperando lentamente el motor de la historia.

Durante el 2011 vivimos las más grandes movilizaciones sociales de los últimos tiempos, sin embargo, éstas no consisten en un hecho aislado, sino que vinieron a representar un hito en la historia reciente de nuestro país.

Antecedentes de un Movimiento Social en ascenso
Sin interés de hacer una historia del Movimiento Social, podríamos enumerar una serie de sucesos que vienen a relatar el desarrollo del Movimiento Social Chileno y por ende el desarrollo de su consciencia.

Primero que todo podemos recordar las movilizaciones sociales de los estudiantes secundarios del 2006 que movilizó a muchos estudiantes y tuvo grandes repercusiones sociales y políticas, que generó grandes expectativas de transformación, sin embargo, quedó en un acuerdo del gobierno con una famosa comisión asesora para la educación, donde todos tenemos muy latente la imagen de los brazos alzados de nuestras autoridades, sellando un Acuerdo Gatopardista (manteniendo la misma estructura educacional).

Posteriormente, vino el año en que los Trabajadores salieron a las calles, en marzo del 2007 podemos recordar las masivas movilizaciones de los Trabajadores Forestales con más de 5 mil trabajadores que luchaban por mejoras salariales  y ponían en jaque a la institucionalidad laboral, porque se estaba por la vía de los hechos haciendo negociar a una gran empresa mandante con los trabajadores tercerizados (Negociación Colectiva impedida por la actual institucionalidad laboral hasta el día de hoy) que estaban demandando mejoras en sus condiciones de trabajo.  Mencionar que en estas movilizaciones falleció lamentablemente el joven trabajador Rodrigo Cisternas.

En julio del mismo año, fuimos testigos de una larga masiva movilización (más de un mes) de los Trabajadores Subcontratados del Cobre, miles de trabajadores tercerizados de Codelco, donde también por la vía de los hechos hicieron negociar a la Minera Estatal (Empresa mandante), trabajadores subcontratados que realizando las mismas funciones de los trabajadores planta de Codelco recibían un sueldo inferior, teniendo que mediar la iglesia católica ante una paralización que significó grandes pérdidas para Codelco.

Cabe mencionar también, los estudiantes universitarios y secundarios que no han cesado de movilizarse durante todos estos años, de igual forma muchos trabajadores, pero también se ha ido sumando una serie de demandas transversales como las movilizaciones de Magallanes durante el 2011, Hidroaysen en Abril del 2012, y las apoteósicas movilizaciones de los estudiantes o mejor dicho de los Chilenos el 2011, donde no eran miles sino que millones los que de una u otra forma se movilizaron, ya no tan sólo por Educación de Calidad, sino que por reformas estructurales a un Modelo Neoliberal de Desarrollo que ya no da abasto; todo esto con la unidad de los actores sociales, profesores, estudiantes (secundarios y universitarios), apoderados y trabajadores.

Estas movilizaciones sociales han tenido la importancia de dar un avance desde lo reivindicativo a lo político, faltando aún la articulación en torno a un proyecto político, e ideológico que siente las bases de un nuevo Chile.  No obstante aquello, se ha puesto en tela de juicio el neoliberalismo como modelo de desarrollo, y hoy su defensa es sólo en función de la defensa de intereses de clase, y nadie medianamente razonable lo defiende.  Ergo, las movilizaciones sociales han cambiado el paradigma del “fin de la historia” de Fukuyama, y se ha reposicionado el ideario de “la historia la hacen los pueblos” de Allende.

Las movilizaciones sociales de los últimas años han cambiado el paradigma, hace años atrás en Chile casi nadie (salvo unos pocos) planteaban erradicar el lucro de la educación, sin embargo, hoy en Chile son unos muy pocos los que se atreven a defenderlo, y se revirtió la ideología imperante de mantener el statu quo, hoy día se quieren cambiar muchas cosas y es por esto que una demanda muy sentida que sigue sumando adeptos es la Asamblea Constituyente.

En su trinchera ideológica
«La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su exilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal.»  Esto que dijo Marx en el 18 Brumario en 1852, sigue muy latente el día de hoy.

Las movilizaciones sociales de los últimas años han cambiado el paradigma, hace años atrás en Chile casi nadie (salvo unos pocos) planteaban erradicar el lucro de la educación, sin embargo, hoy en Chile son unos muy pocos los que se atreven a defenderlo, y se revirtió la ideología imperante de mantener el statu quo, hoy día se quieren cambiar muchas cosas y es por esto que una demanda muy sentida que sigue sumando adeptos es la Asamblea Constituyente.

