Yi – Fu Tuan, fue un geógrafo chino, uno de los exponentes principales de la llamada «Geografía de la Percepción». Los “mapas mentales” y la “topo filia”, entre otros, son importantes conceptos aportados al análisis del territorio, del espacio y del lugar. Así como existe la topo filia o el amor a un lugar, también existe la topo fobia, el odio o rechazo a un lugar.
Existe abundante literatura donde se señala que nuestro comportamiento territorial no es «natural» pues en cuanto «seres sociales» nuestra especie exhibe comportamientos territoriales aprendidos. Tal como decía el geógrafo Robert Sack en su libro «La Territorialidad Humana “en aquellos periodos en que el conflicto social se agudiza queda expuesta toda la espacialidad territorial con sus límites reales y simbólicos»
Así entonces, los contextos económicos, sociales, culturales y políticos van impactando en el comportamiento territorial de los individuos. Ahora bien, los límites internos de la ciudad pueden ser concretos o simbólicos. Así una línea férrea o una carretera de alta velocidad se constituyen en barreras concretas.
La “Plaza Baquedano”, hoy conocida como “Plaza de la Dignidad”, se constituyó en esos lugares simbólicos, no tan solo para los santiaguinos sino que para todos los chilenos y chilenas. Es sin duda foco de muchas polémicas. Desde mediados del siglo XX fue la división del Santiago de las clases acomodadas (el barrio alto) hacia el oriente, del Santiago de estrato medio o bajo, hacia el poniente.
Desde el “estallido social” cobró un nuevo valor simbólico pues se instaló con más fuerza en las coordenadas de nuestro mapa mental y en nuestra línea de tiempo ya que fue precisamente el hito témporo-espacial de la «protesta social». Incluso, más allá de nuestras fronteras, cómo queda claro con la gran cantidad de extranjeros que la visitan y se fotografían allí. Pero para otros es un hito témporo-espacial negativo (aparentemente para una minoría).
El "lugar" de sus tormentos quizá no es La Moneda, el "lugar" de sus angustias tal vez es aquella plaza que solamente puede visitar ahora que la pandemia la posibilita solitaria.
El presidente Piñera no escapa a ello y tiene instalada la “Plaza de la Dignidad” en su cartografía mental. Seguramente no es la Topo filia, es más bien la Topo fobia, ese lugar donde miles de veces se ha voceado su nombre de una forma sólo comparable a cómo se hacía con el dictador Pinochet. El «lugar» de sus tormentos quizá no es La Moneda, el «lugar» de sus angustias tal vez es aquella plaza que solamente puede visitar ahora que la pandemia la posibilita solitaria.
¿Fue una operación Comunicacional? ¿Fue su espontaneismo imposible de controlar, incluso por sus asesores más cercanos? Difícil saberlo. Lo concreto es que estuvo allí, se fotografió, lo marcó en su propio trazado de meridianos y paralelos.
La Plaza de la Dignidad en un bien nacional de uso público, aun así el presidente debe ir solitario, sabe que ese lugar no le pertenece pues ya no solo marca la división este-oeste de Santiago de Chile, desde hace meses marca su paso a la historia como el gobernante que carga con la mayor cantidad de muertos y mutilados post Pinochet. Así pasará a la posteridad y lo sabe. Y nos entregó la imagen que lo acompañará en la memoria colectiva. Quizá en el momento de la fotografía se daba cuenta que ninguna plaza llevará su nombre.
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Patricio Quintana
Notable columna, gran reflexión
J.A.
Probablemente no hay que recurrir a supuestos “doctos” sobre temas “espaciales urbanos” , se trata de acciones de un hombre debilitado, enfermo, al igual que todos nosotros, enfermos. Por otro lado, renombrar espacios, lugares, áreas conquistadas siempre lo han hecho con brutalidad las fuerzas vencedoras y lo publican urbi et orbi, asi, la calle nueva Providencia se llegó a llamarse un día once de Septiembre y muchos enfermos lo celebraron. Respetar la ciudad, sus lugares, su historia es en realidad una práctica de gente sana.