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Manuel Contreras y los recuerdos de un Chile autoritario

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Vi tu cara. Tu duro semblante, el que hace temblar a quienes hasta el día de hoy escuchan tu nombre y recuerdan lo que hiciste o mandaste a hacer. En una entrevista en un canal de cable hace unas horas apareciste de nuevo, con tu cara de pocos amigos y tu sonrisa sarcástica cuando te preguntaban de detenidos desaparecidos y torturas bajo tu mando. Lo negabas todo y, como un viejo sonsonete de las peores épocas de este país, repetías que era todo parte de un complot marxista. Que todas las miles de muertes que ordenaste y presenciaste no eran más que parte de una mentira. O, en el peor de los casos, parte de tiroteos, esos que se daban en tu guerra imaginaria.

Algunas partes de la entrevista perdiste  el control, levantaste la voz recordándonos así a tu querido jefecito, don Augusto, para así tratar a los periodistas como esos subordinados a los que gritabas con ese poder en el que te regodeaste por años, y con el que partiste vidas humanas sin siquiera chistar aunque fuera un poco.

Dijiste que no habían demostrado nada de lo que te inculpaban, sin embargo tienes una sentencia con  la que te morirás en esa curiosa cárcel-hotel en la que vives. Aunque no lo creas- pero sé que lo sabes y lo niegas- hay cientos de expedientes con declaraciones de miles de personas que te acusan de haber sido la cabeza de uno de los exterminios más tremendos que ha vivido  nuestro Chile. Hay mujeres y hombres que -como te lo dije en un comienzo- sólo con el hecho de escuchar tu nombre recuerdan todo el dolor que vivieron bajo tu dominio, bajo esa jurisdicción sobre sus personas que tú, mandatado por el dictador, te atribuiste, cumpliendo así con los mandatos que marcaron la historia reciente de estas tierras.

En cada respuesta que dabas, se notaba tu carácter y tus ojos impenetrables delataban que nunca te arrepentiste ni te arrepentirás de lo que hiciste. No eres de esos que piden perdón porque crees que todo lo que hiciste fue lo correcto, lo que había que hacer: lo que era necesario llevar a cabo. Por lo mismo mirabas con firmeza, como para convencernos a cada uno de los que mirábamos la entrevista, de que eras una especie de héroe, de salvador, de cabeza de una segunda independencia que rescató a nuestro pueblo de algo espantoso, horrible: una dictadura totalitaria.

No obstante, todas esas ideas, que de seguro rondaban por tu cabeza para auto convencerte de que todo lo siniestro que cometiste no era más que era parte de un plan virtuoso, te hicieron parte de una verdadera dictadura totalitaria y asesina. Y no sólo eso: sino  que te convirtieron en uno de los principales genocidas que ha nacido en estos lugares. Todo con tal de cumplir un cierto plan patriótico que desangró a la patria. Un plan nacional que masacró a la nación.

Aunque no lo creas- pero sé que lo sabes y lo niegas- hay cientos de expedientes con declaraciones de miles de personas que te acusan de haber sido la cabeza de uno de los exterminios más tremendos que ha vivido nuestro Chile.

Tú dices que irás al cielo -de hecho lo dijiste en la entrevista- como católico observante que afirmaste ser, pero yo como observador de lo que vi, no estoy muy seguro de que, a estas alturas tengas tantas seguridades como las tuviste en un entonces. Lo repito: sé que no te arrepientes, pero no por eso estoy claro de que creas que no te mereces lo que estás viviendo y la manera en que te llaman. Y por lo mismo, no estoy muy seguro de que, de verdad, sepas si vas a ir o no a ese lugar del que te jactas que irás.

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1 Comentario

Oscar Olmos

Manuel Contreras debería estar en una cárcel para reos comunes, como asesino y reo rematado.
Se debe legislar y terminar con el condominio donde vive el sicópara, y una ley debe obligar a quitarle el grado de general, por ser una veguenza que el ejército de todos los chilenos, siga manteniendo como héroe a este torturador irredento, que como señalas, es «uno de los principales genocidas» que ha nacido en Chile.
Otra ley debe prohibir que se le de tribuna pública , y entrevistas a asesinos reos rematados como el sicópata ex GENERAL DE LA REPUBLICA (todavía) Contreras.