Y en la otra vereda, vemos un Longueira, Allamand, Velasco, y un Orrego, durante las campañas de primaras y ahora se nos suma una Matthei, Parisi, Jocelyn-Holt, realizaban y realizan respectivamente una defensa acérrima al neoliberalismo y su ideario de clase, planteando palabras como «cordura», «responsabilidad», «patriotismo», entre otras.
Sin embargo, ya nadie está por la defensa del modelo, ni siquiera Michelle está por defenderlo, siendo su candidatura y su potencial gobierno el último bastión del neoliberalismo en Chile que podríamos ver en nuestra historia.

Neoliberales en su propia crisis
Este año tenemos elecciones de presidente, senadores, diputados y consejeros regionales.  Y para los neoliberales les ha sido particularmente dificultoso dar un cierre a sus plantillas de candidatos, para nadie es desconocida la comedia que ha realizado la derecha entre el aborto masivo de Golborne, Longueira, y Allamand, y como corolario les ha costado definir su plantilla parlamentaria, tanto en senadores como en diputados, y a esto se suma ahora su división en la plantilla de los Consejeros Regionales.
Mas esto no es exclusivo de los partidos de la Alianza, también ocurre quizá en menor medida en la Nueva Mayoría, puesto que aún quedan resabios del neoliberalismo, o mejor dicho aún quedan neoliberales al interior de esta conglomerado (producto de su composición pluri-clasista), situación que constatamos en los conflictos del PPD y la DC sobre el programa de gobierno de la candidatura ganadora de las primarias, pero también en la misma composición de la plantilla parlamentaria, como también en el impasse de la DC y el PPD por el reciente programa de Contacto en donde se denunciaron algunos conflictos de intereses.
Pero esto no obedece a que uno u otro partido represente ciertas lógicas, sino que lo que está en crisis es una forma de hacer política, la Neoliberal.

Los chilenos hemos señalado el derrotero indicado, la forma de erradicar dicho actuar es con Movilización Social, pero con la tarea pendiente de construir un Proyecto Político Ideológico que siente las bases de un nuevo Chile.

Tags

4
1

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

4 Comentarios

David Malhue

David Malhue

«Todas las revoluciones perfeccionaban esta máquina, en vez de destrozarla. Los partidos que luchaban alternativamente por la dominación, consideraban la toma de posesión de este inmenso edificio del Estado como el botín principal del vencedor.» (Marx)

¿Cómo, Roberto, se puede afirmar que los neoliberales están en retirada si la «revolución» del 2011 sólo está enfocada a perfeccionar el discurso de los mismos neoliberales que tanto deseamos se vayan luego, cierto, sin quererlo?

El carácter de petición del movimiento estudiantil y en sí de los movimientos sociales, contradice el fondo de tu columna: neoliberales en retirada. Eso es una ilusión, como el «derrumbe del modelo» de Mayol, por qué, porque todo está siendo dirigido a que los mismos neoliberales tomen el conflicto y lo administren. ¿Por qué diablos se centra todo en lo que hará Bachelet en vez de combatirla de manera frontal?: «Sin embargo, ya nadie está por la defensa del modelo, ni siquiera Michelle está por defenderlo…” ¿Estamos esperando una transformación del neoliberalismo concerta en un reformismo de hecho?, ¡qué diantres es eso!

Bachelet y todo lo que la rodea, me refiero al poder que gobernará a través de ella, es ¡desregulación capitalista pura! ¿Cómo se puede esperar algo de eso?

Qué está sucediendo, desde mi visión, y con cierta molestia: los movimientos sociales mientras sigan entrampados en la petición y no vean más norte que la calle con el cartel y el baile, no generará en el Estado ninguna reacción más que palos y bombas por parte de la policía.

Me temo que las extraordinarias conclusiones de Carlos Marx, en el caso de nuestro país, serán corroboradas 100%. Los movimientos sociales están, con esa lógica peticionista, perfeccionando el discurso neoliberal. Es más, la concertación está cooptando el discurso de los movimientos sociales. Aún más, varios referentes de esos movimientos están intentando escalar el cerro concerta o ya llegaron a él.

Lo he dicho en varias oportunidades: la mejor radicalidad que los movimientos sociales pueden hacer es la cohesión y convertirse en actores políticos situación que ellos se autorepresenten para modificar y destruir la visión del neoliberalismo en el Estado.

Es cierto, fue útil salir a la calle para demostrar lo mal que estamos, pero me resulta contradictorio que en vez de aglutinarse en un proyecto serio que cohesione todas las voluntades, o si de electoralismo se trata, jugarse por algún candidato extra sistema, se esté pensado en salir a la calle en un supuesto mandato de Bachelet como enarbolando la bandera de la rendición.

Para mi, lo que sucede en Chile es un movimiento reformista, casi de carácter liberal. No me resto para nada de eso, ya que la realidad de la izquierda en Chile y del país mismo, no da para ninguna aventura radical con mayúscula. Pero insistiendo en el punto, el mayor acto, si le queremos llamar revolucionario, es formar un proyecto político que aglutine los sentimientos de la ciudadanía olvidándose de la reconversión de los neoliberales concertas o en noviembre votar por alguna de las “miles” de candidaturas de la izquierda extra parlamento.

Si no se entiende eso, si no modificamos los discursos y los actos, a no ser que de verdad se haya formado un “movimiento social para Bachelet”, los neoliberales gozarán de buena salud y Chile no habrá cambiado nada.

Saludos cordiales.

PD: Cambió la visión en parte importante del compatriota, es cierto, pero no se ha movido nada, ni una coma de la obra de los neoliberales.

jose-luis-silva

jose-luis-silva

Esto lo escuchamos siempre y nunca es asi. Lo de las manifestaciones anti-sistemicas es algo que va y viene y solo provocan cambios muy marginales, nunca han sido amenazas para el sistema

Respecto al lucro, quienes comenzaron atacando al lucro en la educación en forma tan generica como el gran emblema de planteamiento ideológico, van en retirada hace mucho rato, estan siendo cada vez mas específicos, reduciendo el concepto de lucro al «dinero mal ganado» de algunos directores de universidades privadas. Obviamente estamos cada vez mas de acuerdo en el tema.

De partida el sistema neoliberal en el mundo ha sido reforzado absolutamente partiendo con la caida del muro de Berlin hace algunos años y la caida del «estado de bienestar» del mediterraneo en la crisis contemporánea,, donde los europeos vuelve con recetas del sistema neoliberal para haer frente a la crisis.

En Chile, el neoliberal es un sistema económico absolutamente consolidado, hasta en los gobiernos de izqiuerda lo continuan aplicando y nadie entre los que reclaman contra el sistema está diapuesto a arriesgar nada lo que el sistema neoliberal les dá en trabajo y calidad de vida, saben que los chilenos jamás tuvieron ni tendrian con otro sistema, la verdad, ahora ni siquiera se atreven a insinuar otro alternativo. ¿ Y ud. dice que está en retirada ?.

Arturo

Acabo de terminar de leer «El otro modelo» de Bachelet&cia
Es simpático ver como se cree que se inventa la polvora; en eso creo que hay una frustración generacional cuando los modelos sociales, económicos, y cualquiera en que se deba participar, duran mucho: las nuevas generaciones, y las que no ganaron en la selección anterior, se unen para generar y creer que hay otro modelo, que todo está mal y que ellos tienen la papita.
Señores, una modificación de las políticas liberales, para darles un sentido mas social, se llama SOCIALDEMOCRACIA. Eso no es nuevo, y efectivamente construyó las sociedades de bienestar europeas.
Pero, por lo mismo, ojala no se caiga en la utopía y en darle crédito a los políticos «reformistas» para que terminen construyendo su propia oligarquía y corrupción. Eso es iterativo a lo largo de la historia, y por lo mismo ya hay muchos que están haciendo cálculos y viendo como se colocan para ser beneficiados.

JaimeRPerales

JaimeRPerales

Comparto absolutamente la visión del autor. Ciertamente, aunque la estructura y la infraestructura del modelo se mantengan firmes y en la plenitud de sus capacidades, la superestructura ha cambiado notablemente, lo que abre el camino a avanzar en transformaciones que serán irreversibles.

Así mismo, en la Nueva Mayoría conviven socialdemócratas, socialcristianos, marxistas, bolivarianos (MAS), liberales (Velasco) entro otras corrientes, por lo que su diversidad encierra la oportunidad de generar un nuevo diálogo entre lo social y lo político, entendiendo que ambas dimensiones deben crecer, ensancharse y reconocerse en su unidad indisoluble.

Contrastando con la primera opinión, es importante recalcar que los diferentes movimientos sociales, lejos de exigir meramente soluciones de gestión, han exigido PARTICIPACION como fundamento de sus demandas, PARTICIPACION en la solución de problemas específicos y estructurales, negar eso es reducir y menospreciar el potencial creativo de nuestra ciudadanía.

Un abrazo!